'Rosencrantz y Guildenstern' y "Un ¨¢ngel en mi mesa" obtienen los dos grandes premios
La pel¨ªcula india "El muro' consigue el galard¨®n de la Cr¨ªtica Internacional
El Le¨®n de Oro fue a parar anoche, en la gala de clausura de esta edici¨®n de la Mostra veneciana, a las manos del gran escritor brit¨¢nico Tom Stoppard, por la versi¨®n, filmada por ¨¦l mismo, de su genial drama Rosencrantz y Guildenstern han muerto. La gran favorita, Un ¨¢ngel en mi mesa, de Jane Campion, obtuvo el Gran Premio Especial del Jurado. Y el filme indio El muro obtuvo el prestigioso Premio de la Cr¨ªtica Internacional (Fipresci) por "la limpieza y el vigor de su escritura cinematogr¨¢fica".
Horas antes de la clausura, durante la lectura de los premios hubo silbidos ante esta decisi¨®n del jurado internacional. En boca de la inmensa mayor¨ªa estaba el filme neozeland¨¦s Un ¨¢ngel en mi mesa. Cuando Guglielmo Biraghi, director de la Mostra, comenz¨® a leer el t¨ªtulo como ganador del Premio Especial, no pudo terminarlo. Fue interrumpido por una cerrada salva de aplausos que se prolong¨® durante m¨¢s de tres minutos.El jurado internacional, presidido por el escritor estadounidense Gore Vidal, estuvo compuesto por la directora argentina Mar¨ªa Luisa Bemberg, el cr¨ªtico cinematogr¨¢fico italiano Edoardo Bruno, el director del festival de Cannes Gilles Jacob, el cineasta italiano Alberto Lattuada, la realizadora sovi¨¦tica Kira Muratova, el actor Omar Sharif, la guionista alemana Ula Stockl y la historiadora cinematogr¨¢fica sueca Anna-Lena Wibom. Algunas de sus decisiones est¨¢n siendo duramente, contestadas en las primeras reacciones que se observan entre los profesionales y periodistas acreditados en el Lido.
Hay entre estas decisiones (adem¨¢s de la torpeza y el desconocimiento del cine que supone dar la primac¨ªa al filme de Tom Stoppard, por bello que sea su contenido dram¨¢tico, sobre el de Jane Campion) algunas realmente delirantes, junto a otras equilibradas. La m¨¢s llamativa de aquellas es la introducci¨®n en la lista de premios del filme dan¨¦s Sirope y nada menos que por causa de su gui¨®n, que est¨¢ lleno de di¨¢logos acartonados y de una construcci¨®n falsaria de los personajes. El abucheo surgi¨® entrelazado con algunas risotadas. No era para menos.
Premiar al filme franc¨¦s S`en fout la morte a causa de su montaje es considerado otro disparate, si se tiene en cuenta que Goodfellas, el filme de Scorsese que ha ganado el premio a la mejor direcci¨®n, es un alarde de virtuosismo precisamente en lo que a montaje se refiere. Pero Gilles Jacob estaba en el jurado y Francia no se pod¨ªa ir con el est¨®mago vac¨ªo en este fest¨ªn. Mientras tanto, se ha premiado a un montaje f¨¢cil y convencional, simplemente correcto, que nada a?ade a esta fundamental parcela de la creaci¨®n filmica. Todo indica que se produjo -expl¨ªcito o inexpl¨ªcito- un inevitable compadreo entre colegas: Venecia a Cannes, Cannes a Venecia.
Y si Francia ten¨ªa que estar, aunque fuera en la pedrea, dentro de la lista de premios, ?qu¨¦ decir de Italia? Era de caj¨®n. Sin embargo, las dos pel¨ªculas italianas en concurso eran mediocres como poco. Dado lo impresentable de Trozos de amor, filme literalmente rid¨ªculo, no quedaba otra opci¨®n que Raggazifuori, pel¨ªcula de la RAI 2 que tiene sentido -aunque no mucho- dentro de Italia, pero que fuera de la cocina casera de este maravilloso pa¨ªs resulta literalmente indigerible. Es un filme como hay miles cada a?o en la producci¨®n mundial. Pero alguien con retina ultrasensible descubri¨® que su fotografia era la mejor y ah¨ª tenemos un nuevo osella de risotada. Lo malo es que estos equilibrios en la cuerda floja, para que todos queden contentos, dejan en la cuneta a filmes como El muro, que se encuentra a distancias gal¨¢cticas por encima de ellos.
El resto de los premios es, por el contrario, perfectamente defendible, pues el m¨¢s dudoso de ellos, el obtenido por el abortado filme sovi¨¦tico Raspad, se ha llevado un bot¨ªn expl¨ªcitamente pol¨ªtico, como es la Medalla de Oro del Senado italiano, que justifica con buen criterio esta distinci¨®n a la pel¨ªcula de Mijail Belikov a causa de su aportaci¨®n "al progreso civil y a la solidaridad entre los hombres". Nada que objetar, ya que no se trata de un premio cinematogr¨¢fico.
Y nada m¨¢s que decir de esta pobre edici¨®n de la Mostra. S¨®lo insistir en que puede y debe, en su pobreza, convertirse en un festival hist¨®rico, pues en ¨¦l se ha producido el salto al mundo del nombre de una cineasta de las ant¨ªpodas, Jane Campion, que se oir¨¢ y mucho en los a?os que se avecinan. Tiene 35 a?os, edad de aprendiz en su complejo oficio, y lleva dentro de sus ojos genio cinematogr¨¢fico indiscutible. Un ¨¢ngel en mi mesa es cine portentoso, de lo mejor que se ha visto en las ¨²ltimas d¨¦cadas: un verdadero prodigio de amor, rigor e inventiva po¨¦tica visual, a la altura de las grandes obras maestras del cine contempor¨¢neo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.