Vicini antepuso la clase al m¨²sculo

No fue el gol de Maradona en M¨¦xico, pero la hip¨¦rbole italiana crear¨¢ una leyenda del tanto de Baggio frente a Checoslovaquia. El pr¨ªncipe del pie de oro tom¨® un bal¨®n en el centro del campo, pas¨® r¨¢pido a Giannini y se fue. Giannini devolvi¨®. Fint¨® a la derecha Baggio para salvar a Hasek y, a toda m¨¢quina, se fue mano a mano contra Kadnek, que tampoco aguant¨® la gambetta, larga, a la derecha, del italiano. Quedaba el guardameta y esta vez Baggio no se atasc¨® como acostrumbra. Con el portero encima, elev¨® la pelota y la coloc¨® en la red. El estadio tembl¨®.El gol de Baggio se sumaba al de Schillaci. Dos intervenciones decisivas que aclaraban la lectura final del partido: Vicini cambi¨® el m¨²sculo por la clase y encontr¨® un equipo m¨¢s vers¨¢til, r¨¢pido y sorpresivo. Las buena noticias continuaron porque esa variaci¨®n en la escala musical de Italia no disminuy¨® un gramo su determinaci¨®n en el campo. Y cuando necesit¨® alguna colaboraci¨®n, encontr¨® la ayuda del ¨¢rbitro Quiniou, que interpret¨® como fuera de juego un cabezazo de Griga con tres defensores italianos entre el delantero checo y la porter¨ªa. Pol¨ªtica y no rigor es lo que abunda entre los ¨¢rbitros.

Para el f¨²tbol tambi¨¦n qued¨® un mensaje n¨ªtido. Este Mundial, maniatado en gran medida por los t¨¦cnicos, necesitaba una explosi¨®n como la de Baggio, algo que cantara al mundo la superioridad del talento futbol¨ªstico por encima de todas las pizarras. Los astros hab¨ªan obrado hasta ahora como los funcionarios del juego que quieren los t¨¦cnicos. El gol de Baggio levant¨® la bandera de la personalidad y la magia. Nadie debe dudar que los t¨ªtulos los ganan los grandes futbolistas.

La apuesta de Vicini era de gran altura. Carnevale y el intocable Vialli quedaban apartados en beneficio de dos jugadores requeridos por toda Italia, pero todav¨ªa sospechosos para su entrenador. La confirmaci¨®n de Schillaci y Baggio ante Checoslovaquia va a crear al t¨¦cnico un problema de superbundancia, una preocupaci¨®n justamente cuando a estas alturas ning¨²n entrenador quiere quebraderos, aunque sean de esta categor¨ªa feliz.

El ensayo fue espl¨¦ndido para Italia. El equipo ofreci¨® innumerables alternativas en su juego, frente a la imagen predecible, aunque potente, que hab¨ªa mostrado en sus dos primeros partidos. El ataque italiano fue espectacular en varios momentos, aunque la primera pieza fuese cobrada tras una defectuosa volea de Giannini.