Hielo ardiente
Se identifica el estilo de esta magn¨ªfica pel¨ªcula de Otto Preminger, tal vez una de las mejores que realiz¨® en una carrera llena de colosales obras, como una especie rara de thriller psicol¨®gico. No se sabe bien qu¨¦ quiere decir esto, aunque alguna pista ofrece sobre las interioridades de un filme muy denso y enrevesado, lleno de ambig¨¹edades y de segundos e incluso de terceros ¨¢ngulos de entendimiento, construido endiabladamente bien, sin un solo fallo y con incontables aciertos.Filme, por consiguiente, no f¨¢cil, lo que no impide que apasione mientras se contempla, El rapto de Bunny Lake fue menospreciado en su tiempo, hacia la mitad de los a?os sesenta, tanto por la mayor¨ªa de los cr¨ªticos -que lo consideraron una obra menor del maestro austriaco, cuando con toda evidencia es una de sus obras mayores- como por el p¨²blico, que no acudi¨® masivamente a verla, embarcado por entonces en otros gustos, que luego se han manifestado m¨¢s livianos y ef¨ªmeros. El filme de Preminger permanece e incluso ha crecido en alcances con el paso de los a?os, mientras que las pel¨ªculas de mayor ¨¦xito de entonces han pasado a ocupar su nicho en los cementerios de la memoria.
El rapto de Bunny Lake
Direcci¨®n: Otto Preminger. Gui¨®n:John y Penelope Mortimer. Estados Unidos, 1965. Int¨¦rpretes: Laurence Olivier, Carol Lynley, Keir Dullea, Noel Coward. Estreno en Madrid: cine Bellas Artes.
El rapto de Bunny Lake (filme que con El cardenal inicia el tramo final de la vasta carrera de Preminger) recuerda vaga pero intensamente, no en cuanto a su trama ni a su asunto argumental ni a sus personajes, que son muy distintos, a una de las obras de la etapa anterior del cineasta, como es Anatom¨ªa de un asesinato. Nos referimos a la sutil disposici¨®n de la intriga y al perfecto acoplamiento logrado por el director entre la acci¨®n -la pel¨ªcula exterior- y la pasi¨®n -la pel¨ªcula interior o incluso las pel¨ªculas interiores- Construida con la precisi¨®n de un mecanismo de relojer¨ªa, como un fr¨ªo mecanismo de precisi¨®n, en realidad el filme quema por dentro, como ocurr¨ªa en Laura y en la citada Anatom¨ªa de un asesinato. Y es probablemente la pel¨ªcula que mejor expresa este misterio del estilo premingeriano: un hielo que arde.
Fusi¨®n de estilos
Este filme es indispensable para desvelar algunos de los rasgos distintivos de uno de los cineastas m¨¢s complejos del cine de la guerra y la posguerra mundial. Nadie mejor que Preminger fundi¨® su poderosa escuela de formaci¨®n, que es la del expresionismo puro, el de Max Reinhardt, del que Preminger fue disc¨ªpulo directo en los escenarios de la Viena anterior a la anexi¨®n de Austria por la Alemania de Hitler, y la del vigoroso realismo creado en Hollywood en los a?os cuarenta por la forja de las tradiciones del cine negro, forja en la que los nombres de tres cineastas austriacos -Billy Wilder, Fritz Lang y Preminger- son b¨¢sicos.Esta fusi¨®n de estilos, tan caracter¨ªstica de la obra de Preminger, es m¨¢s dif¨ªcil de descubrir y descifrar en El rapto de Bunny Lake que en sus primeras pel¨ªculas dirigidas en Estados Unidos. Es obra de un hombre de cine que comienza ya a sobrepasar la frontera artificial de las escuelas y que es capaz de alcanzar fin¨ªsimas y casi transl¨²cidas s¨ªntesis con los fort¨ªsimos y muy diferenciados componentes de su estilo. Pareciendo lo contrario, es por ello El rapto de Bunny Lake una creaci¨®n singular¨ªsima, de las pocas en que cabe hablar (sin parecer que en ella exista tal cosa) de autor¨ªa en sentido absoluto, pues s¨®lo de la penetrante imaginaci¨®n (sin la menor fantas¨ªa, siempre a ras de suelo) y de la mirada (matem¨¢tica y sin embargo proclive a analizar las m¨¢s oscuras y difusas pasiones humanas) de Otto Preminger puede proceder una pel¨ªcula como ¨¦sta, casi, o sin casi, perfecta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.