La pol¨ªtica industrial en los pa¨ªses del centro y este de Europa
Considera el articulista que la crisis que pa¨ªses del Este, caracterizada por el sovive el Consejo de Ayuda Mutua Econ¨®mica (CAME) nace de la pol¨ªtica industrial aplicada durante d¨¦cadas en los pa¨ªses del Este, caracterizada por el sobredimensionamiento de capacidad, las pr¨¢cticas conservadoras y la limitada innovaci¨®n tegnol¨®gica.
El Consejo de Ayuda Mutua Econ¨®mica (CAME) vive momentos cr¨ªticos. Los pa¨ªses integrantes de esta organizaci¨®n muestran su escepticismo sobre las posibilidades de compatibilizar los objetivos de la reforma econ¨®mica con el actual marco de cooperaci¨®n que representa el CAME y existe una amplia coincidencia acerca de la necesidad de su transformaci¨®n radical, al mismo tiempo que ganan consistencia las opiniones que proponen su definitiva supresi¨®n. En estas l¨ªneas pretendo examinar la pol¨ªtica industrial aplicada durante d¨¦cadas en los distintos pa¨ªses socialistas como factor interpretativo de la crisis y del inevitable cuestionamiento del CAME.Subespecializaci¨®n
a) Haciendo caso omiso de las tradiciones industriales e ignorando la dotaci¨®n espec¨ªfica y diversa de recursos productivos, han cristalizado en los pa¨ªses socialistas unas pautas de especializaci¨®n productiva con numerosas y significativas similitudes. En otras palabras, la din¨¢mica de crecimiento seguida ha dado lugar a una progresiva convergencia de las estructuras industriales, muy lejos de los principios de la "divisi¨®n internacional socialista del trabajo" y de la "integraci¨®n econ¨®mica". Seg¨²n estos principios cada pa¨ªs deber¨ªa aprovechar sus "ventajas comparativas" -sin renunciar al objetivo industrializador-, concentrar las inversiones, reducir el surtido productivo, obtener econom¨ªas de escala y reducir los costes de producci¨®n.
Por el contrario, y m¨¢s all¨¢ de los pronunciamientos ret¨®ricos, la situaci¨®n real muy bien puede caracterizarse como de subes peci aliz aci¨®n. En lugar de la concentraci¨®n de los recursos en ramas de la actividad econ¨®mica seleccionadas, se han desarrollado todas aquellas producciones consideradas como estrat¨¦gicas y que pod¨ªan fortalecer el poder de la burocracia. Obviamente, la dispersi¨®n de las inversiones entre actividades de muy desigual rentabilidad ha tenido costes muy elevados y ha contribuido decisivamente al debilitamiento de la. cooperaci¨®n econ¨®mica entre los pa¨ªses socialistas.
El solapamiento de capacidades productivas referido ha dado lugar a que de manera simult¨¢nea apareciesen situaciones de abundancia y de escasez. En el caso de los productos terminados -maquinaria y bienes de equipo de calidad intermedia- la oferta se ha ajustado sin dificultades a una demanda insaciable derivada del fuerte crecimiento industrial y del acaparamiento de todo tipo de recursos productivos dentro de las empresas, sometidas a una restricci¨®n presupuestaria blanda. De otro lado, la penuria ha tendido a hacerse patente en la oferta de materias primas y otros productos intermedios necesarios para el funcionamiento del tejido industrial. Esta evoluci¨®n ha conducido al sobredimensionamiento de la capacidad industrial, a la consolidaci¨®n de un tejido productivo donde se reproducen todo tipo de pr¨¢cticas conservadoras y con un limitado potencial de innovaci¨®n tecnol¨®gica, y a la aparici¨®n de tensiones permanentes del lado de los suministros de ciertos productos.b) El objetivo de aumentar las capacidades productivas industriales, caracter¨ªstico de la fase extensiva de crecimiento, ha ido en detrimento de las inversiones destinadas al reequipamiento de las instalaciones ya existentes. La consecuencia inevitable ha sido la prolongaci¨®n en el per¨ªodo de vida ¨²til, estableci¨¦ndose largos plazos de amortizaci¨®n, y el considerable aumento en los gastos de reparaci¨®n y mantenimiento. El progresivo envejecimiento del tejido industrial y, por extensi¨®n, del conjunto del aparato productivo ha repercutido sobre los costes y la calidad de los productos, afectando negativamente en la vitalidad de las relaciones econ¨®micas entre los pa¨ªses del CAME
Oferta insuficiente
La tendencia a concentrar las inversiones en las ramas productoras de bienes de producci¨®n en detrimento de las actividades que producen bienes de consumo ha sido otra caracter¨ªstica b¨¢sica de la din¨¢mica industrializadora. Ello ha originado una oferta insuficiente y en algunos casos una alarmante escasez de este tipo de productos tanto en cantidad como en calidad.
