Pepe Gotera y Otilio,derribos a domicilio
Un chal¨¦ de Barcelona habitado fue demolido por unos obreros al confundirlo con uno ruinoso
"El jefe nos dijo que ¨¦sta, y la tiramos. Y lo volver¨ªamos a hacer si el jefe nos lo ordenara". As¨ª se explicaba ayer uno de los empleados de la empresa de derribos Trilles-L¨®pez, que el lunes confundi¨® una casa en ruinas con un chal¨¦ habitado del barrio barcelon¨¦s de Sant Gen¨ªs dels Agudells. Sin embargo, el principal responsable de la chapuza es el Ayuntamiento, ya que ning¨²n funcionario control¨® el derribo. El consistorio ha ofrecido una "generosa indemnizaci¨®n" a la familia afectada, que amenaza con querellarse contra el alcalde.
Los vecinos de la calle de C¨¤noves no se cansaban ayer de repetir que antes de que entraran las m¨¢quinas advirtieron reiteradamente a los empleados de Trilles-L¨®pez de su error. "Les dijimos m¨¢s de 20 veces que llamaran al Ayuntamiento para confirmar lo que les dec¨ªamos, pero no nos hicieron caso", explica la vecina Antonia ?lvarez.Nadie en el barrio de Sant Gen¨ªs entiende c¨®mo pudieron creer que la casa de la familia Raspall estaba deshabitada. La puerta de la verja estaba reci¨¦n pintada. Sus moradores hab¨ªan dejado a punto la casa el domingo para pasar all¨ª las vacaciones, como hacen todos los veranos.
La familia Raspall se enter¨® de que estaban derribando su casa a trav¨¦s de los vecinos. "Unos fuimos en moto y otros en taxi, pero aunque tardamos pocos minutos llegamos demasiado tarde. La excavadora ya hab¨ªa acabado", explica Montserrat Raspall, quien no olvidar¨¢ nunca la sensaci¨®n que tuvo de "desesperaci¨®n y los deseos de romperle la cara al culpable" al ver la casa, construida por su abuelo Emili Raspall, y todos sus enseres reducidos a escombros.
En las oficinas municipales reinaba ayer la perplejidad. Sobre todo al comprobarse que ning¨²n t¨¦cnico municipal, ni del distrito de Horta-Guinard¨® ni del departamento de Urbanismo, hab¨ªa acudido a controlar el verdadero objetivo de la acci¨®n: derribar la casa en ruinas situada en el n¨²mero 7 bis de la calle de C¨¢noves, junto al edificio demolido por error.
Error en los planos
La posible existencia de un error en los planos del expediente de expropiaci¨®n, unida a la coincidencia de la numeraci¨®n de la calle, son las ¨²nicas causas que pudieron inducir al fatal equ¨ªvoco. Ante la magnitud de lo sucedido, el Ayuntamiento ha decidido tramitar la expropiaci¨®n de la finca de los Raspall -calificada de zona verde por la actual ordenaci¨®n urban¨ªstica- y ofrecer "una generosa Indemnizaci¨®n" por los da?os a sus propietarios.Antes de que ayer se iniciaran las negociaciones entre ambas partes, el abogado de la familia, Josep Mar¨ªa Llaurad¨®, anunci¨® que los afectados preparan la presentaci¨®n de una querella contra el alcalde Pasqual Maragall.
Compungido por los hechos, el concejal del distrito de Horta, el socialista Albert Batlle, arremeti¨® contra la empresa de derribos, a la que acus¨® de "una falta absoluta de profesionalidad ya que ni siquiera desconectaron el agua y la electricidad, ni tampoco retiraron el mobiliario". Seg¨²n el abogado de la familia Raspall, el gerente de Trilles-L¨®pez rechaz¨® que su empresa fuera responsable de lo ocurrido.
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