El bajonazo de la tarde
JOAQUIN VIDAL Morenito de Maracay cobr¨® el bajonazo de la tarde y se llev¨®, de paso, la oreja de la tarde. El bajonazo que cobr¨® y la oreja que se llev¨® fueron en el toro de la tarde, tambi¨¦n, que era el cuarto. Y se qued¨® tan ancho, el se?or Morenito, con su bajonazo y con su oreja. Un ¨¦xito que se apunta, para los anales. Pues eso de los bajonazos no lo mencionan las estad¨ªsticas, mientras las orejas s¨ª, y ahora mismo podr¨¢ ir presumiendo por ah¨ª de que ha obtenido un ¨¦xito en Pamplona. C¨®mo lo obtuvo, eso ya entra en el terreno de las explicaciones y de las opiniones, y no cuenta.
Pero algo habr¨¢ que decir respecto a los bajonazos en general y al bajonazo del se?or Morenito en particular. Algo habr¨¢ que decir pues cada vez son m¨¢s los toreros, inclu¨ªdas las figuras (sobre todo las figuras, por cierto) que resuelven a bajonazos sus pleitos con el toro. No metiendo estoque por el rinc¨®n de Ord¨®?ez, que se dec¨ªa en tiempos, sino por los mism¨ªsimos s¨®tanos del animal, m¨¢s cercanos a brazuelos y codillos que a los hoyos de las agujas. Lo del se?or Morenito en vez de estocada fue sopapo; en vez de sablazo, pu?al¨¢ costalera y tabernaria. Dir¨¢n quiz¨¢ (principalmente sus allegados, es de suponer) que en el volapi¨¦ se le escap¨® la mano, y la verdad es que parec¨ªa fuga deliberada, agresi¨®n artera, doloso toricidio. Si los toricidios tuvieran pena, al se?or Morenito le habr¨ªa ca¨ªdo ayer la perpetua.
Cuadri / Morenito, Campuzano, Mendes
Toros de Celestino Cuadri, con cuajo y mucho peso, flojos y ¨¢speros en general, boyantes 4? y 5?. Morenito de Maracay: bajonazo perdiendo la muleta (silencio); bajonazo escandaloso (oreja protestada). Tom¨¢s Campuzano: pinchazo, estocada trasera tendida y rueda de peones (silencio); pinchazo y estocada ca¨ªda (silencio). V¨ªctor Mendes: pinchazo y estocada corta (silencio); pinchazo, media y descabellos (palmas). Plaza de Pamplona, 8 de julio. Tercera corrida de feria. Lleno de "no hay billetes".
0 sea, que el se?or Morenito se libr¨® -porque los toricidios no tienen pena- y encima le dieron una oreja. Que nadie se extra?e. En la fiesta est¨¢n sucediendo cosas extra?¨ªsimas ¨²ltimamente, y Pamplona no iba a ser la excepci¨®n. Pamplona menos que cualquier otro lugar, si nos apuran, pues cuando Morenito perpetraba el toricido, despu¨¦s de una faena templadita, de escaso fuste y relativa ligaz¨®n, el p¨²blico se estaba pegando la gran merendola, y le tra¨ªan sin cuidado el se?or Morenito, sus pases y sus bajonazos.
Se limpiaba uno la sotabarba del ajoarriero aceitoso, aprovechaba para mirar al ruedo, comprobaba que aquello no merec¨ªa la pena y volv¨ªa a la olla. Elu prepar¨® tortillica con pimientos y produc¨ªa mejor gozo que los naturales del se?or Morenito.
Otro toro noble el quinto Tom¨¢s Campuzano le corr¨ªa bien la mano en naturales, aunque sin la necesaria hondura y poniendo demasiada tierra por medio. Acaso pues a¨²n con su nobleza, la envergadura del toro apabullaba. Naturalmente m¨¢s apabullaron los cuatro restantes, que salieron ¨¢speros, cuando no broncos. Morenito de Maracay en el primero y Tom¨¢s Campuzano en el segundo hubieron de tomar las naturales precacauciones. V¨ªctor Mendes muchas m¨¢s en el tercero, que devino pregonao y result¨® ser el peor. El sexto se qued¨® sin embestida y V¨ªctor Mendes le ret¨® muy cerca de los pitones, con mucho pundonor y admirable valent¨ªa.
Banderille¨® con voluntad y medianos resultados Morenito de Maracay y asom¨¢ndose al balc¨®n V¨ªctor Mendes. M¨¢s puro en la ejecuci¨®n de las suertes Mendes, Morenito prendi¨® un quiebro comprometid¨ªsimo encerr¨¢ndose en tablas, que puso al p¨²blico en pie. Ahora bien, el p¨²blico estaba con El Formidable, que prendi¨® mediocremente par y medio y dio lo mismo pues le aclamaron hasta el delirio, coresaron su nombre y hubo de corresponder a las ovaciones montera en mano. Lo que tampoco ha de extra?ar a nadie. En esto han convertido la fiesta y as¨ª es Pamplona, ?pasa algo?
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