Bernard Tapie
El nuevo h¨¦roe nacional franc¨¦s
Hasta el pasado fin de semana Bernard Tapie era la estrella ascendente de la vida p¨²blica francesa. Ahora este tibur¨®n de las finanzas, la pol¨ªtica y el deporte, surgido de los suburbios de Marsella, es todo un h¨¦roe nacional galo y uno de los grandes patronos de Europa. A la chita callando, entre la fiesta de la unificaci¨®n monetaria de la RFA y la RDA y la apoteosis de la victoria germana en el Mundial de Italia, Tapie ha arrebatado Adidas a los alemanes.Adidas, la primera empresa mundial de material deportivo, una marca que junto con Mercedes y Coca-Cola expresa el triunfo universal de la econom¨ªa de mercado, ha pasado a ser francesa. Fran?ois Mitterrand est¨¢ orgulloso de esta nueva haza?a de Tapie, un personaje por cuyo futuro apost¨® hace ya un par de a?os. Para Mitterrand, ¨¦se es el camino a seguir por los empresarios galos: no asustarse por el poder¨ªo germano, sino aprovechar la actual euforia de los alemanes para arrebatarles en leal competencia algunas de sus mejores cartas.
Hijo de obreros marselleses, Tapie, de 45 a?os, ha ido haci¨¦ndose con el control de un importante grupo de f¨¢bricas de b¨¢sculas dom¨¦sticas, raquetas de tenis y productos diet¨¦ticos. Tapie compra cuando la empresa est¨¢ en las ¨²ltimas, y en un par de a?os la pone a flote. Sus m¨¦todos, una mezcla de ambici¨®n, entusiasmo, simpat¨ªa con el amigo y dureza con el enemigo, le han valido la acusaci¨®n de aventurerismo de la ¨¦lite tradicional de los negocios franceses.
Pero el ¨¦xito de Tapie no es s¨®lo econ¨®mico. En 1986 se hizo cargo de la presidencia de un equipo de f¨²tbol de Segunda Divisi¨®n, el Olympique de Marsella. Hoy el Olympique es el n¨²mero uno del f¨²tbol franc¨¦s.
En 1988 Mitterrand, fascinado por el br¨ªo de este hombre salido de la calle, propuso a Tapie que se dedicara a la pol¨ªtica. Como candidato independiente, pero bajo el amparo presidencial, Tapie arranc¨® su acta de diputado por Marsella. Un a?o y pico depu¨¦s, en diciembre de 1989, Tapie acept¨® un duelo televisivo con el l¨ªder ultraderechista Jean Marie Le Pen. Fue el primer personaje p¨²blico franc¨¦s que recogi¨® ese guante. En la peque?a pantalla, Tapie jug¨® con las mismas cartas populistas que Le Pen, y le tritur¨®. El marsell¨¦s prob¨® que a macho, proletario, entusiasta del f¨²tbol y del ciclismo y buen franc¨¦s no le ganaba aquel se?orito fascista. Tapie convenci¨® a la gran mayor¨ªa de la audiencia de las ventajas que para Francia puede suponer la integraci¨®n de las energ¨ªas del Tercer Mundo aportadas por los inmigrantes.No ser¨¢ extra?o que alg¨²n d¨ªa Tapie se siente en el trono republicano que hoy ocupa su padrino Mitterrand. El pasado 25 de enero, los semanarios Le Nouvel Observateur y L'Evenement du Jeudi coincidieron en dedicar su portada a las posibilidades del marsell¨¦s a acceder a la jefatura del Estado. El an¨¢lisis fue que, si la pol¨ªtica francesa contin¨²a su tendencia a norteamericanizarse y Tapie madura sin cometer serias meteduras de pata, puede conseguirlo.
Deslenguado y dotado de cierta belleza canalla, Bernard Tapie s¨®lo quiere que le quieran. Ahora ha prometido conseguir para Francia la organizaci¨®n del Mundial de 1998. No es una bravuconada. Como principal patrocinador de eventos deportivos internacionales, Adidas tiene un enorme peso en la designaci¨®n de las sedes ol¨ªmpicas y de los pa¨ªses encargados de acoger la gran fiesta internacional del f¨²tbol. "Si alguien ha ganado verdaderamente el mediocre Mundial de Italia", dijo ayer Tapie, "¨¦se soy yo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.