Condones de conciencia
Hace tiempo que un suceso que me caus¨® una enorme indignaci¨®n no se dignaba reaparecer como motivo de reflexi¨®n, y precisamente a ra¨ªz de una informaci¨®n aparecida en su peri¨®dico ese mismo suceso lleva unos d¨ªas pase¨¢ndose por mi memoria y resucitando esa indignaci¨®n hasta el punto de motivarme a escribir esta carta.El caso es que, como al parecer es habitual en todas las farmacias del pueblo de Bail¨¦n, se nos neg¨® a mi pareja y a m¨ª una caja de preservativos en una farmacia. Para m¨¢s inri se trataba de una capital de provincia, y de una de las dos ¨²nicas farmacias de guardia existentes en ese mo-
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