"Gorbachov est¨¢ a punto enroque"
A los cuatro a?os ya sab¨ªa jugar al ajedrez. Con s¨®lo 11 lleg¨® a ser maestro candidato y al cumplir la mayor¨ªa de edad se consagr¨® como maestro internacional. Desde entonces, se convirti¨® en una aut¨¦ntica leyenda en la historia de este deporte. Antes de cumplir los 24 consigui¨®, tras la retirada del legendario jugador .norteamericano Bobby Fischer, el cetro mundial, que defendi¨® con ¨¦xito durante una d¨¦cada, llevando por todo el mundo la imagen del r¨¦gimen sovi¨¦tico y derrotando una y otra vez al disidente Korchnoi. Pero su suerte cambi¨® en 1985, en que un jovenc¨ªsimo Gari Kasparov se lo arrebat¨®. Desde entonces vive para recuperar la corona perdida. En octubre tendr¨¢ la oportunidad de volver a enfrentarse a su oponente, por lo que lleva meses de intensa preparaci¨®n. La semana pasada, en El Escorial, tras una simult¨¢nea contra 26 aficionados, accedi¨® a charlar sobre ajedrez y sobre pol¨ªtica. Mientras habl¨¢bamos de ajedrez no puso objeci¨®n en que la conversaci¨®n discurriera en ingl¨¦s. Pero cuando llegaron las preguntas pol¨ªticas, pidi¨® la ayuda de un int¨¦rprete que le permitiera concretar, en ruso, las respuestas. All¨ª estaba Dolores, la nieta de La Pasionaria, que hizo las veces de traductora.Pregunta. Dentro de unas semanas, en Nueva York, volver¨¢ a medir sus fuerzas con Gari Kasparov por el Campeonato del Mundo de ajedrez. ?Conseguir¨¢ esta vez recuperar el t¨ªtulo perdido en 1985?
Respuesta. S¨ª. Creo que s¨ª. Estoy en buenas condiciones. Las ¨²ltimas competiciones las hejugado bastante bien. Confio enjugar al mismo nivel que lo hice en Sevilla en 1987, en que empatamos a 12 puntos; pero sin cometer los errores que me impidieron ganar las partidas 16 y 24. Esta vez ser¨¢ distinto y conrio en ganar.
P. ?C¨®mo est¨¢ haciendo su preparaci¨®n para este acontecimiento?
R. Despu¨¦s de obtener la clasificaci¨®n en Kuala Lumpur (Malaisia), en el mes de marzo, he jugado dos torneos en los que he jugado realmente bien. Ya he finalizado mi preparaci¨®n pr¨¢ctica y ahora tengo que culminar mi entrenamiento te¨®rico y f¨ªsico. En un campeonato del mundo las condiciones f¨ªsicas son muy importantes.
P. ?D¨®nde realizar¨¢ esa preparaci¨®n y c¨®mo?
R. Dentro de unos d¨ªas viajar¨¦ a Odesa y all¨ª jugar¨¦ al tenis, har¨¦ jogging y nadar¨¦ para mantener la forma fisica. Y, por supuesto, trabajar¨¦ con mis entrenadores toda la preparaci¨®n te¨®rica. Muchas veces se han criticado ciertos aspectos de mi juego, como los inicios de partida, y se ha dicho que soy mejor en los finales. Pero de lo que se trata es de prepararme bien te¨®ricamente para poder afrontar con garant¨ªas el campeonato. En unas partidas como ¨¦s tas hay que mantener un buen nivel; no el ¨®ptimo, sino un nivel alto durante todo el campeonato y no caer en ning¨²n momento.
P. Hace apenas dos semanas, Gari Kasparov volvi¨® a decir cosas desagradables sobre usted. Insisti¨® en que no son s¨®lo enemigos frente al tablero de ajedrez, sino tambi¨¦n contrincantes pol¨ªticos y que la personalidad de Anatoli K¨¢rpov no le merec¨ªa mucho respeto. ?Qu¨¦ tiene que decir al respecto?
R. Sobre su ideolog¨ªa y sus planteamientos pol¨ªticos no tengo nada que decir, porque cambia tanto de opini¨®n que no le puedo considerar como una persona seria. Siempre le gusta hacer ruido y causar sensaci¨®n. Lo que s¨ª tengo que decir es que no le respeto como persona, que no me gusta, porque es muy agresivo y no siempre dice la verdad. Es muy tramposo y dice verdades a medias que producen sensaci¨®n, pero no se ajustan al juego limpio. As¨ª le va bien, pero a m¨ª no me gusta.
P. Dejando a un lado el ajedrez, en estos meses en los que K¨¢rpov se ha estado preparando para el campeonato han sucedido muchas cosas en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y en toda la Europa del Este. ?C¨®mo valora los cambios realizados ¨²ltimamente y el nuevo camino emprendido por la URSS?
