Aranzadi anuncia hoy en el Parlamento que Industria opta por el cierre de Vandell¨°s 1

, El ministro de Industria y Energ¨ªa, Claudio Aranzadi, expondr¨¢ hoy en el Congreso de los Diputados una serie de conclusiones de su departamento que aconsejan el cierre definitivo de Vandell¨°s 1, la central nuclear que sufri¨® un grave accidente en octubre de 1989. Razones econ¨®micas recomiendan que la central, regentada por el consorcio Hifrensa, se clausure. Industria propone que la energ¨ªa que genera se sustituya por otra procedente de centrales convencionales. Aranzadi ya ha anunciado a los propietarios de Vandell¨°s 1 su decisi¨®n y les ha recomendado que ellos mismos valoren la situaci¨®n y decidan el cierre.

[Fuentes del sector el¨¦ctrico calificaron ayer de "pol¨ªtica" y de "expropiaci¨®n" la decisi¨®n del Ministerio de Industria y Energ¨ªa de cerrar la central nuclear de Vandell¨°s- 1, tras el accidente ocurrido el pasado 19 de octubre, informa Josep Garriga.]La postura de Industria sobre Vandell¨°s 1 era todav¨ªa ayer debatida en el seno del ministerio, cuando se estaba elaborando la intervenci¨®n de hoy de Claudio Aranzadi en el Parlamento. El principal punto de pol¨¦mica se centra en la conveniencia de anunciar de forma rotunda el cierre definitivo o en decir que se aplaza sine die, lo que para los explotadores de la central, agrupados en la empresa Hifrensa, significar¨ªa lo mismo. En cualquier caso, las consecuencias de lo que anuncie Aranzadi, que llevan al cierre inevitable, ser¨¢n rotundas.

En Industria han imperado -principalmente las razones econ¨®micas por encima de otras consideraciones t¨¦cnicas. A ra¨ªz del grave accidente registrado en octubre del pasado a?o en la central, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se?al¨® en un posterior informe que era posible la reapertura de la central, aunque con unas medidas que, tanto desde el punto de vista social como econ¨®mico, extremaban las condiciones. El informe dej¨® suficientemente claro que cumpliendo las condiciones t¨¦cnicas la reapertura era posible. La cuesti¨®n econ¨®mica, sin embargo, es bien distinta. Seg¨²n los estudios del ministerio, el coste de volver a poner en marcha Vandell¨°s 1 se eleva a una cifra entre 40.000 y 45.000 millones de pesetas, que dobla la estimada en principio por Hifrensa.

Esta cantidad, considerada exagerada por fuentes cercanas a la empresa, ya es, de por s¨ª, un impedimento suficiente para frenar el intento de recuperar la central. Adem¨¢s, la cifra se ele var¨ªa a m¨¢s de 70.000 millones de pesetas en el caso de que se confirmaran los temores de sismicidad en el asentamiento de la nuclear, extremo ¨¦ste que no se ha precisado pero que qued¨® reflejado en el informe del CSN como una condici¨®n indispensable para su posible reapertura.

Sustituci¨®n

Tambi¨¦n se tiene en cuenta la posibilidad de sustituir con facilidad la energ¨ªa de Vandell¨°s 1 por la que pueda originarse en otras centrales t¨¦rmicas. La potencia te¨®rica de Vandell¨° 1 es de 500 megawatios pero, seg¨²n expertos consultados, en pleno funcionamiento no ha rebasado nunca los 400, cantidad f¨¢cilmente sustituible por otras fuentes. Tras el cierre de la central, es probable que la energ¨ªa que produce sea sustituida por otra que se origine en la zona minera de Teruel, donde se experimenta con ¨¦xito la producci¨®n t¨¦rmica denominada de lecho fluido.

Otra de las razones, en estecaso m¨¢s t¨¦cnica que econ¨®mica, es la antig¨¹edad de Vandel¨°s 1 considerada de primera generaci¨®n. La central se puso en marcha en 1971 y recibi¨® un permiso de explotaci¨®n definitivo -fue la ¨²nica que lo recibi¨®- hasta el 2003. Sin embargo, tras el accidente del pasado mes de octubre se retir¨® el permiso para una explotaci¨®n tan prolongada. Habitualmente, la vida media de una central nuclear es de 25 a?os. Si el permiso de explotaci¨®n hubiera estado acorde con esta media la central hubiera tenido que cerrarse en 1996.

Por otro lado, en Espa?a ha originado mucha cautela la decisi¨®n de la Administraci¨®n francesa de cerrar sus cuatro centrales nucleares generadas por uranio natural (grafito-gas), del mismo tipo que Vandell¨°s 1, antes de 1992. Dicha postura ha sido un rej¨®n m¨¢s en el ya dudoso futuro de la nuclear catalana.

El Ministerio de Industria, antes de tener que comparecer su titular en el Congreso, ha comunicado la decisi¨®n a los empresarios que participan en Hifrensa: Fuerzas El¨¦ctricas de Catalu?a (Fecsa), con el 29% (el 6% a trav¨¦s de Segre); Hidroel¨¦ctrica de Catalu?a (Hidru?a), controlada por Hidrola, con el 23%; Enher, integrada en el grupo p¨²blico del INI Endesa, con otro 23%, y Electr¨¦cit¨¦ de France (EDF), con otro 23%. El ministro ha intentado -la pasada semana se entrevist¨® con los presidentes- que la propia Hifrensa fuera la que dijera que no era conveniente la reapertura de la planta.

Los presidentes (Feliciano Fuster, ??igo de Oriol y Luis Maga?a) recibieron la noticia con cautela y, a pesar de no levantar polvareda, no se han mostrado predispuestos a anunciar la falta de viabilidad de la nuclear, algo que, por otra parte, han estado defendiendo desde el accidente de octubre. No obstante, siempre consideraron que un coste por encima de los 40.000 millones no hac¨ªa precisamente recomendable la inversi¨®n. Ayer mismo, adem¨¢s, segu¨ªa el contacto directo con la Secretar¨ªa General de la Energ¨ªa para tratar el tema.

Entre otras cuestiones, en el ministerio tambi¨¦n se tuvo que abordar la situaci¨®n de la central de Lem¨®niz. El diario El Sol public¨® ayer que la venta de esta central estaba siendo negociada con el Gobierno rumano. Seg¨²n confirman fuentes empresariales, la relaci¨®n con Ruman¨ªa por parte de Lem¨®niz, central regentada por el Consejo de Intervenci¨®n de Lem¨®niz, se limita a la que ha mantenido la sociedad espa?ola Energrup con responsables del Programa Nuclear Rumano para la venta de v¨¢lvulas y electrodos, cuyo valor ascender¨ªa a unos 100 millones de pesetas.