Jon Sobrino afirma que la violencia guerrillera puede ser ¨¦ticamente leg¨ªtima
La violencia de los grupos guerrilleros puede ser ¨¦ticamente leg¨ªtima si tiene como objetivo acabar con una situaci¨®n de injusticia masiva, afirma el jesuita y te¨®logo de la liberaci¨®n salvadore?o, de origen vasco, Jon Sobrino. Profesor de la Universidad Jos¨¦ Sime¨®n Ca?as de San Salvador, su gran preocupaci¨®n es denunciar la situaci¨®n que vive aquel pa¨ªs centroamericano -75.000 muertos y 5.000 desaparecidos-, que los jesuitas sufren en su propia carne, como el caso de los asesinatos de Ignacio Ellacur¨ªa y otras siete personas. Sobrino insiste en que la violencia no es justificable humanamente.
Es un fen¨®meno, dice, "irracional en s¨ª mismo, porque es una tragedia matar a personas por el color del uniforme que lleven".Sobrino opina que "hay que jerarquizar las distintas violencias, y dentro de ellas la m¨¢s condenable es la injusticia que produce v¨ªctimas, y los pobres inmerecidamente, son los afectados". "La Iglesia latinoamericana habl¨® de esa injusticia contra los pobres en t¨¦rminos de violencia institucionalizada", afirma el te¨®logo, que convers¨® con este diario en Lovaina (B¨¦lgica), donde particip¨® en las sesiones del Congreso Internacional de Teolog¨ªa organizado por la revista Concilium. Ayer, estaba prevista su llegada a Madrid, donde tomar¨¢ parte en el X Congreso de Teolog¨ªa, que organiza la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII.
Adem¨¢s de la violencia institucional existe "la violencia del ej¨¦rcito, los grupos paramilitares, los escuadrones de la muerte, que mantienen la situaci¨®n de injusticia", dice Sobrino. De estas formas violentas hay numerosos testimonios. El pasado mes de agosto, dos miembros de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, Jon Cortina y Nicol¨¢s Alvarenga, salieron ilesos cerca de Chalatenango (El Salvador) de los disparos efectuados por miembros de las Fuerzas Armadas.
Frente a la situaci¨®n de injustica y de violencia desde el poder, "aparece la respuesta de grupos pol¨ªtico-militares, revolucionarios, guerrilleros; esa violencia puede ser ¨¦ticamente leg¨ªtima si es el ¨²nico modo de acabar con una violencia prolongada, masiva y cruel". "Sin embargo", agrega, "tambi¨¦n es condenable en la medida en que acabe en terrorismo y asesine a civiles".
M¨ªstica
"La violencia leg¨ªtima", dice el te¨®logo, "tiende a generar una serie de subproductos". "Se puede empezar con una violencia hipot¨¦ticamente leg¨ªtima y terminar haciendo de ella una m¨ªstica; y contra ello ya advirti¨® monse?or Oscar Arnulfo Romero" [arzobispo de San Salvador, asesinado por grupos paramilitares mientras oficiaba misa en la catedral en 1980]."Creo que humanamente hay que combartir aquello que hace posible la violencia de respuesta, pero si el orden mundial se configura de una determinada manera, si se acumula la deuda externa, eso ser¨¢ dificil", dice el te¨®logo, quien a?ade que "Jes¨²s no fue violento y fue muy duro contra los responsables de la violencia que nunca aparecen como violentos: los ricos, los fariseos...".
La situaci¨®n en Centroam¨¦rica preocupa m¨¢s a Sobrino que los documentos vaticanos. El te¨®logo salvadore?o opina que el documento de Ratzinger Sobre la vocaci¨®n eclesial del te¨®logo "est¨¢ mas dirigido a los te¨®logos europeos, porque son los que tocan temas relativos a la teolog¨ªa dogm¨¢tica, que a los latinoamericanos".
Sobrino se muestra por ello m¨¢s receptivo a los temas sociales. "Llama la atenci¨®n que desde 1980, y con dos excepciones, los obispos espa?oles no vayan a ver y a conocer la situaci¨®n en El Salvador", dice, y agrega que "han venido grupos de solidaridad religiosos, maestros, sacerdotes, pero creo que ning¨²n obispo espa?ol, al margen de las dos excepciones".
El te¨®logo recuerda las visitas de obispos estadounidense, canadiense, irland¨¦s, italiano e ingl¨¦s. "Llama, pues, la atenci¨®n que en la coyuntura de 1992 no hagan lo mismo los miembros del episcopado espa?ol, que no vayan a ver, a conocer, a formarse un juicio, a dejarse evangelizar, porque la Conferencia de Puebla dijo: 'Los pobres nos evangelizar¨¢n a todos", concluye.
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