"El PCE debe pensar en desaparecer"
En su escasa sujeci¨®n a las doctrinas oficiales radican muy posiblemente las presentes tribulaciones de Fernando P¨¦rez Royo, de 47 a?os. Pese a haber encabezado la lista de Izquierda Unida en las elecciones europeas y seguir siendo nominalmente su portavoz en Estrasburgo, el eurodiputado se encuentra fuera de los ¨®rganos de direcci¨®n del PCE. Recientemente, se ha quejado a Julio Anguita por haber sido excluido irregularmente por sus compa?eros de los trabajos del grupo de IU en Estrasburgo. Pero su inc¨®moda situaci¨®n no le coarta a la hora de expresar sin ambages sus opiniones discordantes con el rumbo pol¨ªtico marcado desde la c¨²pula del PCE y de IU.Pregunta. ?No cree que corre el riesgo de convertirse en el eterno discrepante, en una especie de Pablo Castellano de Izquierda Unida?
Respuesta. No, no lo creo. Por otra parte, no me siento a gusto ejerciendo este papel. Lo que s¨ª quiero es separar claramente mi situaci¨®n disciplinaria, por decirlo de alg¨²n modo, en el Parlamento europeo, que me parece absurda, de mis discrepancias en cuanto a la orientaci¨®n pol¨ªtica de IU, que vienen de m¨¢s antiguo y que no por eso me convierten en un discrepante de profesi¨®n. Tampoco soy un submarino socialista, como ha dicho alg¨²n imb¨¦cil, ni el Antonio das Mortes del PSOE.
P. ?Qu¨¦ pecados purg¨® IU con el batacazo electoral de Andaluc¨ªa?
R. Los resultados en Andaluc¨ªa han sido discretos si se comparan con las generales de siete meses antes. Si se comparan con las auton¨®micas de 1986, la cosa es distinta, pero aqu¨¦llas fueron, unas elecciones an¨®malas por la presencia de Anguita, que tuvo una gran cantidad de votos populistas que esta vez no han venido a IU. Pero, sobre todo, yo creo que en Andaluc¨ªa se ha pagado la imagen que IU ven¨ªa dando a nivel nacional tras el 290. Entonces, con la credibilidad que nos daban casi dos millones de electores, IU estaba obligada a dar un cierto giro pragm¨¢tico en su programa y su pol¨ªtica, y sin embargo seguimos con las inercias del pasado.
P. ?A qu¨¦ inercias se refiere?
R. A empecinarnos en una oposici¨®n radical, que era comprensible para una fuerza con el 4% de los votos, pero no para una que hab¨ªa alcanzado el 10%, lo que nos ha llevado adem¨¢s a coincidir m¨¢s de una vez con la derecha. No hemos sido capaces de ofrecer una alternativa a las alianzas del PSOE con la derecha moderada de las nacionalidades, y, en ocasiones, hemos dado la impresi¨®n de que nuestro enemigo principal era el partido en el Gobierno, mientras que ¨¦ste aparec¨ªa pactando con los sindicatos y enfrentado a la derecha econ¨®mica y social.
P. ?No le parece que la estrategia del PCE de mantenerse como partido, pero de enfocar toda su actuaci¨®n pol¨ªtica hacia IU, ese ser pero no ser, viene a suponer una reedici¨®n del misterio de la trinidad?
R. No s¨¦ si la met¨¢fora es buena, pero, efectivamente, creo que ¨¦sa es una cuesti¨®n que, en todo caso, hay que resolverla cuanto antes. Soy de los que piensan que al problema organizativo que tiene planteado IU hay que entrarle por derecho, mediante la desaparici¨®n del PCE como partido. Es decir, haciendo de IU una formaci¨®n pol¨ªtica aut¨®noma, flexible y que englobe a sus distintas organizaciones.
