Mazowiecki propone a Walesa dialogar sobre el futuro pol¨ªtico de Polonia

El l¨ªder sindical de Polonia, Lech Walesa, logr¨® ayer desvirtuar los planes del primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, de consolidar su posici¨®n mediante la federaci¨®n de los comit¨¦s c¨ªvicos de Solidaridad. El jefe del Gobierno polaco, debilitado por los ataques del propio Walesa y el creciente malestar social, deseaba convertir estos comit¨¦s en la "base pol¨ªtica" de su mandato. A la vista del fracaso, Mazowiecki pretende negociar con Walesa.

El primer ministro propuso ayer al l¨ªder sindical celebrar una entrevista esta misma se mana para "conversar sobre qu¨¦ es lo que hay que hacer para que los contenciosos existentes no destruyan el bien de Polonia y el acervo de Solidaridad".En la reuni¨®n entre los dos dirigentes, cuya fecha se desco noc¨ªa ayer, Mazowiecki querr¨¢ probablemente negociar el modo y el calendario para que Walesa acceda a la jefatura del Estado, ocupada por el ex comunista general Wojciech Jaruzelski. Hasta ahora, el jefe del Ejecutivo se hab¨ªa opuesto a las pretensiones de Walesa de hacerse con la presidencia de Polonia, principal motivo de la ruptura entre ambos pol¨ªticos.

Jaruzelski dio a entender en varias ocasiones que para su eventual dimisi¨®n podr¨ªa ser decisiva la opini¨®n del primer ministro. La oferta de Walesa de una presidencia negociada es para Mazowiecki la ¨²ltima oportunidad para atraer al l¨ªder de Solidaridad al grupo de sus antiguos consejeros.

De fallar este intento, Walesa permanecer¨¢ bajo la influencia de sus actuales asesores -de orientaci¨®n nacional-cat¨®lica- quienes abogan por la radicalizaci¨®n de la transici¨®n polaca y utilizan al l¨ªder sindical para desestabilizar la situaci¨®n pol¨ªtica.

Walesa demostr¨® una vez m¨¢s el pasado s¨¢bado su destreza pol¨ªtica al organizar una asamblea nacional de los comit¨¦s c¨ªvicos, justo en la v¨ªspera de otra reuni¨®n de ¨¦stos. Cabe recordar que fueron precisamente estos comit¨¦s los que arrasaron en las elecciones legislativas del pasado a?o.

La idea de la federaci¨®n fue apoyada por Mazowiecki, que el pasado 17 de junio lleg¨® a pedir que constituyeran "una base pol¨ªtica" de su Gobierno.

Rechazo

Hace dos semanas, su petici¨®n parec¨ªa haber sido acogida con entusiasmo por representantes de los comit¨¦s. Sin embargo, el pasado s¨¢bado, y en presencia de Lech Walesa, un 70% de los delegados se pronunci¨® abiertamente contra la federaci¨®n. De esta manera, el control sobre los comit¨¦s lo seguir¨¢ ejerciendo un secretariado dirigido por personas de confianza de Walesa. El fracaso de Mazowiecki en la pugna por los comit¨¦s c¨ªvicos viene a sumarse a muchos otros y graves apuros en que se encuentra el Ejecutivo polaco, que se enfrenta con las cada vez m¨¢s fuertes protestas sociales por el coste del reajuste econ¨®mico.

Desde la dram¨¢tica huelga de los ferroviarios, hace escasas semanas, los agricultores reclaman un sistema de precios m¨ªnimos garantizados para sus productos y amenazan con una huelga general en el campo.

Hoy entran en vigor nuevas subidas de precios de electricidad (80%), gas (100%) y tel¨¦fonos. Se liberaliza adem¨¢s el precio del principal combustible, el carb¨®n, y se anuncian dr¨¢sticas subidas de alquileres para el pr¨®ximo oto?o. Todas estas medidas, necesarias seg¨²n el Gobierno para equilibrar el mercado, pueden romper la ya muy tensa cuerda de la paciencia social.