El mundo del cine sigue respondiendo a la salvajada fascista de Carpentras
Fanny Ardant, miembro del jurado, ley¨® un comunicado de condena
Ayer, en la radio y la televisi¨®n francesas, la actriz Fanny Ardant, miembro del jurado de Cannes-90 y en nombre de ¨¦ste, pronunci¨® unas indignadas palabras contra la salvaje profanaci¨®n de tumbas jud¨ªas en la cercana ciudad de Carpentras. Se oy¨® en ellas la idea de que brotes como ¨¦ste no son simples asuntos nacionales, y que el cine, medio de comunicaci¨®n sin fronteras, debe combatirlos de ra¨ªz. Eso es lo que est¨¢ ocurriendo en las pantallas de La Croisette. El cine responde al alarmante crecimiento del fascismo en Europa. Ayer se present¨® en la secci¨®n oficial del festival una soberbia reconstrucci¨®n de la ¨¦poca en que el estalinismo se encontraba asentado en el poder en Varsovia. La pel¨ªcula El interrogatorio, de Richard Bugasjki, se film¨® entre 1980 y 1981, durante la eclosi¨®n del sindicato Solidaridad.
Las respuestas m¨¢s en¨¦rgicas siguen llegando del cine de Polonia y no sin fundamento hist¨®rico. Si en la cr¨®nica de ayer recogimos el estremecedor testimonio que ofrece Andrejz Wajda sobre el gueto de Varsovia en el Filme Korczak, ahora llega El interrogatorio, escrito y realizado por Ryszard Bugajski, un intenso filme donde se desvela sin una sola concesi¨®n el car¨¢cter fascista del estalinismo.La pel¨ªcula, que ha estado prohibida en Polonia durante ocho a?os, cuenta tambi¨¦n una historia ver¨ªdica: la de una mujer v¨ªctima -extraordinaria creaci¨®n de la actriz Krystyna Janda, una de las int¨¦rpretes preferidas del director polaco Andrzej Wajda, que en esta pel¨ªcula es una cantante sometida a insoportables presiones y torturas- de la polic¨ªa pol¨ªtica polaca durante los a?os que separan a la gran purga que sigui¨® a la ca¨ªda de Gomulka y la muerte de Stalin.
En el ambiente enrarecido que han creado en Cannes losa suesos de Carpentras, ambas obras han multiplicado su fuerza de convicci¨®n. Los gritos de Krystyna Janda a sus torturadores, o profanadores, neg¨¢ndoles su coartada socialista y proclamando su verdadera condici¨®n de fascistas, levant¨® la primera ovaci¨®n que se ha o¨ªdo dentro de una pel¨ªcula en esta edici¨®n del Festival de Cannes.
Terrible y ver¨ªdico
Un tercer asunto similar, no menos terrible y ver¨ªdico, es el que cuenta el filme norteamericano escrito y dirigido por el brit¨¢nico Alan Parker, Come see the paradise. La pel¨ªcula est¨¢ protagonizada por Dennis Quaid y por Tamlyn Tomita.A ra¨ªz del ataque del Jap¨®n a Pearl Harbor en 1940, que hizo entrar a Estados Unidos en la II Guerra Mundial, m¨¢s de 110.000 ciudadanos norteamericanos de origen japon¨¦s fueron internados en campos de concentraci¨®n a la manera brutal de las reservas indias, sin proceso alguno, sin causa alguna, por su raza, en una de las m¨¢s delirantes violaciones que se recuerdan de una Constituci¨®n por un Gobierno constitucional.
El fascismo anidaba tambi¨¦n en el coraz¨®n de la Am¨¦rica liberal de Roosevelt. Y una vez m¨¢s, la eterna cuesti¨®n: el fascismo no es una idea sino una manera de tener cualquier idea, ya sea la nazi, la socialista o la liberal. Y esta es la luz que el cine arroja estos d¨ªas sobre Carpentras y sus verdaderos autores.
La desgracia del gran asunto argumental que encierra el filme de Alan Parker, Come see the paradise, es el propio Alan Parker, que -como en Birdy, Fama, Expreso de medianoche, El coraz¨®n del ¨¢ngel y Arde Mississippi- sigue siendo un pastelero que se empe?a en trabajar con materias amargas. Todo lo endulza hasta el empalago. Y su blanda, mentirosa c¨¢mara, convierte a este vidrioso asunto en una especie de edred¨®n de plumas. Posible premio.
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