"Nunca pensamos que la 'perestroika' fuera un error"
A sus 65 a?os, Filip Bobkov, el n¨²mero dos de la seguridad sovi¨¦tica desde 1982, es un veterano en el KGB, organismo en el que ingres¨® en 1945. Este hombre, que r¨ªe abiertamente cuando aborda alguna cuesti¨®n delicada, es todav¨ªa asociado por los medios reformistas que en el pasado vieron registradas sus casas y confiscados sus libros con la persecuci¨®n policial de los disidentes en los a?os llamados del estancamiento. Bobkov fue m¨¢ximo responsable del famoso quinto departamento del KGB, que luchaba contra la disidencia ideol¨®gica y que hoy, con el mismo jefe, ha pasado a llamarse Departamento de la Defensa del Sistema Constitucional. De cuerpo macizo, vestido con la elegancia discreta de un buen m¨¦dico burgu¨¦s, Bobkov dirige adem¨¢s el contraespionaje sovi¨¦tico. En el 28? Congreso del PCUS ha cesado como miembro del comit¨¦ central para dejar paso, dice, a gente m¨¢s joven. Del KGB, por ahora, no piensa jubilarse. En el gabinete cedido para la entrevista por el Ministerio de Exteriores, Bobkov, tras dejar sus gafas de ribete dorado y marca occidental sobre la mesa, expresa, en voz baja y sin recurrir a latiguillos ideol¨®gicos, los dos objetivos fundamentales de su actual gesti¨®n pol¨ªtica: estabilizar la sociedad y mantener la URSS como Estado ¨²nico plurinacional. Y sus dos mayores temores, la situaci¨®n econ¨®mica y el separatismo.
Pluripartidismo y KGB
Pregunta. ?Es obligatorio a¨²n que los chekistas (funcionarios del KGB) sean comunistas o se acepta ya a gente sin partido?Respuesta. Esta cuesti¨®n no est¨¢ lo suficientemente madura para ser contestada. El pluripartidismo ha sido admitido, pero a¨²n no hay partidos formados y registrados. Cuando se organice el registro surgir¨¢ todo el diapas¨®n de partidos. Ahora, un grupo se declara partido cuando dos decenas de personas quieren serlo. Nosotros tomamos esto en serio. Comprendemos que el pluripartidismo engendrar¨¢ una seria competencia pol¨ªtica. Despu¨¦s habr¨¢ que decidir c¨®mo van a participar en la seguridad del Estado los representantes de otros partidos. Hoy es demasiado pronto para resolver esta cuesti¨®n, que sin duda se plantear¨¢. Tenemos muchos funcionarios del KGB sin partido, pero en las ramas b¨¢sicas claro que damos prioridad a los comunistas.
P. ?Influir¨¢ el pluripartidismo en la estructura del KGB?
R. La estructura del KGB no se basa en un principio partidista, sino en el cumplimiento de las tareas que integran el concepto de seguridad del Estado. Si admitimos que otros partidos participen en las labores del KGB, la estructura de este organismo, que tiene funciones muy amplias, sufrir¨¢ un m¨ªnimo de transformaciones. No cambiar¨¢ la gesti¨®n de las comunicaciones del Gobierno, ni el trabajo de codificaci¨®n, ni el contraespionaje en el sentido m¨¢s amplio, ni el espionaje, ni la lucha contra el contrabando y el narcotr¨¢fico. Puede cambiar el enfoque de algunas cosas o la valoraci¨®n pol¨ªtica, pero no creo que esto afecte a la estructura b¨¢sica del KGB.
P. ?El n¨²mero de efectivos del KGB aumenta o se recorta?
R. Los efectivos del KGB se est¨¢n reduciendo. No estoy autorizado a dar cifras, pero nuestro aparato est¨¢ muy lejos de ser, como se dice, una m¨¢quina grandiosa y omnipresente. Estamos recortando nuestro aparato porque la situaci¨®n cambia y nuestra presencia deja de ser necesaria en uno u otro sitio. No queremos una plantilla redundante, excesiva. La plantilla se est¨¢ recortando en muchos campos: en el contraespionaje, por ejemplo. El KGB ten¨ªa muchas funciones de control sobre la salida de nuestra gente al extranjero. Ahora, con la liberalizaci¨®n, se necesita menos personal. Pero se reduce tambi¨¦n en la vigilancia del r¨¦gimen de secretos, dada la reducci¨®n armamentista, y en la Administraci¨®n local.
