"Intentar¨¦ que no pierdan ni Acosta ni Leguina"

En su retiro abulense de La Adrada, Juan Barranco ha invitado a comer, por separado, a Acosta y a Leguina, fiel a su misi¨®n conciliadora. A¨²n no ha querido llamarlos a la misma mesa.Pregunta. ?El papel de hombre bueno es el m¨¢s c¨®modo?
Respuesta. Lo m¨¢s c¨®modo ser¨ªa no tener que desempe?ar ning¨²n papel y continuar como hemos estado en los ¨²ltimos a?os, trabajando juntos. Pero puestos a tomar una decisi¨®n prefiero el papel de intentar sumar y no restar.P. ?Le propuso Felipe Gonz¨¢lez asumir esa misi¨®n?R. Nadie me ha animado a ello, como nadie me ha animado a hacer otras cosas.P. La defenestraci¨®n de Rodr¨ªguez de la Borbolla indujo a Leguina a decir que pon¨ªa sus barbas a remojar.R. La prudencia no se tiene que confundir con docilidad o silencio, pero hay que tener cierta continencia verbal en ocasiones.P. ?Qu¨¦ separa a Acosta de Leguina?R. Yo parto de la idea de que est¨¢n de acuerdo en el 90% de las cosas importantes. Las diferencias est¨¢n en que hay unos compa?eros que ponen m¨¢s el acento en la fidelidad al partido y otros que quieren un debate m¨¢s abierto y tienen un concepto menos arraigado de la disciplina. Pero no es malo si somos capaces de convivir y aunar fuerzas.
P. Acosta parece que no conf¨ªa en que Leguina pueda ganar las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. ?Usted ser¨ªa el candidato si Acosta fuera elegido en enero secretario general de la FSM?
R. Hay algunos que piensan que podr¨ªa ser una de las f¨®rmulas. Yo todav¨ªa no me planteo ese tipo de cuestiones. Prefiero seguir acumulando experiencia en la oposici¨®n y hacerlo bien en el Senado. Lo que tengo claro es que a la elecci¨®n final se llegar¨¢ por la v¨ªa del di¨¢logo.P. ?En el fondo de su vanidad pol¨ªtica no espera ser llamado a la Administraci¨®n central?
R. No, de verdad. Por referirme a algo actual, a m¨ª me costar¨ªa mucho tomar una decisi¨®n como la que el Gobierno se ha visto obligado a adoptar mandando unos barcos al Golfo, aunque posiblemente lo haya tenido que hacer para no quedarse aislado. Siendo responsable de una ciudad no tienes que tomar esas decisiones. Las ciudades en el contexto internacional se mueven por principios de hermanamiento, de ayuda. Estoy m¨¢s a gusto y reconciliado conmigo mismo en la pol¨ªtica municipal.
P. ?C¨®mo puede utilizar el mill¨®n de votos que obtuvo en las elecciones al Senado?
R. Yo no creo que tenga un enorme capital pol¨ªtico con ello, como dicen algunos est¨²pidos. Es una confianza que obtienes en un momento determinado y que tienes que utilizar para procurar que vivan cada vez mejor los ciudadanos que te la han dado. Si los utilizas para otra cosa, para cuestiones personales o luchas internas, los acabar¨¢s perdiendo.
P. Algunos piensan que ese capital servir¨¢ para que usted gane las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
R. Y las podr¨ªa ganar. Pero tambi¨¦n se pueden ganar las del Ayuntamiento. Las grandes ciudades no tienen por qu¨¦ estar perdidas para la izquierda. El mensaje de racionalidad que hay que dar para solucionar los problemas de las grandes ciudades coincide con el mensaje socialdem¨®crata, de centro-izquierda, por el que yo apuesto. Hace a?os, eso, dentro de mi partido, era casi un insulto. Ahora el desplazamiento hacia el centro es evidente tanto en los modos como en los contenidos.
P. ?Entonces no es el hombre m¨¢s id¨®neo para gobernar en coalici¨®n con Izquierda Unida?
R. Es una de las posibilidades que existen. Yo ya he gobernado con el PCE y no fue una experiencia mala. Adem¨¢s, cuando se trabaja sobre temas concretos en la vida municipal, la carga ideol¨®gica es menor.
P. ?Es m¨¢s largo un a?o en. la oposici¨®n?
R. Mi gesti¨®n desde la oposici¨®n me ha supuesto un esfuerzo de reciclaje y aprendizaje, aunque no es m¨¢s ingrato que el ejercicio del poder cuando lo haces con un m¨ªnimo de exigencia.P. Siendo alcalde, Ayuntamiento y Comunidad chocaron varias veces en temas urban¨ªsticos.R. El urbanismo son decisiones que hay que tomar sobre los espacios comunes en los que todos tenemos que convivir, y todos debemos opinar. El urbanismo no es cosa de los urbanistas. La modificaci¨®n del centro no es una cosa que se decida en presupuestos te¨®ricos, hay que preguntar, y eso roza con la concepci¨®n que tienen algunos del ejercicio del poder. Algunos podr¨ªan ser magn¨ªficos ministros con Ceausescu.Mangada y Matanzo
P. Eduardo Mangada, el consejero de Pol¨ªtica Territorial, ?act¨²a as¨ª?
R. Mangada es un hombre valioso, con gran experiencia; pero el urbanismo no lo puede hacer uno solo. Estas pretensiones chocan con la cultura democr¨¢tica. Iluminados, cuantos menos mejor.
P. De Matanzo dijo que es el exponente de la cultura del orden y el garrote, pero ¨¦l presume de su amistad y de llamarle Juanito.
R. S¨ª, pero luego me insulta, aunque no se lo tomo en cuenta. Le tengo afecto personal, aunque para lo bueno y para lo malo es el s¨ªmbolo m¨¢s representativo del actual equipo de derechas que gobierna Madrid.P. ?Acosta o Leguina?R. Pap¨¢ o mam¨¢; blanco o negro; conmigo o contra m¨ª. Me ha pillado muy mayor hacer definiciones tan tajantes. Yo quiero que ganen los dos y para eso voy a ver si consigo que no pierda ninguno. En 10 a?os ha sido as¨ª, ?por qu¨¦ no cuatro m¨¢s?
"El tr¨¢fico se soluciona con millones y ri?ones"
J. A. C. Pregunta. ?Es partidario de cerrar el centro de Madrid al tr¨¢fico?
Respuesta. Los problemas del tr¨¢fico se solucionan con muchos millones y muchos ri?ones, por ese orden. Lo primero es invertir en mejorar el transporte p¨²blico y luego aplicar medidas coercitivas, y no al rev¨¦s, como ha hecho el actual equipo de gobierno con el Plan Red. El cierre al tr¨¢fico del centro no es una medida buena a corto plazo, pero no ha de despreciarse. Unos buenos servicios de autobuses en la almendra central son en s¨ª una medida de disuasi¨®n.
P. Se le achac¨® que castig¨® a la clase media no actuando de forma decidida en el tr¨¢fico y la inseguridad.
R. Es posible, pero est¨¢ justificado. Cuando llegamos al Ayuntamiento tuvimos que hacer lo que en justicia deb¨ªamos hacer: paliar el gran desequilibrio que hab¨ªa entre los barrios del sur y el norte y el importante deterioro del centro de la ciudad. Muchos barrios han mejorado sus condiciones de vida. En el futuro podremos elaborar programas para beneficiar de forma clara a las capas med¨ªas.
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