El cine 'golfo'

A eso de la medianoche de un viernes o un s¨¢bado se empieza a acumular gente en torno a un local iluminado. Son personas j¨®venes y tranquilas; su aspecto pausado e intelectual no se corresponde con el que suele acudir a una discoteca. En efecto no van a un pub ni pretenden bailar hasta la madrugada. Son amantes del cine que se encaminan a u?a de las cinco salas que ofrece cine de madrugada y adem¨¢s en version original subtitulada.Los c¨®modos sillones del interior del recinto se pueblan poco a poco de individuos ¨¢vidos de celuloide, que son capaces de resistirse al jolgorio discoteril o terra cero en las mejores horas de la noche.

La calle de Mart¨ªn de los Heros, al lado de la plaza de Espa?a, es el centro neur¨¢lgico donde se concentra la mayor parte de estos cines. All¨ª hay tres salas que, a su vez, se subdividen en otras tantas con capacidades que var¨ªan entre las 50 y las 300 butacas. Los tres cines de esta zona tienen nombre de relumbr¨®n cinematogr¨¢fico: Renoir, Alphaville y, el m¨¢s reciente, Lumi¨¦re.

Los otros dos cines restantes que tienen la misma oferta en Madrid est¨¢n un poco m¨¢s aislados. Se trata del remozado cine Ideal, pegado con la calle Atocha, y el legendario D¨²plex, en el barrio de Salamanca.

Todo este tipo de salas tiene la fama de albergar a un p¨²blico universitario e intelectual que es capaz de sacrificar un fin de semana para ir al cine. "Sobre todo viene gente joven o parejas entre 20 y 30 a?os con una cierta cultura cinematogr¨¢fica", se?ala Jos¨¦ Luis Melchor, representante de la sala Renoir.

La m¨¢xima calidad

A pesar de que las pel¨ªculas que se proyectan no son consideradas como comerciales, ¨¦stas aparecen en los primeros puestos de las gu¨ªas especializadas. Como comenta Jos¨¦ Luis Melchor, "no nos consideramos una sala anticomercial. L¨®gicamente, atraemos a un p¨²blico un poco distinto al que puede ir a los cines de estreno de Gran V¨ªa en las que se proyectan pel¨ªculas de masivo atractivo".

Los filmes que ocupan la cartelera de la noche suelen ser los que anteriormente han tenido mayor aceptaci¨®n en las sesiones de tarde de esos mismos cines. As¨ª, por ejemplo, entre las m¨¢s duraderas se encuentran Remando al viento, que lleva m¨¢s de a?o y medio en cartel, Bagdad Caf¨¦, Haz lo que debas y Sexo, mentiras y cintas de v¨ªdeo.

Otra caracter¨ªstica predominante de estas pel¨ªculas de sesi¨®n golfa es que se exhiben en versi¨®n original subtitulada. "S¨¦ el ingl¨¦s b¨¢sico", dice M¨®nica, una espectadora, "pero no me importa, leo los subt¨ªtulos. Es mucho m¨¢s puro, ?se imagina un disco de los Rolling Stones cantado por un doblador en castellano? Pues esto es lo mismo".

Las entradas tienen unos precios similares a los de cualquier otro cine, es decir, entre 475 y 500 pesetas, con el aliciente de que, como suele ser habitual en el resto de las sesiones de estas salas, proporcionan al espectador una hoja con los pormenores t¨¦cnicos y cr¨ªticos de las pel¨ªculas que tienen en cartel.

Son m¨¢s de tres de la ma?ana, un reguero de gente se disipa entre los comentarios sobre el filme. Mientras tanto, alguien, al pasar, ajeno a la sesi¨®n cinematogr¨¢fica de madrugada, se interroga al ver el ambiente, "esta discoteca es nueva, ?no?".