P. ?Sigue usted al frente del quinto departamento?
R. Sigo, pero el quinto departamento como tal no existe. La lucha contra la dispersi¨®n ideol¨®gica no es ya tarea del KGB. Aunque nos siguen presionando, m¨¢s desde fuera que desde dentro. El Departamento de Defensa del Sistema Constitucional se basa totalmente en la Constituci¨®n. El KGB, antes sometido al comit¨¦ central del PCUS, responde hoy a las nuevas estructuras de poder, comenzando por el Consejo Presidencial y el S¨®viet Supremo y sus comisiones. Nosotros ahora rendimos cuentas, en primer lugar, al Consejo Presidencial.
La v¨ªa hacia la unidad
P. ?Dependen ustedes de VIadimir Kriuchkov, el presidente del KGB, o tambi¨¦n de otros miembros del Consejo Presidencial?R. El KGB se subordina principalmente al presidente Gorbachov.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa como factor desestabilizador de la URSS?
R. La situaci¨®n econ¨®mica. Si no hacemos una reforma econ¨®mica seria aparecer¨¢n muchas fuerzas que especular¨¢n con ello, y es dif¨ªcil decir qui¨¦n tendr¨¢ m¨¢s ¨¦xito, los extremistas conservadores o los radicales.
P. ?Qu¨¦ opina de una amplia coalici¨®n de partidos pol¨ªticos?
R. Estoy a favor, aunque hay que mirar cuidadosamente de qu¨¦ clase de coalici¨®n se trata. Hay que buscar una v¨ªa hacia la unidad, pero hay que ver muy claramente qui¨¦n es socio, qui¨¦n aliado y qui¨¦n compa?ero de viaje. Por el momento no vemos a esta gente. Surge una juventud honesta, pero a¨²n est¨¢ creciendo. Por desgracia, inquieta la postura de los que est¨¢n en la superficie y se promocionan. Tenemos dos grandes tareas: primero, estabilizar la sociedad resolviendo los problemas econ¨®micos, y segundo, y tal vez m¨¢s importante, mantener la URSS como un Estado ¨²nico plurinacional. Quienes invitan al consenso partiendo del anticomunismo no est¨¢n por la unidad.
P. ?Le preocupa el estado de ¨¢nimo generalizado que atribuye todos los males al PCUS?
R. Claro que me preocupa, pero creo que es un estado de ¨¢nimo pasajero y que las cosas volver¨¢n a su sitio.
P. ?Cree usted que en algunas partes de la URSS podr¨ªa darse la variante rumana, con toda su violencia?
R. Quiero pensar que a¨²n no hemos llegado ah¨ª. Tengo la impresi¨®n de que no se llegar¨¢ a esto, ni siquiera localmente, que bastar¨¢ el sentido com¨²n y las fuerzas para evitarlo. Con todo, en algunos casos hay que tener en cuenta esa posibilidad, porque en algunas rep¨²blicas sovi¨¦ticas se piensa en serio en liquidar o prohibir el partido comunista.
P. Usted es miembro de la delegaci¨®n sovi¨¦tica que negociar¨¢ con Lituania. ?Qu¨¦ intereses defender¨¢?
R. Tratar¨¦ de evitar la salida de Lituania de la URSS. Creo que es posible con un nuevo tratado de la Uni¨®n, si se deja de lado la ambici¨®n, que ahora desempe?a un papel importante en la postura de los dirigentes lituanos, y nos adentramos por una v¨ªa, realista.
P. ?Ha expresado la direcci¨®n del KGB su preocupaci¨®n por el estado de cosas en una entrevista con Gorbachov en primavera?
