El brasile?o Careca anuncia que celebrar¨¢ sus goles con un baile

Careca, el autor de los dos goles de Brasil, ha decidido celebrar sus goles con un baile junto al bander¨ªn de c¨®rner. Cuando marca, Careca sale disparado hacia el rinc¨®n, levanta los brazos incitando a sus seguidores y comienza a mover los pies y las caderas. Careca quiere poner de moda la lambada en Italia, y ha desarrollado toda una teor¨ªa sobre el tema: "Brasil ya no juega al ritmo de la samba, ahora lo hace al de la lambada. Por eso mi danza del gol tiene un significado. No tengo una mujer con la que bailar, pero me desahogo como puedo, con el bander¨ªn. Es el gol er¨®tico".

Careca ha recibido los elogios de Butrague?o, del t¨¦cnico del Inter, Giovanni Trapa¨ªtoni, y de la mayor¨ªa de los seleccionados italianos, que consideran que est¨¢ "en una forma explosiva". En Brasil, es el ¨²nico que se salva de las cr¨ªticas al sistema del t¨¦cnico Lazaroni, y el ¨²nico al que se le compara con las hist¨®ricas estrellas del f¨²tbol brasile?o.Entusiasmados

Sus propios compa?eros est¨¢n entusiasmados con ¨¦l: "Va a ser el mejor delantero del Mundial", dice Alem¨¢o. "Es una maravilla verle jugar desde el borde del c¨¦sped", apunta el propio Lazaroni. Jugador del N¨¢poles en la Liga italiana, compa?ero por tanto de Maradona, Careca ha competido sin fortuna con el holand¨¦s Van Basten por el t¨ªtulo de goleador; este a?o, termin¨®. segundo, pero ahora su aspiraci¨®n es triunfar en el Mundial.

Seg¨²n Careca, al nuevo Brasil de Lazaroni hay que entenderlo. "Jugamos como la lambada. Nos acercamos al contrario poco a poco, y, cuando tomamos confianza, lo apretamos fuertemente contra nosotros para derribarlo. La lambada es un baile terrible, y, desde luego, yo no dejar¨ªa que mi mujer lo bailase con alguien que no fuese yo".

Tras el estreno triunfal ante Suecia, Careca llam¨® a su padre, un ex jugador del Santos, aquel club en el que milit¨® Pel¨¦. Cuando esperaba una felicitaci¨®n, Careca se encontr¨® con una bronca: "?C¨®mo pudiste fallar ese tercer gol?", le dijo su padre. "Tendr¨ªas que haber golpeado el bal¨®n sin efecto". 'Ya v¨¦is qu¨¦ padre tengo", coment¨® el jugador.