SOS del embajador espa?ol

El embajador espa?ol en Liberia, Manuel de Luna, asegur¨® ayer a EL PA?S, en una conversaci¨®n mantenida a trav¨¦s de radiciaficionados, que la situaci¨®n en el hospital espa?ol de San Jos¨¦, de Monrovia, que dirigen religiosos espa?oles de la orden de San Juan de Dios, es extremadamente grave, y que escasean incluso los medicamentos para primeros auxilios.De no recibirse ayuda, el centro se ver¨ªa obligado a dejar de funcionar en un plazo de dos semanas, a?adi¨® el diplom¨¢tico. Un H¨¦rcules de la fuerza a¨¦rea se encuentra ya listo para despegar, en cuanto tenga garantizada una pista para aterrizar.

El hospital es el ¨²nico centro sanitario que, tras siete meses de guerra, funciona en Liberia. "Es el ¨²ltimo pulm¨®n de aire que les queda a los liberianos. Y si deja de operar, ser¨ªa la hecatombe para Monrovia", a?adi¨® De Luna poco antes de la intervenci¨®n norteamericana al apuntar las dificultades para el env¨ªo de ayudas ante la situaci¨®n de caos y anarqu¨ªa que reina en la capital liberiana. En este sentido las esperanzas se centran en EE UU.

A la espera de saber con toda seguridad el objetivo real de la intervenci¨®n estadounidense -guerrilla y Gobierno liberiano la hab¨ªan solicitado en repetidas ocasiones para evitar una soluci¨®n militar del conflicto-, el embajador espa?ol lanzaba un angustioso mensaje de ayuda para los religiosos espa?oles. El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ordo?ez, asegur¨® ayer a este diario que un avi¨®n H¨¦rcules de las fuerzas a¨¦reas espa?olas se encuentra ya cargado con ayuda humanitaria para Monrovia, y su salida hacia Liberia "s¨®lo depende de que haya una pista de aterrizaje dispomble".

Dicho viaje tendr¨ªa como objetivo la evacuaci¨®n de los 60 miembros de la colonia espa?ola que a¨²n permanecen en Liberia y que lo deseen -algunos de los cuales se han negado -a abandonar el pa¨ªs- y la sustituci¨®n del embajador, de salud delicada, y del primer secretario.

Desde que, el lunes por la noche, el personal religioso y seglar del hospital de San Jos¨¦ -principalmente espa?ol- tuvo que ser evacuado, ante el temor a un ataque y saqueo de los soldados, no se han vuelto a repetir las amenazas de las fuerzas a¨²n fieles al presidente Samuel Doe. Sin embargo, las tropas en desbandada y sin v¨ªveres, tras haber saqueado las viviendas abandonadas de residentes extranjeros, atacaron el mi¨¦rcoles otro centro de refugiados, en un recinto de misioneros salesianos, para saquear su despensa. No hubo v¨ªctimas.

El hospital de San Jos¨¦ est¨¢ ahora en primera l¨ªnea de fuego entre los guerrilleros de la columna liderada por Charles Taylor y las fuerzas gubernamentales. Su zona es el principal foco de combates. Hasta el momento, se ha salvado de las explosiones de los obuses lanzados por las bater¨ªas guerrilleras en direcci¨®n al palacio presidencial, aunque cuatro de esos proyectiles rozaron el jueves el centro.

Otro proyectil desviado de su ruta, el mismo d¨ªa, dio en una vivienda privada cercana. Desde entonces los heridos no han dejado de afluir al hospital, cuyas salas se hab¨ªan quiedado vac¨ªas el lunes ante el p¨¢nico creado por los soIdados.

Seg¨²n informaciones recibidas por este peri¨®dico en diversas comunicaciones por radio, hay m¨¢s de 300 heridos en el hospital, que cuenta con 120 camas. "No queda hueco libre en los pasillos. Los que se van recuperando y pueden valerse por s¨ª mismo dejan las cama a los m¨¢s graves, y quedan en esteras o donde pueden, en el suelo", relataba un miembro del personal sanitario.

La falta de suministros provocada. por el bloqueo de los rebeldes est¨¢ acabando con los v¨ªveres, medicinas y, lo peor de todo, el carburante que mantiene en marcha las modernas instalaciones y la extracci¨®n de agua de un pozo. La intervenci¨®n del embajador espa?ol y del nuncio apost¨®lico, que trasladaron al hospital de San Jos¨¦ las jeringuillas y otras medicinas del dispensario de un hospital que hab¨ªa quedado inutilizado tras el saqueo de refugiados civiles, no impedir¨¢n, que al ritmo actual de intervenciones quir¨²rgicas, -unas 20 al d¨ªa- las existencias se agoten en quince d¨ªas.

"Entre los heridos de bala hay 60 ni?os sin padre ni madre cuya vida, incluso cuando se repongan, depender¨¢ enteramente del hospital", explic¨® por su parte Manuel de Luna. A ello se a?ade el peligro de las epidemias por los cad¨¢veres que cubren las calles de Monrovia. Pero la apocal¨ªptica situaci¨®n ha impedido toda intervenci¨®n en la misi¨®n luterana -pr¨®xima al hospitaldonde 600 cad¨¢veres siguen sin ser enterrados al cumplirse una semana de las matanza efectuada por los soldados en dicho recinto contre refugiados de las tribus- Gulo y Mano. Como ¨²ltimo recurso, se ha decidido incendiar el recinto.

Por su parte, el representante diplom¨¢tico asegur¨® que los residentes en la Embajada espa?ola gozan de "buena moral". El jard¨ªn de la residencia espa?ola da refugio a unos 100 liberianos. Adem¨¢s, en el limitado espacio de sus habitaciones se hacinan 30 personas, entre ellos doce espa?oles, un liban¨¦s, cuatro holandeses y el nuncio apost¨®lico italiano Panciroli.