Warren Beatty quiere que la pel¨ªcula 'Dick Tracy' sea un ¨¦xito comparable al de 'Batman'
El actor norteamericano produce, dirige y protagoniza una historieta de buenos y malos
El amarillo define a Dick Tracy, detective creado en 1931 por el dibujante Chester Gould, sobre el que se basa la pel¨ªcula producida, dirigida y protagonizada por Warren Beatty, que aspira a recuperar el estilo y la moda de los a?os treinta y a convertirse en el ¨¦xito cinematogr¨¢fico de la temporada -en Espa?a se estrenar¨¢ en septiembre-. Para lograrlo, el equipo de rodaje suma 68 candidaturas a los oscar, Madonna aporta su irresistible magnetismo y canta, y Vittorio Storaro ilumina en siete colores. Dick Tracy se lanz¨® el pasado jueves, con su estreno en Orlando (Florida, Estados Unidos), tras los pasos de Batman, dispuesto a transmutar en oro su elegante abrigo amarillo.
El estreno consisti¨® en una fiesta que sigui¨® a la proyecci¨®n, organizada por la compa?¨ªa Walt Disney (a quien pertenece el filme), en los estudios MGM, en el gigantesco complejo que la empresa posee en Florida. La Disney aprovech¨® tambi¨¦n para presentar las tiendas Dick Tracy. Han expedido m¨¢s de 100 licencias por los derechos de la imagen del detective, sus amigos y sus enemigos, sobre pegatinas, toallas, lapiceros, ropa de vestir y cualquier otro soporte que ayude a crear un fen¨®meno, similar a la batman¨ªa, pero con m¨¢s colores.Asistieron al estreno Warren Beatty y su amigo Dustin Hoffman, que interpreta un papel secundario. Falt¨® Madonna. Un virus, que est¨¢ entorpeciendo su gira, impidi¨® que la rubia platino acompa?ase a Beatty, acentuado su perpetuo aspecto de bachiller, a los 52 anos, por la inquietud que expone presentar una pel¨ªcula de 3.000 millones de pesetas cuando la anterior que produjo e interpret¨®, Ishtar (1987), fue un completo fracaso. Los fans se quedaron sin poder contemplar en vivo el noviazgo entre el actor y la reina del pop del que hablan los peri¨®dicos.
Madonna interpreta a Breathless (Sin Aliento) Mahoney, una cantante vampiresa que trata de conseguir con sus curvas que el h¨¦roe abandone el camino recto, personificado en Tess Trueheart (Coraz¨®n Verdadero), prometida del detective.
Este tri¨¢ngulo es una de las tres historias que vive Dick Tracy. Las otras son su relaci¨®n paternofilial con un hospiciano de nueve a?os, The Kid (El Chico), que le admira y trata de seguirle, y la lucha que Tracy mantiene contra el crimen organizado y, en especial, contra el g¨¢nster Big Boy (Gran Muchacho) y sus mafiosos colaboradores, entre ellos Prune Face (Cara de Ciruela Pasa) o Rodent (Roedor). Como fondo, una ciudad parecida al Chicago que sigui¨® a la gran depresi¨®n.
Lo que le result¨® atractivo a Warren Beatty del detective y de su mundo fue la posibilidad de establecer una dimensi¨®n nueva "a las l¨ªneas divisorias entre el bien y el mal; el amor y la tentaci¨®n; el amor y el deber; el amor y el honor, y las obligaciones personales y sociales. Todo esto se encontraba all¨ª".
Los primeros comentarios cr¨ªticos a la pel¨ªcula coinciden en valorar los sorprendentes aspectos sonoros y visuales.
Esos atractivos aspectos sonoros y de imagen han sido desarrollados por profesionales de prestigio. Una escena: Madonna interpretando canciones compuestas por Stephen Soudhelm (Follies, Into the woods), en decorados del dise?ador de producci¨®n Richard Sylbert (Cotton Club), fotografiada por Vittorio Storaro (Apocalypse Now, El ¨²ltimo tango en Par¨ªs) y vestida por Milena Canonero (Barry Lyndon, Carros de fuego).
Para que se convierta en la pel¨ªcula del verano en Estados Unidos, y del oto?o en Europa, no s¨®lo participa el departamento publicitario de la Disney, sino tambi¨¦n un Beatty ansioso por conectar con un sector del p¨²blico joven y reconciliarse con el maduro. Desde El cielo puede esperar, hace 12 a?os, el actor no ha obtenido ¨¦xito entre un p¨²blico heterog¨¦neo.
Con Dick Tracy, los ejecutivos de la Disney tem¨ªan que el presupuesto se disparase, como en Rojos. No fue as¨ª, pese a que, por ejemplo, un plano de Madona quit¨¢ndose la chaqueta se rod¨® 25 veces.
Babelia
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