La crisis conyugal de Menem toma cariz pol¨ªtico
El presidente argentino, el peronista Carlos Menem, de 59 a?os, no quiso comentar ayer, en un desayuno con corresponsales extranjeros en Buenos Aires, las informaciones sobre la crisis de su matrimonio y la separaci¨®n de su esposa, Zulema Yoma, de 47 a?os. El semanario Somos y la prensa vespertina de Buenos Aires hab¨ªan informado de las nuevas desavenencias de la pareja presidencial, que podr¨ªan tener repercusiones pol¨ªticas por las simpat¨ªas que la esposa despierta en distintos sectores sociales.
El tema del conflicto de los Menem ha sido casi una constante y sus peripecias matrimoniales una comidilla permanente en los ¨²ltimos meses. En varias ocasiones se inform¨® de que Menem o su esposa hab¨ªan abandonado la residencia presidencial.La actual crisis del matrimonio presenta unas dimensiones m¨¢s amplias, por ocurrir en el escaparate de la m¨¢xima magistratura del estado y la eventual implicaci¨®n pol¨ªtica que podr¨ªa darle la actitud de Zulema Yoma. Al no comentar el tema, ni desmentirlo, Menem ha dado, de forma indirecta, una confirmaci¨®n a lo que est¨¢ ya en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos.
En la noche del mi¨¦rcoles [madrugada del jueves en Espa?al el portavoz presidencial, Humberto Toledo, entreg¨® un escueto comunicado de prensa en respuesta a las informaciones que inundaban los diarios de la tarde. El comunicado dec¨ªa que "trat¨¢ndose de un tema de estricto orden familiar, el presidente se abstendr¨¢ de formular apreciaciones p¨²blicas sobre el mismo". Menem desayun¨® ayer con corresponsales extranjeros y se mantuvo fiel a la l¨ªnea del comunicado del d¨ªa anterior. En una hora, el presidente respondi¨® a 35 preguntas, sin perder en ning¨²n momento el buen humor, llegando incluso a hacer chistes sobre s¨ª mismo y a re¨ªrse de sus respuestas contradictorias, como cuando dijo: "No me haga responder a eso de nuevo, porque podr¨ªa entrar en contradicci¨®n con lo que dije antes".
Asunto privado
S¨®lo dos preguntas se refirieron a su crisis matrimonial. A la primera respondi¨®, de forma escueta, que es un asunto privado. A la pregunta de este peri¨®dico de si un mandatario no est¨¢ obligado a dar cuenta de su salud, patrimonio o vida privada, Menem respondi¨®: "Esto hace a los estilos que pueden asumir los hombres p¨²blicos. Yo soy un hombre ampl¨ªsimo en lo que hace a mis manifestaciones. No oculto casi nada de lo que hago. Siempre estoy en di¨¢logo con la Prensa. Creo que debo ser uno de los pocos casos excepcionales, que permanentemente dialoga con todos los medios nacionales y extranjeros, cuando lo requieren. Y, cuando no lo requieren, voy yo a la b¨²squeda de los periodistas en la casa de Gobierno [ ... ]. En este tema he resuelto no dar ning¨²n tipo de posibilidad de que la Prensa incursione en mi vida privada. Por eso hay un comunicado, que se ha difundido ampliamente y a ese comunicado me remito".La esposa de Menem parece haberse sumado a las filas de los que militan en la llamada "vereda de enfrente", los cr¨ªticos del actual Gobierno. Zulema Yoma ha reiterado en p¨²blico las denuncias de corrupci¨®n y desde su entorno se lanzan acusaciones contra funcionarios y amigos del presidente. La actitud de Zulema, al asumir la bandera de la denuncia contra la corrupci¨®n, y su amistad personal con militares del sector carapintada del Ej¨¦rcito, la ubica de forma casi inevitable entre el extra?o conglomerado que se mueve en torno al coronel retirado Mohamed Al¨ª Seineld¨ªn. Al mismo tiempo, la actitud de Zulema en su conflicto matrimonial le ha granjeado la simpat¨ªa de algunas mujeres m¨¢s o menos progresistas, que consideran a la esposa de Menem como una defensora de los derechos femeninos frente al machismo de su marido.
Este cruce de conflictos, pol¨ªticos y personales, ha creado una gran confusi¨®n y originado las alianzas m¨¢s extra?as en torno a la figura de Zulema. La esposa del presidente aglutina simpat¨ªas que van desde feministas progres a militares golpistas, sindicalistas y restos del peronismo descontento con la l¨ªnea pol¨ªtica del actual Gobierno, empe?ado en llevar adelante el programa de ajuste econ¨®mico y la privatizaci¨®n de las empresas p¨²blicas. La defensa de causas justas, como los derechos de la mujer y la lucha contra la corrupci¨®n, puede mezclar a compa?eros de viaje tan extra?os y dispares como Seineld¨ªn y las feministas. En el entorno de Menem se teme que Zulema no mantenga la discreci¨®n que se ha impuesto el presidente y se lance con algunas declaraciones perjudiciales para el Gobierno. No faltan los optimistas que confian en que "con todo este quilombo [foll¨®n] pueden llegar a arreglarse las cosas entre ellos y ganar otros seis meses de paz, que buena falta nos hacen".
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