Ingrao se acerca a Occhetto en la refundaci¨®n del PCI
La posici¨®n de Pietro Ingrao, el l¨ªder hist¨®rico del viejo Partido Comunista Italiano (PCI), se va ablandando, aunque a¨²n en clave de desaf¨ªo pol¨ªtico. Ingrao era hasta ahora exponente del no rotundo a la revoluci¨®n del secretario general, Achille Occhetto, que se ha lanzado a la arriesgada decisi¨®n de dar vida a la formaci¨®n de una nueva fuerza pol¨ªtica nacida de las cenizas del gran partido de Grainsci, Togliatti y Berlinguer.Ha sido este ablandamiento de Ingrao la nota de mayor relieve pol¨ªtico en la aventura occhettiana, como comentaban ayer todos los observadores del pa¨ªs. Y ello porque era evidente desde el principio que sin Ingrao dif¨ªcilmente el PCI podr¨ªa emprender una refundaci¨®n radical.
Ingrao, desde la importante tribuna de la conferencia organizada por su grupo del no en Aricia, constat¨® el domingo que acababa de tener lugar "un hecho pol¨ªtico importante" al que no se pod¨ªan hacer o¨ªdos sordos. Y se refer¨ªa al hecho de la presencia del propio Occhetto en la asamblea de sus antagonistas de partido, as¨ª como al hecho de que el n¨²mero dos del partido y brazo derecho del secretario, Massimo d'Alema, de quien se habla ya para el futuro c¨®mo delf¨ªn de Occhetto, confes¨® ante sus adversarios que a pesar de que la aventura del proceso constituyente sigue en pie -para lo cual se est¨¢n organizando ya comit¨¦s en toda Italia, incluso con gente de fuera del partido-, la nave se ha encallado en el escollo de la falta de un centro del partido formado por cuantos del campo del s¨ª y del no quieren crear una "nueva fuerza de izquierdas de oposici¨®n para abrir horizontes de alternativa y de gobierno".
En el fondo, el n¨²mero dos del PCI reconoc¨ªa que sin Ingrao o, peor a¨²n, con Ingrao a la cabeza de un nuevo partido comunista, el proceso abierto por Occhetto podr¨ªa quedarse anclado.
Ingrao, que goza a¨²n de gran prestigio tanto en el mundo ¨ªntelectual como en la base traba adora, recogi¨® el guante del desaf¨ªo, y aun a costa de dividir ahora a sus huestes del no, ha venido a decir que ¨¦l est¨¢ dispuesto a participar en la creaci¨®n de dicho centro, con la condici¨®n de que tambi¨¦n Occhetto se acerque a las razones defendidas por el no, que fundamentalmente se resumen en una sola: que el secretario quite esperanzas a los conservadores filosocialistas del s¨ª de convertir el proceso constituyente en una puerta a una simple unidad socialista con Craxi y al proyecto de ¨¦ste de ir hacia una nueva Rep¨²blica pres¨ªdencialista.
Ingrao estar¨ªa dispuesto a colaborar en el nuevo proceso de refundaci¨®n, renunciando incluso a su prejuicio inicial sobre el cambio de nombre del partido, si se llega a un acuerdo sobre la nueva l¨ªnea program¨¢tica.
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