Ruptura entre las ¨¦lites del movimiento Solidaridad ante las presidenciales
Los recientes intentos de Lech Walesa de eliminar del juego pol¨ªtico a aquellos l¨ªderes de Solidaridad que no hayan apoyado su campa?a para presidente de Polonia han pasado de ser un soterrado conflicto a convertirse en una batalla abierta entre las ¨¦lites del movimiento.
La decisi¨®n de Walesa de cesar al famoso opositor al r¨¦gimen comunista Adam Michnik, como director del diario Gaceta Wyboreza, af¨ªn a Solidaridad, desobedecida por ¨¦ste, ha desatado una verdadera tormenta pol¨ªtica dentro del movimiento de Solidaridad. El conflicto, que no afecta, por el momento, al propio sindicato, se centra en torno al control de los comit¨¦s c¨ªvicos de Solidaridad, que constituyen sus estructuras pol¨ªticas y electorales.La tensi¨®n entre las mencionadas agrupaciones llev¨® a Michnik no s¨®lo a negarse a dimitir del cargo del diario, tal como se lo hab¨ªa solicitado Walesa sino a oponerse p¨²blicamente al l¨ªder de Solidaridad y hasta condicionar, con una ir¨®nica amargura, su apoyo a la campa?a presidencial de Walesa a que ¨¦ste "fuera un presidente de una Rep¨²blica democr¨¢tica y no un monarca de un imperio poscomunista".
En esta situaci¨®n conflictiva cobraron especial inter¨¦s los resultados de un estudio del Centro Gubernamental de Demoscopia, hechos p¨²blicos ayer, conforme con los cuales en el caso de una contienda pol¨ªtica entre Mazowiecki y Walesa, el 37% de los encuestados se pondr¨ªa del lado del primer ministro y s¨®lo un 11,3% apoyar¨ªa a Lech Walesa.
Los principales bandos del actual conflicto son, por un lado, los actuales defensores de Walesa de Gdansk, de orientaci¨®n centro-derechista, y, por otro lado, el grupo ele antiguos consejeros del l¨ªder de Solidaridad, que actualmente ocupan altos cargos en el Parlamento y en el Gobierno, y que representan a la denominada izquierda laica, o bien, como es el caso del primer ministro Mazowiecki, a lo que se llama en Polonia la izquierda cat¨®lica.
La aut¨¦ntica divisi¨®n entre astas dos agrupaciones, no obstante, lejos de tener aut¨¦nticos motivos ideol¨®gicos, consiste en que el s¨¦quito de Walesa en Gdansk, en el que tienen la voz cantante los hermanos Jaroslaw y Lech Kaczynski, desean acelerar la transici¨®n polaca con objeto de obligar al presidente de Polonia, el ex comunista Wojciech Jaruzelski, a dimitir de su cargo para colocar en ¨¦l a Walesa este a?o.
La informal agrupaci¨®n de los varsovianos (del nombre de la capital polaca), encabezados por el jefe del Grupo Parlamentario de Solidaridad Bronislaw Geremek, trata de aplazar los ineludibles cambios pol¨ªticos para cuando Polonia consiga estabilizarse econ¨®micamente y proponen como fecha de elecciones parlamentar¨ªas y presidenciales la primavera de 1991, lo que Walesa considera una traici¨®n.
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