Salsamendi, la figura ejemplar

Salsamendi es el intendente del front¨®n Galarreta y responde asombrosamente a esa imagen bondadosa y grande del vasco hist¨®rico. El intendente de un front¨®n es el responsable de organizar los partidos y de elegir a los contendientes.

Salsamendi, que ahora debe andar por los cincuenta y bastantes, fue uno de los grandes jugadores que ha tenido el remonte de todos los tiempos. Todav¨ªa es ancho como un armario y, a pesar de una ligera inclinaci¨®n con que le ha cargado la edad, alto como un chopo.

Habla con un nerviosismo que es casi emoci¨®n. Es un hombre endurecidamente sentimental y eso se nota m¨¢s que nunca cuando habla del pasado. Estuvo jugando 25 anos en el front¨®n Recoletos de Madrid, hoy desaparecido como todos los dem¨¢s. "Hace poco volv¨ª a Madrid y el taxista iba derecho a la calle donde estaba el front¨®n. Yo le dije: por aqu¨ª no, oiga. Y ¨¦l me dijo que por ah¨ª lleg¨¢bamos antes. Le tuve que repetir que no, que rodeara, me daba igual el dinero. Es que no pod¨ªa verlo. Pasar por all¨ª otra vez..., una nostalgia, no se i¨ªnagina".

Enseguida le ense?a al visitante todo lo que quiera saber. Le puede explicar, por ejemplo, el asunto de las pelotas. "Aqu¨ª no dan abasto. Hay que traerlas de Estados Unidos. Antes eran de Filipinas. Goma, virgen. Cuestan 12.000 pesetas cada una. ?Parece mentira, eh?", y cuando dice el precio se r¨ªe, como si se sintiera orgulloso de ¨¦l.

Tiene fama de hombre muy noble, y esa fama es necesaria en empresas como los frontones, donde los corredores y los jugadores, que son los pilares de las apuestas, est¨¢n en la n¨®mina de esa empresa. En el despacho hay un armanio con pelotas de todas las clases. El ex jugador bota una en el suelo y el suelo parece que se astilla. "?Dura, eh?". Despu¨¦s ense?a la herramienta del remonte y explica por d¨®nde tiene que pasar exactamente la pelota. Dice dos palabras y vuelve a mirar fijamente. Con el mismo nervio emocionado con el que habla siempre. "Un cent¨ªmetro menos y es fallo, ?eh?".

Si existe la posibilidad de que los sentimientos se desprendan de la piel, a este hombre se le desprenden.