Adam Smith y Marx
En su cr¨ªtica del art¨ªculo de Paul A. Samuelson, el se?or Bravo Ranchal lo califica de apolog¨ªa fan¨¢tica. Desgraciadamente, en su argumentaci¨®n, iguala o supera en fanatismo al original. Tiene raz¨®n al estar insatisfecho con el art¨ªculo; yo tambi¨¦n esperaba m¨¢s de un ilustre premio Nobel que una superficial comparaci¨®n de capitalismo y comunismo, seguida de un a?adido para ensalzar la econom¨ªa espa?ola y dibujar un futuro hispano de color rosa.Lo que me cuesta m¨¢s aceptar es la calificaci¨®n gratuita de Adam Smith como se?orito escoc¨¦s, cuya obra huele a odio, insolidaridad y muerte. Adam Smith describi¨® y explic¨® (que no invent¨®) el ¨²nico sistema econ¨®mico conocido hasta ahora en el que parte del beneficio del trabajo individual revierte a la sociedad. El individuo no es explotado (situaciones decimon¨®nicas extremas aparte, que Smith nunca apoy¨®) por ning¨²n malvado capitalista ni, mucho menos, por la burocracia de un Estado proletario que en teor¨ªa le pertenece.Por supuesto, es necesario que el Estado regule (en mayor o menor grado, he aqu¨ª la discusi¨®n) el marco general de la econom¨ªa, para evitar desmanes y monopolios.
En cuanto a Karl Marx, el hecho de que renunciara a los privilegios de su clase lo realza como hombre (y economista y pensador) ¨ªntegro, pero no permite calificar a Adam Smith de no ¨ªntegro por no hacerlo.
Por lo que respecta a olores, insolidaridades y muerte, le sugiero al se?or Bravo Ranchal, si tiene ocasi¨®n y posibilidad, visite Berl¨ªn para observar in situ el producto heredero (m¨¢s o menos directamente) de Marx: el pueblo de la RDA, educado 40 a?os en la solidaridad de todos los pueblos proletarios del mundo. El resultado es un pueblo de mentalidad limitada, estrecha y extremista, que discrimina y odia a polacos y rumanos por igual, en un ejemplo (eso s¨ª, desgraciadamente s¨®lo uno m¨¢s, y no solamente en Alemania) de la infinita insolidaridad humana.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.