R. No ha habido ninguna entrevista especial para expresar intranquilidad, pero le dir¨¦ abiertamente que estamos preocupados por la situaci¨®n, aunque no creemos estar al borde de la cat¨¢strofe. Nos enfrentamos a fen¨®menos como el separatismo activo y el crimen organizado, un campo que nos preocupa porque vemos una amplia politizaci¨®n de este fen¨®meno, porque intenta encontrar una palanca de poder. Con la mafia y el crimen organizado hemos topado en los ¨²ltimos a?os.
P. ?Y antes?
R. Antes, los sobornos y la corrupci¨®n eran clandestinos. Ahora, en muchos casos, han emergido porque, entre otras cosas, se ha tenido la posibilidad de legalizar los ingresos. El desarrollo de las cooperativas y el arriendo han planteado la necesidad de controlar los ingresos. Pero por desgracia todav¨ªa no tenemos un sistema serio de control.
P. VIadimir Kruiuchkov insiste en que el KGB informa correcta y oportunamente. ?Acaso sugiere que la direcci¨®n pol¨ªtica no utiliza esa informaci¨®n?
R. No hay que entenderlo como un reproche por no reaccionar, sino como un rechazo a la acusaci¨®n de que el KGB no reacciona. Algunos piensan que no se reacciona lo suficiente si no se hace lo que ellos creen. VIadimir Alex¨¢ndrovich [Kriuchkov] ha querido decir que el flujo de informaci¨®n es normal.
Renovar la sociedad
P. Usted tiene fama de haber perseguido a disidentes y al mismo tiempo de haber defendido a algunos de ellos. ?C¨®mo conjugaba estos dos aspectos? ?Ten¨ªa contradicciones internas o estaba convencido de lo que hac¨ªa?R. En el banquillo de los disidentes de los sesenta, hablando en t¨¦rminos deportivos, se quieren sentar hoy todos. Entonces, el disidente, lo digo con cuidado para que no le duela a nadie, era... [pausa]. Lo que quiero decir es que no es cierto que persigui¨¦ramos a los disidentes. Persegu¨ªamos a gente que violaba la ley. Pero ahora ya ha pasado mucho tiempo...
P. ?Contin¨²a la perestroika la labor de Yuri Andr¨®pov, que dirigi¨® el KGB desde 1967 a 1982.
R. Es dificil decirlo. Andr¨®pov esper¨® y trabaj¨® en la perestroika. Al frente del KGB hizo mucho por la democratizaci¨®n de los ¨®rganos y la estricta observancia de la ley. No era una pol¨ªtica hip¨®crita. Hay que partir de lo que hay, pero sin duda Andr¨®pov, por sus ideas, comenz¨® lo que Gorbachov contin¨²a. El KGB y yo mismo, pese a las conmociones y dificultades por las que atraviesa el pa¨ªs, nunca pensamos que la perestroika estuviera errada. Quiz¨¢ nadie mejor que nosotros comprend¨ªa que no se pod¨ªa seguir viviendo as¨ª. Todo lo que se ha hecho y se hace es la ¨²nica v¨ªa posible. Sin querer, y puede que correctamente, uno se dice a s¨ª mismo que viv¨ªamos en paz y que no hab¨ªa ninguna conmoci¨®n nacionalista. Empez¨® la perestroika y empezaron las conmociones. ?Acaso es culpable la perestroika porque sin ella no hubiera habido conmociones ni v¨ªctimas? De hecho, todo estaba bastante peor, porque la perestroika ha sido como un cirujano que descubri¨® un for¨²nculo muy grave. Por muy duro que sea, por mucho que uno quisiera a veces que las cosas fueran de otro modo... Esto es como un for¨²nculo que, de no haberlo descubierto tarde o temprano hubiera reventado. Si la operaci¨®n tiene ¨¦xito, vendr¨¢ la sangre sana, y el organismo se limpiar¨¢. La perestroika decidir¨¢ la renovaci¨®n de la sociedad. En este sentido somos optimistas.
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