P. ?En qu¨¦ plazo tendr¨ªa que plantearse el PCE su disoluci¨®n?
R. Cuanto antes, aunque, l¨®gicamente, habr¨ªa que convocar un congreso del partido para hacerlo. Se tratar¨ªa de una operaci¨®n similar a la hecha por el Partido Comunista Italiano, pero con la ventaja de que, a diferencia de ellos, nosotros sabemos ad¨®nde vamos: a Izquierda Unida. Se tratar¨ªa, pues, de hacer de la necesidad virtud. La dificultad es que IU la componen otras fuerzas, fundamentalmente el Partido de Acci¨®n Socialista (Pasoc), que son bastante reticentes a diluirse en una ¨²nica formaci¨®n.
P. Parece que el Pasoc y su secretario general, Alonso Puerta, al que tiene de compa?ero en Estrasburgo, es su bicha particular.
R. O yo la suya, jeje.
P. Dice usted que no cree que el PSOE pueda ser la casa com¨²n de la izquierda", pero lo cierto es que la frecuenta mucho ¨²ltimamente. Estuvo en la presentaci¨®n de la revista El Socialismo del Futuro, y ahora en la escuela de verano del PSOE en Galapagar (Madrid).
R. Me tengo por una persona de buena crianza, y voy adonde me invitan. Pero en la sustancia no estoy de acuerdo con esa pretensi¨®n del PSOE. Con todos mis respetos a Txiki Benegas o a Manu Escudero, considero que cabe una izquierda plural en Espa?a, con proyectos aut¨®nomos, pero no necesariamente antag¨®nicos. Ya he dicho que el debate abierto en IU sobre las relaciones con el PSOE me ha parecido desgraciado, y eso que algunos me acusan de haberme echado en los brazos de los socialistas. La definici¨®n de una propuesta pol¨ªtica diferente a la del PSOE no deber¨ªa impedir, sin embargo, un cambio en las relaciones con el partido socialista que han imperado hasta ahora.
P. ?Y c¨®mo conseguirlo?
R. No, desde luego, con cartas a Felipe Gonz¨¢lez, sino con un cambio de clima.
P. ?No resulta ut¨®pico plantear un entendimiento cordial cuando PSOE e IU compiten por el mismo espacio pol¨ªtico y no cesan de lanzarse opas hostiles?
R. Es l¨®gico que tengamos zonas de fricci¨®n y que nuestro programa sea diferenciado y algo m¨¢s radical que el ofrecido por el PSOE. Pero, insisto, no tiene por qu¨¦ ser frontalmente opuesto. Por otro lado, pienso que ambos partidos deber¨ªan renunciar a tentaciones totalizantes. Ni estoy de acuerdo con las pretensiones hegem¨®nicas que pueda tener el PSOE, ni lo he estado con el planteamiento de Anguita de presentar a Izquierda Unida como alternativa, porque no es cre¨ªble: con un 10% de los votos no puedes decir que eres alternativa.
Una curiosidad
P. ?Cree que Julio Anguita es la persona adecuada para llevar el proyecto de izquierda Unida a buen puerto?
R. Anguita tiene una virtud, la de haber sido el art¨ªfice en gran parte de la recuperaci¨®n electoral de IU. Por tanto, deber¨ªa ser la persona con menos complejos para llevarlo adelante. Es evidente que en IU y en el PCE, despu¨¦s de la crisis de los ¨²ltimos a?os, no estamos sobrados de cuadros relevantes desde el punto de vista intelectual y pol¨ªtico. Pero tenemos los suficientes para emprender modestamente esta tarea.
P. Una curiosidad. ?Usted es comunista?
R. Soy miembro del partido comunista y, como tal, asumo como propia su historia. Dicho esto, resulta evidente que la ¨²nica ¨¢rea de actuaci¨®n de la izquierda es el socialismo democr¨¢tico. Y eso significa concebir la democracia, no como algo instrumental, sino como un fin en s¨ª misma, algo que el PCE asume desde el eurocomunismo. Y, en segundo lugar, aceptar una pr¨¢ctica pol¨ªtica reformista y gradualista, lejos de cualquier utop¨ªa revolucionarla. Esto ¨²ltimo quiz¨¢ sea lo m¨¢s dif¨ªcil de asumir por determinados sectores del PCE.
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