R. Yo, por supuesto, estoy a favor de todos estos cambios y creo que van en la direcci¨®n correcta. Pero no estoy seguro de qu¨¦ se haya elegido la velocidad apropiada para realizar la reforma. No se puede comparar la pol¨ªtica a secas con los asuntos militares, en los que hay m¨¢s sensibilidad. Ahora habr¨ªa que tratar de consolidar las posiciones ganadas en este tiempo, desde el punto de vista pol¨ªtico.
P. ?Y respecto a los problemas crecientes de la econom¨ªa sovi¨¦tica?
R. Aqu¨ª hay que reconocer que la situacion es mucho peor, porque el tiempo pasa. Ya son cinco a?os desde que comenz¨® la perestroika, y los cambios reales de momento no se notan en la situaci¨®n econ¨®mica y en la calidad de vida de la gente. No estoy hablando de las leyes recientemente adoptadas sobre liberalizaci¨®n de la iniciativa privada, sino de las condiciones de vida de la poblaci¨®n. Se necesitan resultados para que la gente no pierda la fe en los cambios que requiere el pa¨ªs.
P. ?Es posible una tercera v¨ªa entre la econom¨ªa socialista tradicional y el capitalismo occidental, o hay que elegir entre ambos sistemas en la URSS?
R. Yo creo que de eso se trata precisamente. Hay que abrir nuevos caminos hacia la iniciativa privada, con actividad empresarial, pero sin pasar por completo al sistema occidental de la propiedad privada. El sector estatal deber¨ªa seguir jugando un papel importante en el nuevo sistema, as¨ª como las particularidades en cada una de las rep¨²blicas.
P. Precisamente esas particularidades han encendido la llama de los nacionalismos en muchos de los Estados de la URSS. ?C¨®mo se debe encarar este problema?
R. La mal¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa la Uni¨®n Sovi¨¦tica es el mejor caldo de cultivo para el florecimiento de esos nacionalismos. Por tanto, lo primero que habr¨ªa que hacer es solucionar los problemas derivados de las condiciones de vida para poder afrontar las grandes cuestiones de Estado. Luego, hay que tener en cuenta que cada una de las rep¨²blicas de la Uni¨®n tienen unas caracter¨ªsticas y una historia muy diferentes, que hay que valorar. Algunas fueron anexionadas hace siglos y otras hace s¨®lo a?os. Lo que est¨¢ claro es que se necesita un nuevo convenio de uni¨®n. Un tratado que redefina las relaciones. Pero ante una situaci¨®n como la actual es m¨¢s f¨¢cil salir todos unidos que cada uno por separado. Adem¨¢s, s¨®lo hay tres rep¨²blicas con capacidad de subsistir de forma aut¨®noma: Rusia, Ucrania y Uzbekist¨¢n.
P. Utilizando t¨¦rminos ajedrec¨ªsticos, ?se puede decir que Mija¨ªl Gorbachov est¨¢ ahora enrocado frente a los ataques recibidos?
R. Est¨¢ cerca del enroque, por el acoso al que est¨¢ siendo sometido y por los problemas econ¨®micos ya descritos.
P. ?Y qu¨¦ necesita el presidente sovi¨¦tico para poder volver a desplegar sus piezas por el tablero pol¨ªtico?
R. Bueno... Eso es muy complicado de decir. Hay mucha gente pensando en el pa¨ªs sobre lo que se debe hacer. Hay tantos hechos que influyen sobre las decisiones a tomar, que es muy dificil acertar. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que la mayor necesidad actual en la URSS es una nueva teor¨ªa econ¨®mica que defina el camino a seguir. Qu¨¦ es lo que queremos hacer y c¨®mo hay que hacerlo. Hay que definir las estrategias y dejar de dar ideas sueltas y hacer campa?as aisladas. Hace falta una l¨ªnea pol¨ªtica y econ¨®mica general y concreta hacia donde caminar.
P. ?Con qui¨¦n se llevaba mejor K¨¢rpov: con Br¨¦znev o con Gorbachov?
R. Conozco mejor a Gorbachov, desde antes de que fuera secretario general del partido, y luego he formado parte de los congresos como diputado. A Br¨¦znev tan s¨®lo le vi dos veces en mi vida. La primera vez, cuando fue su cumplea?os, y la segunda, cuando fui condecorado con la Orden del Trabajo, con un grupo en el que tambi¨¦n estaban Gorbachov y Shevardnadze.
P. Durante los 10 a?os en que fue campe¨®n del mundo de ajedrez, K¨¢rpov fue una bandera de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en todo el mundo. Ahora que el r¨¦gimen anterior sovi¨¦tico ha ca¨ªdo, ?c¨®mo se siente usted cuando viaja por el mundo?
R. Yo nunca fui un representante del r¨¦gimen, sino del pueblo. Y el pueblo ha quedado. Por tanto, mi situaci¨®n no ha cambiado.
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