Charly 2
Al pobre monstruo de? lago Ness ya me lo han jubilado, y ahora las noticias del verano surgen de fuentes m¨¢s cercanas. El caso del beb¨¦ encontrado en un contenedor por una patrulla de la Polic¨ªa Municipal de L'Hospitalet ha conseguido emocionarnos a todos. Y para mayor emoci¨®n resulta que la pareja de la policia son marido y mujer y que han bautizado provisionalmente al beb¨¦ con el nombre de Charly 2, que es el indicativo de esa patrulla de cig¨¹e?as providenciales. En este encuentro casual del reci¨¦n nacido se percibe un cierto aire de cuento de Navidad en pleno verano. Provoca una enorme ternura esa pareja de uniforme patrullando por las calles y hablando de sus peque?os l¨ªos dom¨¦sticos mientras persiguen cacos y consuelan a sus v¨ªctimas. Uno se los imagina solos en la madrugada, iluminados por el tenue gui?o azul de su sirena, reprimiendo sus ganas de besarse en los sem¨¢foros o de acariciarse mutuamente el cuerpo precisamente por respeto al cuerpo al que pertenecen. Son figuritas de un extra?o bel¨¦n urbano, peque?os ¨¢n geles de Charly 2. En un solo d¨ªa este ni?o del azar pas¨® de no tener padre ni madre a tener un mont¨®n de candidatos.Pero ese beb¨¦ que empez¨® la semana siendo poes¨ªa ma?ana ser¨¢ s¨®lo un prosaico ciudadano m¨¢s de un mundo donde a los ni?os con sida se les saca de las escuelas y donde se les a¨ªsla en extra?os apriscos de insolidaridad. El cari?o es pont¨¢neo de nuestra sociedad hip¨®crita hacia Charly 2 depende, como siempre, de la pureza de su sangre, ese fluido que antes era el l¨ªquido de la vida y ahora puede ser el de la muerte. Casi nunca es Navidad para los beb¨¦s de nadie. Con un solo d¨ªa de vida habr¨¢n de demostrar que son inofensivos si quieren renacer de nuevo. Antes se abandonaban los ni?os en las puertas de las iglesias g¨®ticas. Y ahora se tiran a la basura. Por lo visto, el hombre cad d¨ªa vale menos.
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