Exotismo y servidumbre urbana
Joe contra el volc¨¢n es una pel¨ªcula de guionista, es decir, que sus mejores aciertos provienen de las ideas y hallazgos dram¨¢ticos -que podr¨ªan encontrarse en el gui¨®n escrito, sin necesidad de convertirlo en im¨¢genes y sonidos para la pantalla- y no de la actividad espec¨ªfica de la realizaci¨®n, ese conjunto de astucias y t¨¦cnicas que permite potenciar la escritura para transformarla en algo m¨¢s, capaz de atraer al espectador, encant¨¢ndolo, aunque s¨®lo sea durante los minutos que dura el filme. Todav¨ªa es pronto parajuzgar la carrera de director de John Patrick Shanley, ya que los primeros trabajos profesionales no son demasiado representativos.El conjunto merece, al menos, un aprobado, para entendernos, pero est¨¢ lejos del notable, lo que era l¨®gico en un guionista famoso empe?ado en ser director a toda costa pero sin la experiencia necesaria para dar el salto de uno a otro oficio. Lo m¨¢s frecuente es que un novel realizador (aunque est¨¦ apadrinado por el mismo Spielberg, nada menos) se vea obligado a concentrarse en cuestiones muy diversas, de car¨¢cter secundario, pero muy necesarias para que el proyecto se convierta en realidad y, consecuentemente, no se sienta libre para dedicar todas sus energ¨ªas a los aspectos cruciales de la narraci¨®n cinematogr¨¢fica, lo que se traduce, inevitablemente, en la desigualdad del producto definitivo.
Joe contra el volc¨¢n (Joe versus the volcano)
Producci¨®n: Steve Spielberg-Frank Marshall y Kathleen Kermedy. Gui¨®n y direcci¨®n: John Patrick Shanley. Im¨¢genes: Stephen Goldblatt. M¨²sica: Georges Delerue. Montaje: Richard Hasley. Int¨¦rpretes: Tom Hanks, Meg Ryan, Robert Stack, Gene Davis. Estreno en Madrid: cines Lope de Vega, Cartago, Benlliure, Novedades.
Joe contra el volc¨¢n posee, eso s¨ª, la iron¨ªa y el sentido de la f¨¢bula contempor¨¢nea que ten¨ªan los mejores hallazgos de Hechizo de luna o de Cinco esquinas, sus m¨¢s c¨¦lebres historias previas. El protagonista, Joe, es una acertada representaci¨®n de los males del hombre contempor¨¢neo, abrumado por las tensiones de la vida urbana, al que una inesperada enfermedad le sirve de revulsivo para plantearse un cambio radical de vida que en otras condiciones hubiera sido verdaderamente imposible.
Shanley lleva las cosas a fondo en la b¨²squeda desesperada de la dignidad de su personaje, el cual no encontrar¨¢ nada m¨¢s espectacular para acabar sus miserables d¨ªas que arrojarse al interior de un volc¨¢n, en una isla del Pac¨ªfico, despu¨¦s de haber vivido alegremente el tiempo que le resta. Naturalmente, lo que sucede antes de que pueda llevar a cabo sus prop¨®sitos da un vuelco inesperado a los acontecimientos.
Es una pena, sin embargo, que el gui¨®n -con resonancias muy personales, casi autobiogr¨¢ficas, en bastantes momentos- no est¨¦ demasiado bien construido, a pesar de todo, o que sea muy mejorable, lo que es lo mismo, con desigualdades y carencias notables, junto a detalles certeros, y que la parte final sea mucho menos atractiva que la del principio.
Shanley expone bien el desamparo de su protagonista -servido por un actor voluntarioso, Tom Hanks, cuyas posibilidades interpretativas, en mi opini¨®n, son muy escasas- pero no acierta a dar ese toque de locura controlada que nace de un mecanismo f¨¦rreo y lleno de humor, tal y como necesitaba su historia para atrapar al espectador y convertirlo en un verdadero c¨®mplice. Joe contra el volc¨¢n distrae a ratos, especialmente cuando nos recuerda las comedias norteamericanas cr¨ªticas y optimistas a la vez, t¨ªpicas de los a?os cuarenta, pero no nos las hace olvidar en absoluto. Una atenci¨®n especial merece Meg Ryan, una actriz flexible, que da vida a varios personajes, en un trabajo m¨¢s que meritorio.
Babelia
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