La historia de la nacion alemana como fondo
La pol¨¦mica sobre el libro de Christa Wolf Was bleibt (Qu¨¦ queda) -escrito en 1979 y publicado ahora- es una se?al clara de normalizaci¨®n en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Un gesto que tiene para el mundo cultural de los occidentales su precio: el fin del mito y de la mitificaci¨®n de la literatura de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, en la que algunos ve¨ªan realizarse la utop¨ªa no conseguida en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) por la p¨¦rdida de significaci¨®n de la literatura.
Lo mismo que el SPD alem¨¢n, en virtud de una ostpolitik realista y por suavizar los sufrimientos individuales, se acerc¨® al r¨¦gimen de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana hasta casi hipotecarse, la cr¨ªtica y los literatos alemanes occidentales tuvieron que aceptar, por bien de vidas y de personas, tratar a esa literatura con c¨¢nones m¨¢s blandos que lo que acostumbraban. La virulenta pol¨¦mica anuncia el fin de ese privilegio.
El debate es, en otro sentido, una se?al simb¨®lica. Se trata, una vez m¨¢s, de una simple batalla por delegaci¨®n.
La verdadera batalla no es ni Wolf ni la literatura de la Rep¨²blica democr¨¢tica Alemana, sino una lucha m¨¢s importante y m¨¢s sorda que viene d¨¢ndose, desde 1982 al menos, en estaciones diversas: debate de los historiadores, debate de la naci¨®n alemana (Habermas-Bohrer).
Es la lucha entre dos grupos intelectuales muy desiguales: los restos de una intelectualidad de izquierdas en crisis y debilitada, que poseen, a pesar de todos los pesares, el sentimiento de que no todo va tan bien como se?ala la tesis del final de la historia, y un grupo creciente de -llam¨¦moslos- intelectuales satisfechos para los que la buena marcha funciona como una especie de prueba universal.
La doble moral
Los ¨²ltimos del mayo del 68 ven en el fondo de esta pol¨¦mica otra vez el renacimiento de un poderoso restauracionismo que habla de cr¨ªtica y de pluralismo pero practica la doble moral y una cierta argumentaci¨®n nacida del cinismo.
?se, y no otro, es el verdadero fondo de la pol¨¦mica y de su virulencia. Y por ah¨ª es, precisamente, por donde probablemente fallan ciertos an¨¢lisis brillantes: por su coherencia.
Est¨¢ muy bien ponerse cr¨ªticos y finos con la escritora Christa Wolf, no est¨¢ tan bien que se les olvide de pronto a tantos cr¨ªticos ese rigorismo cr¨ªtico a la hora de juzgar a otros, a la hora, por ejemplo, de convertir a Ernst J¨¹nger en un heroico luchador antifascista, a la hora de relativizar nazismos, a la hora de impulsar nacionalismos sospechosos o a la hora de poner el juicio al servicio de un determinado tipo de literatura.
Cr¨ªtica, s¨ª, pero, ya que se hace que sea entonces, de verdad. Y para todos y todo. Que ese y no otro fue el mensaje de la Ilustraci¨®n. Y no s¨®lo para aquello que est¨¢ a un cierto lado de uno mismo.
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