Una mujer denuncia que un polic¨ªa la hiri¨® de un disparo en Pamplona
Una mujer denunci¨® ayer en Pamplona que un polic¨ªa la hiri¨® en una pierna de un disparo una hora despu¨¦s de que concluyera una manifestaci¨®n convocada por Jarrai, organizaci¨®n juvenil pr¨®xima a Herri Batasuna, en protesta por la muerte del grapo Jos¨¦ Manuel Sevillano.La Delegaci¨®n del Gobierno de Navarra reconoci¨® que el joven Eduardo Alb¨¦niz, de 20 a?os de edad, fue herido por un disparo con fuego real realizado por un Inspector de polic¨ªa que repel¨ªa una agresi¨®n de los manifestantes, pero rechaz¨® que otro agente hubiera disparado a Mar¨ªa Teresa Garc¨ªa Ta¨ªnta, de 36 a?os de edad, casada y madre de tres hijos, cocinera del bar Gur¨ªa, herida en una pierna una hora despu¨¦s de producirse el primer incidente.
Seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno, dos inspectores de polic¨ªa fueron acorralados y agredidos por un grupo de manifestantes, por lo que uno de ellos realiz¨® un disparo intimidatorio. La bala alcanz¨® al joven Eduardo Alb¨¦niz, vecino de Pamplona, que se encontraba en las inmediaciones. Sus familiares aseguran que no participaba en los incidentes y que fue herido cuando estaba en la plaza del Castillo en compa?¨ªa de su novia y de unos amigos. El joven fue trasladado al hospital de Navarra, con una herida de bala en un gl¨²teo, sin orificio de salida, mientras el inspector herido fue atendido en la cl¨ªnica San Miguel, donde se le apreci¨® una herida inciso-contusa en la cabeza, que requiri¨® varios puntos de sutura, y varias contusiones en un hombro y un brazo.
Posteriormente, hacia las 23.30, ingres¨® en el hospital de Navarra Mar¨ªa Teresa Garc¨ªa, con una herida en la parte interior de la rodilla derecha.
Agresi¨®n
Mar¨ªa Teresa relat¨® a EL PA?S que a las 22.30 horas finaliz¨® su jornada laboral en la cocina del bar Gur¨ªa, del casco viejo, y se dirigi¨® a pie hacia su domicilio. Cuando llegaba a la confluencia de las calles de la Bajada de Labrit y Amaya, cerca del lugar donde se hab¨ªa producido el primer incidente, observ¨® a un grupo de polic¨ªas antidisturbios que golpeaban a unos j¨®venes con las culatas de sus fusiles, mientras ella se acercaba por la otra acera de la calle. "Vi que uno se fijaba y me apuntaba con su fusil, que no ten¨ªa colocado el lanzapelotas. Cuando hab¨ªa superado al grupo, andando con mayor rapidez, escuch¨¦ tres detonaciones secas. Not¨¦ que tras la primera algo me quemaba en la pierna, y pens¨¦ que me hab¨ªan disparado un pelotazo, por lo que ech¨¦ a correr hasta llegar a casa. All¨ª comprob¨¦ que ten¨ªa un orificio de entrada detr¨¢s de la rodilla en el que me cab¨ªa la llema del dedo". Seg¨²n Mar¨ªa Teresa, en el pantal¨®n que vest¨ªa en ese momento se aprecia un orificio de entrada a la altura de la rodilla, del di¨¢metro de un dedo. La Delegaci¨®n del Gobierno insisti¨® en que la herida es de origen desconocido y que s¨®lo se us¨® fuego real para repeler la agresi¨®n en el primer incidente.
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