Di¨¢logo de sordos sobre Alemania

URSS y EE UU mantienen un di¨¢logo de sordos sobre el futuro de Alemania, porque Washington tiene un enfoque de corto alcance. Sin embargo, en la madrugada de hoy, hora peninsular espa?ola, Gorbachov sugiri¨® progresos en el tema al afirmar que "algo ha surgido" en el asunto de la unificaci¨®n de Alemania. En realidad, la URSS puede perfectamente aceptar la presencia de Alemania en la OTAN si, recibe garant¨ªas de que tambi¨¦n formar¨¢ parte, en un proceso a negociar, de una estructura de seguridad occidental que hoy se llama OTAN y que en el futuro podr¨ªa tener otro nombre.

Se trata de una estructura que podr¨ªa utilizar partes del tejido de organizaciones ya existentes, como la CSCE, la OTAN y la CE, y combinarlas con nuevas urdimbres. ?ste es el an¨¢lisis que observadores de la realidad sovi¨¦tica infieren de las exposiciones realizadas por distintos representantes de la pol¨ªtica exterior de la URSS, que encajan con sonrisas y sin rechazos preguntas del tipo: ?podr¨ªa la URSS integrarse en la OTAN? Por supuesto que no se trata de la OTAN tal como existe hoy, una organizaci¨®n cuya existencia se basa en la "amenaza sovi¨¦tica", sino de un nuevo sistema de seguridad en Europa que supere la divisi¨®n de la guerra fr¨ªa.La URS S de hoy, una superpotencia en declive que est¨¢ perdiendo sus aliados y se dispone a vivir una ¨¦poca de privaciones a¨²n mayores que las de hoy, ya no es un enemigo, pero tampoco un aliado. ?Quiere Occidente a la URSS como aliado?, y ?en qu¨¦ condiciones? Estas son las preguntas de fondo que Gorbachov formula en Washington al presidente Bush. Si la respuesta a la primera es positiva y las condiciones de la segunda son factibles, la cuesti¨®n de la pertenencia de Alemania unida a la OTAN es redundante y trivial.

"El dilema no est¨¢ en la pertenencia o no de Alemania a la OTAN. Lo que los sovi¨¦ticos quieren de Washington son garant¨ªas de que no van a quedarse aislados en la periferia de Europa, garant¨ªas de que Europa no va a construirse sin ellos", afirmaba un diplom¨¢tico norteamericano con amplia experiencia en asuntos sovi¨¦ticos. El diplom¨¢tico consideraba que la Casa Blanca "no comprende" la posici¨®n de la URS S y puede sucumbir a la tentaci¨®n de sacar partido f¨¢cil de las dificultades de este pa¨ªs. La Casa Blanca tiene miedo de que el papel norteamericano en Europa se debilite.

Un peligro

"Estamos ante una cuesti¨®n moral y tambi¨¦n ante un planteamiento m¨¢s profundo de la seguridad, ya que una Uni¨®n Sovi¨¦tica aislada, resentida y humillada es un peligro enorme para Occidente", advert¨ªa el diplom¨¢tico, quien trazaba una analog¨ªa entre una URSS marginada y la Alemania surgida del Tratado de Versalles al fin de la Primera Guerra Mundial.

La posici¨®n norteamericana, seg¨²n la cu¨¢l una Alemania unida debe ser parte de la OTAN, "demuestra incapacidad para moderar una actitud que parec¨ªa razonable en la guerra fr¨ªa pero que se ha hecho anacr¨®nica al aplicarse al hombre que es el principal responsable de la destrucci¨®n del muro de Berl¨ªn", escrib¨ªa el intelectual de origen sovi¨¦tico Valeri Chalidze en el diario The Washington Post. Chalidze, uno de los fundadores del Grupo de Derechos Humanos en Mosc¨² y un buen amigo de Andrei Sajarov, les dec¨ªa a los norteamericanos en The Washington Post que la insistencia en una Alemania unida en la OTAN no hace m¨¢sque acorralar a Gorbachov. "?Acaso los forjadores de la pol¨ªtica estadounidense han olvidado cu¨¢nta sangre rusa y de Europa del Este se derram¨® para luchar contra Alemania en la Segunda Guerra Mundial?", se preguntaba Chalidze.

"El Soviet Supremo no puede aprobar una Alemania unida en la OTAN", manifestaba Valentin Falin, jefe del Departamento de Internacional de? Comit¨¦ Central del PCUS y antiguo embajador en la Rep¨²blica Federal de Alemania. Falin es de los que no rechaza la pregunta sobre un mecanismo de seguridad que supusiera la entrada de la URSS y los pa¨ªses del Pacto de Varsovia en la OTAN. "Esto ser¨ªa una construcci¨®n totalmente diferente la construcci¨®n de una estructura paneuropea sobre la base d una organizaci¨®n militar ya existente. Si se reconoce que alguna estructura de las que ya existen sirve para esto, entonces la idea se puede examinar" se?alaba Falin. "Nuestro punto de partida es que Europa tien que contar con un sistema general de seguridad. Hoy tenemos la posibilidad de superar la divisi¨®n europea superando la divisi¨®n de Alemania", sentenciaba. En abril, un sondeo del semanario Argumenti i Fakti en la URSS, revelaba que un 60% de los encuestados estaba a favor de una Alemania unida y un 40% era favorable a la retirada de las tropas sovi¨¦ticas.