Antonio Escohotado: "La droga es una obra de cultura"
Ha publicado el 'Libro de los venenos', un vadem¨¦cum de f¨¢rmacos
Antonio Escohotado, profesor de filosof¨ªa nacido en Madrid hace 49 a?os, es, antes que nada y en propia definici¨®n, "un hombre que quiere saber por experiencia propia lo que significa atravesar la ¨²ltima mitad del siglo XX sin cerrar los ojos". La opci¨®n por la experiencia le ha costado, entre otras cosas, tres detenciones relacionadas con la droga y renunciar "al dinero, a la posici¨®n social y a la apariencia". "La droga es una obra de cultura", afirma, y "su conocimiento me parece positivo".
El Libro de los venenos, editado por Mondadori, es un peque?o vadem¨¦cum personal, hist¨®rico y cient¨ªfico de aquellas sustancias com¨²mente denominadas drogas y que Escohotado, al referirse a las elaboradas sint¨¦ticamente (hero¨ªna, coca¨ªna, LSD, morfina, etc¨¦tera), denomina con m¨¢s precisi¨®n f¨¢rmacos. Adem¨¢s de contar sucintamente la biograf¨ªa qu¨ªmica, de la sustancia -es autor de una extensa historia general de las drogas- el libro cuenta su experiencia con cada una de ellas. "La experiencia personal es lo importante; la lecci¨®n que la experiencia deposita en tu alma. Es algo que est¨¢ generalmente relacionado con los l¨ªmites y es especialmente indicado para deshacer ante tus ojos toda clase de farsas, de farsas propias o heredadas".Escohotado es partidario de liberalizar el consumo de las drogas. "La raz¨®n ¨²ltima de la legislaci¨®n actual sobre drogas es el miedo, el miedo social, que es una suma de miedos individuales. Es la condici¨®n social de que si abren las puertas de tu cerebro va a salir un loco dando voces, cuando la realidad es la inversa, es decir, estamos soberanamente locos y s¨®lo autorizarnos unas drogas que nos mantienen en el mismo estado".
Escohotado se refiere a la est¨¦tica de las drogas. "Nunca he sentido simpat¨ªa por la est¨¦tica de las drogas, me refiero a la est¨¦tica social del yonqui o marginado, porque otro tipo de est¨¦tica nadie podr¨¢ negarla a no ser que se niegue parte del arte y la literatura del siglo. La droga es una cuesti¨®n de conocimiento, y la difusi¨®n de sus propiedades y peligros, tambi¨¦n la denuncia de su mitolog¨ªa, me parece positiva".
La idea de la droga como conocimiento es una constante en su conversaci¨®n. "El mundo de las drogas, de los distintos f¨¢rmacos tiene un gran parecido al de las escuelas literarias o pict¨®ricas. La droga es una obra de cultura, un desaf¨ªo para el hombre y su autoconocimiento. Es un absurdo que aquel que no se mete a desecar su pantano interior condene a quien es capaz de hacerlo".
Su amistad con Albert Hoffmann, el qu¨ªmico suizo que descubri¨® el LSD casualmente mientras investigaba sobre unos hongos, le lleva a rememorar sus primeras experiencias con esta droga, "de excursi¨®n ps¨ªquica", como ¨¦l las califica. "Fue en Ibiza, una Ibiza libre de turistas a¨²n en la que durante unos a?os se consumi¨® abundantemente LSD. No he conocido ni entonces ni despu¨¦s ning¨²n caso de suicidio o agresi¨®n causado por esta sustancia. No, no lo he conocido. Sin embargo, nadie negar¨¢ que durante tres d¨ªas en el festival de Woodstock convivieron casi tres millones de personas con el LSD y no hubo ning¨²n problema".
La que Escohotado califica "la otra revoluci¨®n" le parece imparable. "Hay que tener en cuenta que upa dosis activa de LSD cuesta realmente 60 c¨¦ntimos y es invisible para el ojo humano, es decir, puede circular en cualquier parte". A ello se une su condici¨®n de que "asistimos a la prehistoria de las drogas. Han de descubrirse otras much¨ªsimo mejores". El mundo, en su opini¨®n, "no deber¨ªa olvidar que las drogas nacieron y se usan para defender la condici¨®n humana". "Creo", afirma, "en los para¨ªsos perdidos, pero no en los prohibidos. En todo caso, no consiento que me los prohiban".
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