Ernesto de la Torre: "Recordar el Descubrimiento, no celebrarlo"

Muchos creen que las grandes injusticias de Am¨¦rica Latina tienen su ra¨ªz en la colonizaci¨®n espa?ola, por lo que no parece adecuado celebrar el 500? aniversario del comienzo de la conquista, seg¨²n dice Ernesto de la Torre, mexicano, presidente del Congreso Internacional de Ciencias Hist¨®ricas que se desarrolla en Madrid esta semana, y para quien ser¨ªa mejor el eclecticismo de recordar. Al tiempo, en las poblaciones de buena parte del continente -M¨¦xico, Per¨², Bolivia... - los ind¨ªgenas son mayor¨ªa "y puede muy bien no gustarles celebrar la desaparici¨®n de su cultura" se?ala. La actualidad internacional influye en el desarrollo del congreso.

De la Torre no pertenece sin embargo a la l¨ªnea dura, casi siempre indigenista, de los que hubiesen preferido que Col¨®n no se hubiese embarcado jam¨¢s. Para este mexicano de 72 a?os, profesor desde hace 45 en la universidad Aut¨®noma de M¨¦xico, es por completo ut¨®pico que un imperio se retire de la tierra descubierta y conquistada, o incluso que lo haga despu¨¦s de escuchar a sus, ilustrados (fray Bartolom¨¦ de las en este caso), que le advierten de sus actos de barbarie. Eso no ha ocurrido nunca.Para el profesor mexicano, es indudable que en ciertos casos el comportamiento de Espa?a en su imperio fue criminal, aunque esta afirmaci¨®n es falsa si no se acompa?a de otras muchas. Especialista en esa ¨¦poca, De la Torre cree, por ejemplo, que el ideal espa?ol fue en un primer momento crear una sociedad integrada en la que el indio, asimilado poco a poco como criollo o mestizo, pudiese acceder incluso a la clase alta; v¨¦ase Garcilaso de la Vega, el indio Garcilaso, y v¨¦anse los colegios de San Jos¨¦, o de Santa Cruz de Tlatelolco, donde los indios aprend¨ªan, a menudo con ¨¦xito, la cultura dominante, es decir, las claves para -progresar bajo el orden nuevo. Mediterr¨¢neo, es decir mestizo, el espa?ol llev¨® a sus colonias ese mismo esp¨ªritu.

La pol¨ªtica interior espa?ola hizo que cambiaran las cosas. Obligado a fortalecerse en la pen¨ªnsula y a concentrarse en sus enemigos continentales, bajo Felipe II Espa?a gir¨® hacia Europa, posterg¨® su imperio y "su pol¨ªtica se hizo menos generosa". ?Algo parecido a lo que sucede ahora? En parte, concede De la Torre, con la diferencia de que Hispanoam¨¦rica ha cuajado ya en una cultura con entidad propia y no depende de Espa?a. Ser¨ªa ¨¦sta la que perder¨ªa en el caso de olvidar su propia tradici¨®n.

Sobrevivir en la catedral

De la Torre niega que la cultura ind¨ªgena fuese arrasada por los 300 a?os largos de conquista y colonia, como se cree a menudo. Aunque no en todos los pa¨ªses, en los de mayor presencia ind¨ªgena la creatividad y otros valores de la cultura abor¨ªgen se pueden rastrear (existe incluso una especialidad hist¨®rica que lo hace) en creaciones colectivas tan distantes como la arquitectura -las catedrales coloniales no hubiesen sido posibles con un pueblo no acostumbrado a esculpir, ni tampoco la imaginer¨ªa colonial-, la m¨²sica, la cocina o ciertas maneras de integrar la familia, por ejemplo."Puede que ahora vivamos la leyenda negra, pero ¨¦sta sucede a la leyenda rosa o a la blanca, cuando se dec¨ªa que todo hab¨ªa sido maravilloso", comenta De la Torre. (La leyenda negra es la que habla de la brutalidad de la colonizaci¨®n espa?ola, y su responsabilidad se suele atribuir a las denuncias de Bartolom¨¦ de las Casas y otros humanistas, y su difusi¨®n, a los intereses pol¨ªticos de otras potencias, principalmente Gran Breta?a).

A juicio de De la Torre, el 500 aniversario del viaje de Col¨®n debe dar pie a una reflexi¨®n cr¨ªtica de todo aquello, a ser posible con nuevos puntos de vista ajenos al ideologismo que tanto ha oscurecido el debate hasta ahora y, sin embargo, a partir de ese propio esp¨ªritu cr¨ªtico del espa?ol que ha contribuido en la pr¨¢ctica a la leyenda negra y que sin embargo fue el que utilizaron De las Casas y otros humanistas para intentar impedirla.

La historia, en el peri¨®dico

En el segundo d¨ªa del Congreso Internacional de Ciencias Hist¨®ricas, que se desarrolla en la facultad de Medicina de la universidad Complutense de Madrid, y al que asisten cerca de 2.500 personas, se hizo evidente la influencia de la actualidad, no s¨®lo en el reflejo, del congreso en los medios de informaci¨®n sino en su propio desarrollo.Una ponencia sobre la ca¨ªda de Bizancio, donde a las desgracias causadas por el hombre se sumaban las de la naturaleza, se pod¨ªa leer a la luz del peri¨®dico de ayer, y en tanto que una de las grandes secciones del congreso se refiere a las megal¨®polis, como en un intento de ver mejor el futuro, uno de los historiadores m¨¢s solicitados por los periodistas era el profesor Charnay, autor de una ponencia sobre la modernizaci¨®n de los ej¨¦rcitos ¨¢rabes.