Ruido y toreo

El principio y el final del espect¨¢culo en Colmenar estuvo ruid¨®samente amenizado por las pe?as. Pero en el ruedo hubo toreros y tambi¨¦n buen toreo, a cargo de V¨ªctor Mendes y Enrique Ponce. .Mendes est¨¢ en buen mo,mento: Seguro y puesto en los tres tercios. Con los rehiletes gana la cara con sinceridad, con el capote es variado y con la paflosa puede. En su primero tuvo que desistir enseguida, ya que el toro se quedaba corto por los dos pitones, lo intento de todas maneras, y remat¨® con un eficaz espadazo medio al encuentro. En el segundo de su lote supo estar a la altura de un toro que fue muy bueno por los dos pitones. Se lo trajo hacia adentro y tir¨® bien de un burel que tuvo fijeza y temple.

Ponce lleg¨® a Colmenar precedido de su gesta valenciana y le fue fiel. El toreo en la cabeza, gusto y sobrado de t¨¦cnica. Su primero, recortadito de pitones, fue noble y se encontr¨® a un Ponce dedidido y facil. Corri¨® la mano con donosura y compuso con empaque. Una tanda de redondos, rematada con un cambio de mano, y el pase de pecho arrastrando la muleta por lomos del toro, le qued¨® impecable.

Ayudados por bajo, desplan tes airosos, y un abaniqueo con el que se adorna al terminar la faena. Al segundo, mansote y que a veces arreaba, le dio la lidia requerida y le sac¨® algunas tandas estimables, diciendole aqu¨ª estoy yo. Para Espl¨¢ fue el lote chusco y, en las dos ocasio nes que le correspondieron abrevi¨®. Le salv¨® la tarde su colocaci¨®n y fuerza con las banderillas.