La decisi¨®n entre desmantelar o no tardar¨¢ al menos cinco a?os

Las instalaciones de Vandell¨°s seguir¨¢n siendo gestionadas por la empresa propietaria, Hifrensa, al menos cinco a?os m¨¢s. En ese plazo deber¨¢ elaborarse un plan de clausura que establezca si las instalaciones se desmantelan totalmente o parte de la central se mantiene en pie, una vez reducidos al m¨ªnimo los niveles de contaminaci¨®n. Hasta este momento, ninguna central como la de Vandell¨°s 1 ha sido desmantelada en el mundo.Pasado ese plazo de al menos cinco a?os, las instalaciones pasar¨¢n a manos de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), de capital p¨²blico. Dicha empresa, de acuerdo con Hifrensa, es la responsable de elaborar el plan de clausura, que debe ser aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio de Industria.

El cierre de la central de Tarragona ha cogido a contrapi¨¦ a Enresa, seg¨²n reconoci¨® ayer un portavoz de la sociedad estatal, debido a que el vigente plan general de residuos radiactivos, aprobado por el Gobierno en enero de 1989, se?ala literalmente: "No se espera que ning¨²n reactor cese su explotaci¨®n comercial antes del a?o 2000, habida cuenta de la juventud de nuestro parque".

Francia como referencia

La opci¨®n sobre el futuro de las instalaciones se tomar¨¢ muy probablemente en funci¨®n de lo que hagan en Francia con las centrales de grafito-gas, similares a las de Vandell¨°s 1, que han empezado ya a ser cerradas. Esto es al menos lo que opina Luis Guti¨¦rrez Jodra, director gerente del F¨®rum At¨®mico, una sociedad sin ¨¢nimo de lucro creada por las empresas el¨¦ctricas.Una vez cerradas las instalaciones y enviado el combustible nuclear a la planta de reprocesamiento, se deber¨¢ esperar unos a?os hasta que baje el nivel de radiactividad en las zonas contaminadas, especialmente las partes met¨¢licas situadas dentro del caj¨®n de cemento del reactor. (La espera prevista en Francia ser¨¢ de 10 a?os). Luego deber¨¢n extraerse los materiales radiactivos en forma de residuos s¨®lidos, que ser¨¢n tratados seg¨²n su grado de peligrosidad.

"Dependiendo del dinero que se quiera gastar", precisa Guti¨¦rrez Jodra, "se pueden dejar las instalaciones con un fondo radiactivo muy bajo o desmantelar los edificios totalmente". Esta segunda opci¨®n a¨²n no se ha concretado jam¨¢s en una central de este tipo, con mucho hormig¨®n y 500 megavatios de potencia. Las nucleares desmanteladas de mayor potencia son dos japonesas de 200 megavatios. La tercera posibilidad es enterrar las partes contaminadas bajo hormig¨®n, como se hizo en Chernobil.