El anuncio de Montagnier
El norteamericano Robert Gallo, codescubridor del virus del sida con el franc¨¦s Luc Montagnier, no participa en la VI Conferencia Internacional sobre el Sida de San Francisco, a pesar de ser esperado. Montagnier si lo ha hecho, para confirmar p¨²blicamente el descubrimiento de unos microorganismos, denominados mycoplasmas, en la sangre de los enfermos de Sida, que multiplican el efecto mort¨ªfero del VIH, tal y como adelant¨® en una entrevista concedida a este diario (ver EL PA?S del 12 de mayo).Las investigaciones realizadas por el equipo del Instituto Pasteur de Paris permiten pensar que, en algunos casos, el uso de antibi¨®ticos contra estos microorganismos puede mejorar el estado de los enfermos. El cient¨ªfico galo explic¨® que su equipo descubri¨® este microbio en los an¨¢lisis de sangre inmediatos a la extracci¨®n en 16 de 37 enfermos de sida. El paso siguiente fue someter a tratamiento de antibi¨®ticos a estos pacientes, obteniendo aumento de peso y descenso de la fiebre en una tercera parte de los mismos.
Tratamiento de antibi¨®ticos
Para el vir¨®logo espa?ol Rafael N¨¢jera, presente en San Francisco como miembro de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), esos trabajos, "abren la posibilidad de que se determine un nuevo mecanismo patog¨¦nico del VIH. Si esto es as¨ª, se podr¨¢n usar drogas convencionales para evitar la muerte de las c¨¦lulas infectadas por el virus, ya que los micoplasmas son sensibles a la acci¨®n de f¨¢rmacos conocidos y utilizados desde hace muchos a?os".Especial atenci¨®n acapar¨® la ponencia presentada por Margaret Fischl, de la universidad de Miami, quien expuso los resultados del estudio realizado para evaluar los efectos del AZT en seropositivos asintom¨¢ticos.
La conclusi¨®n m¨¢s importante de ese trabajo es que "cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores son los beneficios para las personas infectadas por el VIH y menores los efectos t¨®xicos del f¨¢rmaco", seg¨²n Margaret Fischl. Esta opini¨®n no es compartida por todos los cient¨ªficos, entre ellos, por Montagnier, a causa de los potentes efectos adversos del medicamento.
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