Esta situaci¨®n se ha proyectado sobre el mercado comunitario y la demanda potencial no ha sido cubierta, debiendo acudirse, en los casos extremos, a la realizaci¨®n de importaciones procedentes de los mercados occidentales. Adem¨¢s, la precariedad en la oferta de art¨ªculos de consumo ha repercutido desfavorablemente sobre la calidad y nivel tecnol¨®gico de los productos intercambiados y sobre la productividad del trabajo.
c) La estrategia industrial seguida ha determinado, en buena medida, el contenido de las transacciones comerciales, al mismo tiempo que ¨¦stas han influido sobre la configuraci¨®n del tejido productivo. Los pa¨ªses centroeuropeos han reforzado su especializaci¨®n en la producci¨®n y exportaci¨®n de bienes de equipo fundamentalmente, mientras que han debido adquirir a trav¨¦s de las importaciones las materias primas y otros productos intermedios necesarios para atender al funcionamiento de su aparato productivo.
El comercio exterior de los pa¨ªses socialistas se ha organizado de acuerdo a un esquema radial, sobre la base de las pautas de especializaci¨®n comercial descritas, donde la URSS se ha convertido en el primer y a veces ¨²nico suministrador y, al mismo tiempo, principal mercado para dar salida a los productos de los otros pa¨ªses. Tanto el aparato productivo como las dotaciones estructurales y las redes de comercializaci¨®n se han ajustado a esta estructura territorial del comercio exterior. Por el contrario, las relaciones econ¨®micas entre los pa¨ªses de? centro de Europa han estado marcadas por la debilidad y no se han explorado todas las posibilidades de cooperaci¨®n existentes.
La articulaci¨®n del comercio exterior de cada una de estas econom¨ªas en torno a la URSS se ha convertido en un factor de extrema fragilidad. Como se puede apreciar en los ¨²ltimos a?os, las restricciones en la oferta de los suministros procedentes de este pa¨ªs, tradicionalmente abundante y barata, tienen consecuencias sumamente negativas sobre un aparato productivo caracterizado por unos elevados ¨ªndices de consumo material.
Pr¨¢cticas conservadoras
Adem¨¢s, la orientaci¨®n de la producci¨®n exportable de los pa¨ªses socialistas hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha contribuido a apuntalar un sistema impregnado de pr¨¢cticas conservadoras. En una situaci¨®n dominada por la penuria y por el protagonismo de las organizaciones pol¨ªtico-administrativas, la producci¨®n, en ausencia de competencia de las importaciones procedentes de Occidente, se ha colocado sin dificultad, aun cuando la calidad fuese mediocre y los servicios relacionados con la venta enormemente deficientes.
Finalmente, cabe subrayar que la fuerte expansi¨®n registrada en el comercio intersectorial, intraindustrial e interproducto ha respondido, en parte, a los contenidos de la pol¨ªtica industrial aplicada en estos pa¨ªses. Otro tipo de transacciones basadas en una especializaci¨®n m¨¢s fina y sustentada en el comercio intraproducto ha progresado con muchas dificultades.
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