Amenaza de plante de los finalistas de los 1.500 metros si Peter Elliot es recalificado
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Los Campeonatos de Europa de Atletismo que se disputan en Split (Yugoslavia) pueden vivir un esc¨¢ndalo sin precedentes en la historia de este deporte. La noticia de la recalificaci¨®n del brit¨¢nico Peter Elliot, el mejor mediofondista del momento, que abandon¨® en la semifinal de los 1.500 metros por una ca¨ªda, fue encajada con un prohibido malestar por el resto de las delegaciones participantes, que la consideraron injusta. De momento, portugueses, espa?oles y alemanes occidentales ya han anunciado un plante en la final de dicha prueba.
El incidente se produjo en la vuelta de los 900 a 1.000 metros de la semifinal de 1.500. Peter Elliot, que corr¨ªa entre una nube de contrincantes, cay¨® al suelo y, sin ninguna posibilidad de acabar, abandon¨® la prueba por lo que qued¨® autom¨¢ticamente apartado de la final. Sin embargo, la delegaci¨®n brit¨¢nica recurri¨® al Comit¨¦. de Apelaci¨®n de la Asociaci¨®n Europeade Atletismo, organismo que preside el espa?ol Juan Manuel de Hoz.El recurso de los brit¨¢nicos se bas¨® en el art¨ªculo 141 del reglamento atl¨¦tico, que recoge la posibilidad de recalificar a un atleta cuando en el transcurso de una prueba haya sido perjudicado ostensiblemente por un rival. El comit¨¦ consider¨® que el alem¨¢n oriental Fuhlbrugge hab¨ªa motivado la ca¨ªda de Elliot y decidi¨® descalificar a ¨¦ste y permitir el acceso del brit¨¢nico a la final del s¨¢bado.
Indignaci¨®n
La noticia corri¨® como un reguera de p¨®lvora entre las delegaciones participantes en las primera horas de la madrugada de hoy. La primera sensaci¨®n fue de malestar e indignaci¨®n, sobre todo en la delegaci¨®n de la RFA, que consider¨® que la decisi¨®n no s¨®lo no ten¨ªa antecedentes en la historia de este deporte, sino que, adem¨¢s, sentaba un peligroso precedente para situaciones futuras. La respuesta no se hizo esperar. Los atletas espa?oles, portugueses y alemanes fueron loprimeros que, por considerar que la ca¨ªda de Elliot se debi¨® a un lance de la carrera, decidieron no presentarse en la final de ma?ana si, efectivamente, el brit¨¢nico era incluido entre los finalistas. El retirado atleta brit¨¢nico Steve Ovett critic¨® la resoluci¨®n: "Es una decisi¨®n muy peligrosa para el atletismo y para el deporte en general, que puede sentar precedente para encontrar maneras no deportivas de ganar carreras"
Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez, vencedor en la citada carrera, corri¨® como en sus mejores d¨ªas y se encontrar¨¢ con excelentes perspectivas para conseguir una medalla en una competici¨®n que se le ha resistido en toda su carrera. Por su parte, Ferm¨ªn Cacho, el candidato m¨¢s n¨ªtido a la sucesi¨®n de Gonz¨¢lez y Abascal, confirm¨® su olfato en los grandes instantes. Cacho concluy¨® en tercer puesto y dej¨® abierta la posibilidad a una sorpresa en la final.
El percance de Elliot no rebaja la demostraci¨®n de Gonz¨¢lez, que gan¨® su semifinal con soltura y habilidad. El tercer puesto de Ferm¨ªn Cacho en esta carrera no es sorprendente. Cacho es un atleta que multiplica su valor en los grandes momentos.
Gonz¨¢lez ha asumido todas las complejas circunstancias que rodean una prueba de esta altura, Sin la presi¨®n que le acogot¨® algunas veces en el pagado, Gonz¨¢lez corri¨® libre de grandes dolores f¨ªsicos y con la convicci¨®n de su dominio t¨¢ctico. Sobre su velocidad, no parece haber demasiadas preocupaciones. Pese a sus 32 a?os, Gonz¨¢lez supera en este cap¨ªtulo a la mayor parte de sus rivales en Europa.
Su interpretaci¨®n de la carrera fue exquisita. La prueba tuvo m¨¢s de fondo. El ritmo de crucero que impuso el dan¨¦s Guldberg -una circunstancia prevista por Gonz¨¢lez- ocult¨® una dura pelea de codos, cortes y obstrucciones. Gonz¨¢lez vigil¨® siempre el tranco del convaleciente Cram. y de Elliot.
Cacho, en el furg¨®n de cola, vigilaba a todos. A 750 metros de la llegada, Cram y Elliot se adelantaron hasta las posiciones de cabeza. Tras ellos, los dos espa?oles. La maniobra provoc¨® un conflicto del que salieron muy perjudicados los dos ingleses.
Todo el grupo se movi¨® con el ataque, y en la confusi¨®n Elliot tropez¨® y cay¨®. Para entonces, Gonz¨¢lez navegaba arriba, sin preocupaciones. Su ¨²ltimo ataque prob¨® adem¨¢s que mantiene una buena velocidad y que es capaz de impresionar a j¨®venes como el italiano Di Napoli. Cacho, atleta que no se sugestiona ante los grandes nombres, tambi¨¦n apareci¨® en escena en la ¨²ltima recta, y se coloc¨® en tercera posici¨®n, a la espera de cualquier haza?a. El brit¨¢nico Cram alcanz¨® la final por a su tiempo.
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