Obras imperfectas

Raz¨®n tiene el Ayuntamiento de Madrid en criticar las obras del nudo de Puerta de Hierro. Los fallos no se reducen s¨®lo a la falta de se?alizaci¨®n. Tambi¨¦n hay fallos serios de dise?o, como explicar¨¦ m¨¢s adelante.Pero tampoco puede el Ayuntamiento alardear demasiado de sus t¨²neles en Moncloa-Cristo Rey. En efecto, si se baja desde Cristo Rey hacia La Coru?a, hay que cambiar de carril, entrando en los dos carriles que vienen por el t¨²nel. Los dos carriles de la derecha quedan para los que vayan a la glorieta de Cisneros-Paraninfo, separados de los de la izquierda por una isleta. Y hasta aqu¨ª todo bien, si no fuera porque la separaci¨®n comienza con un bordillo de un discreto color cemento, y s¨®lo varios metros despu¨¦s acompa?ado de una se?al vertical.

L¨®gicamente, tanto el bordillo como la se?al ya han sido planchados por alg¨²n despistado. Quiz¨¢ no consigui¨® mirar al mismo tiempo por el retrovisor, por si bajara alguien de Cea Berm¨²dez, y delante suyo.

Sorteado este obst¨¢culo, la curva a 90 grados para entrar finalmente en la avenida Arco de la Victoria no tiene peralte, con lo que, a m¨¢s de 55 kil¨®metros por hora, hay que tener cuidado para retener el coche. Finalmente, la divisoria entre el carril de salida y los de entrada a Madrid no tiene valla ni guarda-ra¨ªl por bastantes decenas de metros, sino s¨®lo un bordillo anegado en las sucesivas capas de asfalto y un espacio de 50 cent¨ªmetros entre carriles.

Saliendo de esta curva, un accidente a lo Fernando Mart¨ªn no es probable: es seguro, y ser¨¢ s¨®lo cuesti¨®n de tiempo.

Y volvemos al nudo de Puerta de Hierro con un ejemplo. Viniendo hacia Madrid, la desviaci¨®n a El Pardo comienza poco despu¨¦s de la puerta, sigue en subida al lado de la autopista var¨ªas decenas de metros, para luego tener un cambio de rasante y descender r¨¢pidamente hasta una curva a la derecha, con un radio muy inferior a lo que es habitual en el resto de Europa a la salida de una autov¨ªa.

Resultado: el que entra en la desviaci¨®n no tiene la menor idea de lo que le espera hasta quiz¨¢ demasiado tarde.

Pero el ingeniero que proyect¨® una rampa de subida seguida de una rampa de bajada s¨®lo para ahorrar presupuesto no merece seguir en su puesto.-