El Museo Torres Garc¨ªa de Montevideo acoge 80 obras del artista
La Generalitat de Catalu?a ha contribuido a la reforma del edificio inaugurado el s¨¢bado
El ministro de Cultura de Uruguay, Guillermo Garc¨ªa Costa, y el consejero de Cultura de la Generalitat de Catalu?a, Joan Guitart, inauguraron el s¨¢bado en Montevideo el Museo Torres Garc¨ªa. El museo exhibe 80 lienzos del artista (Montevideo, 1874-1949) pertenecientes al patrimonio familiar. Torres Garc¨ªa est¨¢ reconocido por la cr¨ªtica internacional como uno de los maestros de la primera mitad del siglo. El museo, situado en la calle Sarand¨ª, en la "ciudad vieja" ocupa el edificio donado a la Fundaci¨®n Torres Garc¨ªa, que preside la viuda del pintor, Manolita Pi?a, de 107 a?os, por el Gobierno uruguayo.
El coste de las obras de reforma del edificio donde estaba instalado provisionalmente el Registro Civil de Montevideo ha sido financiado en parte por la Generalitat de Catalu?a que aport¨® unos 100.000 d¨®lares (10 millones de pesetas).La prolongada residencia del pintor en Catalu?a durante largos periodos, entre 1891 y 1920, y, los lazos familiares -su padre era de Matar¨®- llevaron a considerarle en Europa como un pintor "uruguayo-catal¨¢n". Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa se cas¨® en Barcelona con Manolita Pi?a, a quien conoci¨® cuando era su profesor particular de dibujo. Con ella se instal¨® en Tarrasa y tuvo all¨ª sus cuatro hijos. Desde el punto de vista de la sociedad promotora del museo en Montevideo se considera al pintor como un "americanista" y se juzga la contribuci¨®n de la Generalitat como un intento de reparaci¨®n hist¨®rica despu¨¦s de que la cr¨ªtica internacional destacara la obra del artista.
Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa fue contratado en 1912 para colaborar en las obras de restauraci¨®n del palacio de la Diputaci¨®n de Barcelona. Se le encarg¨® el dise?o de unas vidrieras para el sal¨®n g¨®tico y cinco frescos para el sal¨®n de San Jorge.
Cr¨ªticas
Entre 1912 y 1919 el pintor trabaj¨® sobre cuatro de los frescos, y los descalificadores juicios de la obra que hicieron los mismos cr¨ªticos que recomendaron su contrataci¨®n le obligaron a suspender la realizaci¨®n del quinto fresco, que nunca pas¨® de los bocetos.Eugenio D'Ors le acus¨® de haber realizado una "construcci¨®n infantil" de la obra. En 1924 los murales fueron cubiertos con lienzos y otras pinturas. Una campa?a iniciada en 1966 por intelectuales y artistas catalanes oblig¨® a la restauraci¨®n de esos frescos ocultos, los que finalmente fueron de nuevo descubiertos en 1973, y desde entonces est¨¢n en exposici¨®n permanente. La reparaci¨®n est¨¦tica y moral que ha hecho Catalu?a de este artista ha desembocado ahora en el flamante museo inagurado el s¨¢bado en Montevideo.
Entre los libros de viaje, los cuadernos, los juguetes de madera que fabricaba el pintor y las principales obras de su llamado arte constructivo, el museo guarda tambi¨¦n la mayor¨ªa de los retratos de la serie Hombres c¨¦lebres, que el maestro pint¨® entre 1939 y 1946, tres a?os antes de su muerte. La serie, en la que se incluyen los retratos imaginarios de, entre otros, Beethoven, Francisco de Goya, Paul C¨¦zanne, Unamuno, Leonardo da Vinci, Vel¨¢zquez y Felipe II, fue concebida inicialmente como un homenaje a aquellos que "le hab¨ªan ense?ado, le hab¨ªan ayudado a ser lo que era", seg¨²n explic¨® su hijo Augusto. Despu¨¦s, cuando incluy¨® tambi¨¦n a personajes de la historia uruguaya o figuras c¨¦lebres con las que manten¨ªa una "distancia cr¨ªtica", los retratos fueron para ¨¦l "hombres, h¨¦roes y monstruos", seg¨²n el t¨ªtulo que dio a la exposici¨®n realizada en la librer¨ªa Linardi de Montevideo en 1945.
El investigador y cr¨ªtico uruguayo Juan Flo opina que la manera de ser americano de Torres Garc¨ªa resulta de su pasaje esencial por todos los lugares donde cre¨®, Barcelona, Nueva York, Par¨ªs, y sobre todo de su insatisfacci¨®n con el arte contempor¨¢neo".
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