Giorgio Strehler recibe en Taormina, el Premio Europa de Teatro 1990
En los salones del viejo Palazzo San Domenico, los violines y las mandolinas sonaron anteanoche en homenaje a Giorgio Strehler, premio Europa de Teatro 1990, en reconocimiento de una obra que, seg¨²n el jurado que le concedi¨® el premio, "representa, sin duda, la piedra angular del edificio del teatro europeo surgido despu¨¦s de la II Guerra Mundial". El jurado se refiere, obviamente, a la fundaci¨®n, en 1947, del Piccolo Teatro de Mil¨¢n por Paolo Grassi y Giorgio Strehler, el mismo a?o en que se inicia en Francia la descentralizaci¨®n teatral y surge el Festival de Avi?¨®n, y poco antes del nacimiento del Th¨¦?tre National Populaire, de Jean Vilar.
?Precisaba Giorgio Strehler de este premio? Dicen que a nadie le amarga un dulce y m¨¢s si este dulce es de 60.000 ecus (7,6 millones de pesetas), pero lo cierto es que el premio beneficia m¨¢s al jurado que al propio premiado, el cual cuenta ya con el Premio Goethe (de la Fundaci¨®n von Stein, de Hamburgo), el Premio Internacional Pirandello, el Premio Max Reinhardt de Salzburgo, el Premio Simoni de Verona, el Premio Piscator de Nueva York, el Premio internacional de la cr¨ªtica teatral, el Premio de la cr¨ªtica francesa y la Medalla Goethe de la RFA.Giorgio Strehler, Grande Ufficiale e Cavaliere di Gran Croce de la Rep¨²blica Italiana, comendador de la Legi¨®n de Honor y gran oficial de la Orden de las Artes y las Letras de la Rep¨²blica Francesa; Gran Cruz de la Rep¨²blica Federal de Alemania; doctor honoris causa por un mont¨®n de universidades y, en la actualidad senador independiente del PCI es quien en realidad premia a la Fundaci¨®n Taormina Arte y a su jurado aceptando un galard¨®n que nada viene a a?adir de especialmente significativo a las innumerables muestras de reconocimiento que han tributado a su persona y a su obra.
Y cuando digo que en realidad es Giorgio Strehler quien concede el premio, me estoy refiriendo a la satisfacci¨®n que han de sentir la Fundaci¨®n Taormina Arte y su jurado, tan europeo, de poder contar entre sus galardonados al fundador del Th¨¦?tre de l'Europe (Par¨ªs), apoyado por su amigo el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand; al impulsor, desde el Parlamento Europeo (Strehler fue elegido diputado en 1982, en las listas del PSI), de una ley europea para el teatro, y al actual presidente de la Uni¨®n de Teatros de Europa.
El Premio Europa permite congregar en Taormina a una serie de personalidades del teatro europeo, las cuales se han dedicado a elogiar por en¨¦sima vez los m¨¢s de 40 a?os que Strehler lleva dedicados al teatro, en sus m¨²ltiples facetas. Bernard Dort, el gran cr¨ªtico franc¨¦s, ha hablado del concepto que Strehler tiene de la direcci¨®n teatral; Agostino Lombardo, de la Universidad de Roma, lo ha hecho sobre los Shakespeares de Strehler; Guy Dumur, cr¨ªtico de Le Nouvel Observateur, sobre Strehler en Francia; Guido Davico Bonino, de la Universidad de Tur¨ªn, sobre Strehler y la nueva dramaturgia italiana (se refiere, claro est¨¢, al primer Strehler, porque el actual ya no estrena nuevos autores).
Rolf Michaelis, cr¨ªtico del diario Die Zeit, ha tratado el tema de Strehler y la cultura alemana; Paolo Emilio Poesio, director del Teatro Regionale Toscano, se ha ocupado del itinerario chejoviano de Strehler, y Odoardo Bertani, cr¨ªtico de Avvenire, del realismo y la poes¨ªa en los montajes goldonianos de Strehler.
A estas comunicaciones, poco innovadoras y en general un tanto doctorales, hay que sumar los testimonios de los directores Carlo Battistoni, Henning Brockhaus, Enrico D'Amato, Walter Pagliaro y Lamberto Puggelli, y los m¨¢s entra?ables y emotivos de sus viejos y no tan viejos compa?eros: Tino Carraro, Giancarlo Dettori, Turi Ferro, Michael Heltau (que fue el Mackie de La ¨®pera de perra gorda que mont¨® Strehler en Par¨ªs, cuando era director de? Th¨¦?tre de l'Europe), Gianfranco Mauri, Catherine Salviat, Pamela Villoresi, la despampanante Giulia Lazzarini y, c¨®mo no, Ornella Vanoni (Strehler es lo que podr¨ªamos llamar un director -y un hombre- ¨¤ femmes). Adem¨¢s de los actores y actrices mencionados, intervinieron tambi¨¦n el cantante l¨ªrico Claudio Desder¨ª, el m¨²sico Fiorenzo Carpi, el escen¨®grafo Ezio Frigerio (ambos colaboradores habituales de Strehler) y, por ¨²ltimo, la se?ora Nina Vinchi, viuda de Paolo Grassi y secretaria general del Piecolo Teatro. Curiosamente, no estuvieron presentes en el homenaje ni Ch¨¦reau, ni Gr¨¹ber, ni Llu¨ªs Pasqual, que son sin duda los tres disc¨ªpulos m¨¢s famosos del maestro, ni hubo ninguna comunicaci¨®n sobre la relaci¨®n de Strehler con Espa?a y, m¨¢s concretamente, sobre la creaci¨®n del Teatre Lliure (a imagen y semejanza del Piccolo, del que adopta, entre otras cosas, la denominaci¨®n de "teatro p¨²blico", del teatro como "servicio p¨²blico") y la etapa, tan strehleriana, de Llu¨ªs Pasqual al frente del Centro Dram¨¢tico Nacional. Insisto; ninguna comunicaci¨®n sobre Strehler y Espa?a, pese a que el cr¨ªtico Jos¨¦ Monle¨®n formaba parte del jurado como sucesor de Pasqual, que fue miembro de ¨¦l Giorgio Strehler en 1989.
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