La f¨®rmula del ¨¦xito
El truco de Agatha Christie consiste en escribir s¨®lo por dinero y emplear una y otra vez una similar estructura narrativa de probado ¨¦xito: un grupo de representantes de las m¨¢s selectas capas de la sociedad victoriana permanece reunido en un lugar apartado, donde uno de ellos muere asesinado en extra?as circunstancias, mientras un barroco detective descubre que todos tienen alg¨²n motivo para haberle matado y llega a la conclusi¨®n de que el asesino es quien aparentemente ten¨ªa la mejor coartada.En su primera novela, El misterioso caso de Styles (The mysterious affair at Styles, 1920), cuya primera edici¨®n se vende bien, ya aparece H¨¦rcules Poirot, el detective belga, oficial jubilado de polic¨ªa, y se esboza su habitual estructura, gracias a su admiraci¨®n por las obras de Gaston Leroux y al personaje Sherlock Holmes.
Esta estructura brilla con toda su complejidad en Asesinato en el Oriente Expres. (Murder on the Orient Express, 1934), donde el grupo de selectos brit¨¢nicos y Poirot permanecen encerrados en un tren de lujo con ex¨®tico destino; especialmente conocida por la versi¨®n cinematogr¨¢fica, dirigida en 1974 por Sidney Lumet, con un amplio reparto de estrellas.
Los temas ferroviarios aparecen de cuando en cuando en su obra y titulan dos de las m¨¢s atractivas, El misterio de la gu¨ªa deferrocarriles (The ABC murders, 1935) y El tren de las 4.50 (The 4.-50 from Paddington, 1957), que se apartan bastante de su tradicional estructura, al igual que La muerte visita al dentista (One, two, buckle my shoe, 1940), pero que se sit¨²an entre sus mejores novelas.
Su caracter¨ªstica estructura brilla con su m¨¢ximo esplendor en Diez negritos (The little niggers, 1939), posiblemente su obra m¨¢s famosa, donde el grupo de selectos victorianos est¨¢ encerrado en una isla y van siendo asesinados hasta casi quedar solos el asesino y un ex dectective de Scotland Yard. Llevada dos veces al cine, la primera por Ren¨¦ Clair en 1945 en Hollywood, con eficacia, y la segunda, de forma ramplona, en 1975 por Peter Collinson en una coproducci¨®n europea.
Entre sus m¨²ltiples cuentos destaca Testigo de cargo (Witness for the prosecution, 1948), tanto por sus valores intr¨ªnsecos como por ser origen de la mejor de las pel¨ªculas basadas en sus obras, la versi¨®n escrita y dirigida por Billy Wilder en 1957, con un espl¨¦ndido reparto.
El ¨¦xito de las versiones teatrales de algunas de sus obras la lleva a adaptar personalmente Tres ratones ciegos (Three blind mice, 1950), que se representa en Londres en el mismo teatro durante muchos a?os y da la vuelta al mundo con el t¨ªtulo de La ratonera.
Su ¨²ltima novela es Un crimen dormido (Sleeping murder, 1976), pero s¨®lo se sit¨²a entre las m¨¢s atractivas por su valor nost¨¢lgico. Y no hay que olvidar su Autobiograf¨ªa (An autobiography, 1977), publicada por propio deseo despu¨¦s de su muerte, a pesar de no revelar ning¨²n misterio, pero escrita entre 1950 y 1965.
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