Dieuzaide: "La fotograf¨ªa puede captar detalles de la piel y del alma"
El fot¨®grafo franc¨¦s expone en Valencia una muestra sobre la Espa?a de los cincuenta
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"La fotograf¨ªa es la ¨²nica disciplina art¨ªstica que puede captar todos los detalles: la carne de gallina de una piel pero tambi¨¦n del alma". A sus 69 a?os, el franc¨¦s Jean Dieuzaide, uno de los hist¨®ricos de la fotograf¨ªa europea, conserva la vitalidad, la pasi¨®n y el cari?o por su trabajo que lo han llevado a ocupar un lugar entre los mejores. Obsesionado por la luz y por la labor artesanal, por el contacto humano y el testimonio social, Dieuzaide expone en Valencia una muestra del reportaje que realiz¨® en la Espa?a de los a?os cincuenta.
Con una c¨¢mara Leica colgada del cuello y atento siempre a la mirada y a los movimientos de sus interlocutores, Jean Dieuzaide explica sin m¨¢s pre¨¢mbulos: "Lo que m¨¢s me gusta es la vida, la belleza humana, me interesa la gente que hace las cosas con afici¨®n, con delicadeza, con amor. La fotograf¨ªa no debe hacer trampas, no puede falsear la realidad". Animado de este esp¨ªritu, este gasc¨®n, que notaba la presencia de Espa?a "a trav¨¦s del viento de los Pirineos", seg¨²n sus palabras, viaj¨® a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica a comienzos de los a?os cincuenta. Por encargo de una editorial, Dieuzaide realiz¨® un magistral reportaje sobre los paisajes y las gentes de Espa?a y de Portugal en aquella ¨¦poca.Una selecci¨®n de aquel trabajo se expone desde la pasada semana en la sala Parpall¨®, de la Diputaci¨®n de Valencia, en la primera ocasi¨®n en la que se puede contemplar en Espa?a la producci¨®n de este fot¨®grafo, Dieuzaide remarca, una y otra vez, que trat¨® de huir del exotismo, de esa imagen de charanga y pandereta, que cautiv¨® a tantos artistas extranjeros en aquella d¨¦cada de una Espa?a miserable y negra.
Rechazo del exotismo
"Rechazo el exotismo", comenta, .porque apuesto por la dignidad de la persona. La simbiosis del hombre con su lugar, con su paisaje, su clima, sus costumbres... Cuando se viaja a otro pa¨ªs, lo que m¨¢s sorprende son las cosas diferentes y especiales. En ello se ha de fijar un fot¨®grafo, pero Con respeto y buscando la autenticidad". La sencillez y la gentileza aparecen como los rasgos m¨¢s destacados que Dietizaide recuerda de aquellos campesinos, pescadores, tenderos, monjas o artesanos de un pa¨ªs anclado todav¨ªa en una sociedad rural.Procedente de una familia de agricultores, el fot¨®grafo franc¨¦s supo ganarse la confianza de las gentes que retrat¨®. Dieuzaide se?ala sin titubear: "Nunca fotograf¨ªo a nadie sin charlar antes con ¨¦l, sin contarle mis prop¨®sitos. Quiero que la gente me mire cuando disparo la c¨¢mara". Niega con vehemencia que los modelos pierdan espontaneidad al ser advertidos de una foto. "Lo que ocurre", matiza, "es que muchos fot¨®grafos se han vuelto agresivos, tratan de conseguir una imagen a cualquier precio. La gente pierde, a veces, la espontaneidad porque algunos compa?eros no han sido honestos".
Estudioso y amante de la luz, "porque sirve para focalizar el inter¨¦s de un fot¨®grafo", Dieuzaide positiva siempre sus im¨¢genes y obtiene sus copias. En su opini¨®n, hacer fotos equivale a escribir con la luz y, por ello, entiende su trabajo de un modo completo y perfeccionista. Dietizaide ha practicado todo tipo de fotograf¨ªa, desde la period¨ªstica a la industrial, de la art¨ªstica a la publicitaria. Vive en Toulouse, donde dirige desde 1974 la galer¨ªa municipal de fotograf¨ªa Chateau d'Eau y comenta con sorna: "Para sobrevivir en esta profesi¨®n y fuera de Par¨ªs, hay que hacer de todo".
Defensor desde hace a?os de los derechos profesionales y laborales de los fot¨®grafos, reconoce ciertos avances en el respeto hacia esta disciplina art¨ªstica, pero apostilla con seriedad: "Cuando un redactor acude a una entrevista, el secretario de turno anuncia que ha llegado el se?or periodista, con un fot¨®grafo. El fot¨®grafo nunca es tratado como un se?or".
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