Una batalla entre gritos

La batalla entre los Lancia y el Toyota Celica de Sainz es seguida con gritos y celebraciones al paso de cada uno. El favor del p¨²blico por el piloto espa?ol compite con la admiraci¨®n que Biasion conquist¨® con sus dos triunfos anteriores en este rally. El italiano es un especialista en las rutas de la sierra y el finland¨¦s Kankkunen ha sorprendido con su conducci¨®n precisa, como si le guiara un ordenador. Frente a ellos, Sainz ha mostrado fuerza y, por momentos, verdadera furia espa?ola.Los espectadores, que colman las tribunas y los palcos naturales de la sierra a los lados del camino, han sido otros de los protagonistas de las primeras jornadas. Kankkunen, que encierra a Sainz por detr¨¢s en la competici¨®n, advirti¨® sobre los riesgos que corren los aficionados, pero descarg¨® la responsabilidad en la organizaci¨®n, "porque no se colocan en lugares peligrosos; es que hay tantos que se desbordan de los sitios previstos".Auriol, relegado

Uno de los tres pilotos oficiales de Lancia qued¨® de lado en esta lucha casi salvaje. Un grave fallo del turbo de su coche releg¨® al franc¨¦s Didier Auriol al puesto n¨²mero 37? en la primera etapa. Claro que asegur¨® que tratar¨ªa de alcanzar, por lo menos, el cuarto puesto "para sumar puntos" y ayer gan¨® la primera prueba especial de la segunda etapa con un segundo de margen sobre Sainz y Kankkunen.

El promedio de autos que van quedando fuera de la carrera es alto y es tambi¨¦n un indicador de lo dura que se ha puesto la competici¨®n. Los coches del equipo Lancia parecen resistir mejor los caminos y los dos pilotos de punta, Biasion y Kankkunen, aprovechan hasta el l¨ªmite su mayor experiencia en este rally. Esta es la desventaja que reconoce Sainz, quien admite: "Debimos preparar con m¨¢s tiempo la carrera, pero ahora ya no cabe lamentarse. Voy a por los puntos para el campeonato individual".