Ni?o de la Taurina resuelve los problemas
El encierro de Salvador Domecq fue interesant¨ªsimo, pues los bicornes a?adieron problemas a su casta. Unos problemas no irresolubles, aunque s¨®lo Ni?o de la Taurina encontr¨® la f¨®rmula para salir adelante y triunfar. La corrida fue justa de kilos, pero ten¨ªa el trap¨ªo suficiente para las exigencias de este coso torista. Sus armad¨ªsimas y astifinas cabezas, su embestida pronta y vivaz y el geniecillo que desarrollaron cuando no se les daba r¨¦plica adecuada elevaron la tensi¨®n de los coletudos en el ruedo y la emoci¨®n del cotarro, que no se perd¨ªa detalle.Ni?o de la Taurina debutaba en Albacete como matador de toros y no pudo tener mejor presentaci¨®n. El diestro fue protagonista nada m¨¢s abrir el percal al torear por ajustadas y bellas ver¨®nicas ganando terreno. Banderille¨® jug¨¢ndose Ia vida en tres pares en los que el toro no le embuti¨® de milagro. El animal iba bien, pero hab¨ªa all¨ª mucho que dominar para lucirse y el debutante lo consigui¨®. Comenz¨® la faena de muleta con el pase cambiado y despu¨¦s someti¨® la geniuda bravura del animal. Ni?o de la Taurina trag¨®, le baj¨® la mano y cascabele¨® templadas y airosas suertes en naturales, redondos, pases de pecho marcados al hombro contrario y trincherillas. Aun¨® prosopopeya y verdad, rezumando torer¨ªa. El colof¨®n fue un estoconazo a ley.
El Torero / Mendes, Soro, Ni?o de la Taurina
Toros de El Torero (Salvador Domecq), bien presentados, serios, de aparatosas defensas y encastados. V¨ªctor Mendes: estocada (vuelta); media tendida y descabello (silencio). El Soro: pinchazo, media ca¨ªda y tres descabeflos (silencio); estocada atravesada (silencio). Ni?o de la Taurina: estocada (oreja); dos pinchazos, estocada atravesada -aviso- y tres descabellos (silencio). Plaza de Albacete, 14 de septiembre. Sexta corrida de feria. Lleno.
Quiso repetir jugada en el ¨²ltimo, pero antes le hab¨ªa enviado en cinco ocasiones al de a¨²pa, y pronto se qued¨® sin fuerzas ni recorrido. El Soro fue la ant¨ªtesis, sus arcanos t¨¢uricos no parecen haber superado la m¨¢s elemental aritm¨¦tica y dominar a sus bichos era tarea de especialistas en ¨¢lgebra e integrales. Un aficionado lo resumi¨® a la perfecci¨®n cuando le grit¨®: "Valenciano, son demasiadas taj¨¢s pa tan poco arroz".
Mendes fue el mejor en banderillas, pero en el resto de su labor se mantuvo en un tono medio, sin cruzar la raya del riesgo. S¨®lo se aproxim¨® a la soluci¨®n de los problemas en el primero, agrandando las dificultades del cuarto por la falta de mando en los enga?os.
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