Polic¨ªa que descubri¨® a los autores del 'caso Muguruza'
Juan Viriato Garc¨ªa Vidal, de 29 a?os, nueve de ellos polic¨ªa de la escala b¨¢sica, es el agente que descubri¨® que ?ngel Duce y Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas fueron los autores del atentado que el 20 de noviembre de 1989 cost¨® la vida al diputado de Herri Batasuna Josu Muguruza. Fue la principal baza del ¨¦xito policial. Durante nueve meses escuch¨® las confidencias del autor del crimen, y lamenta que ¨¦ste haya sido un compa?ero, aunque considera que fue Duce quien le involucr¨® al hacerle part¨ªcipe de un delito, tratando de convertirle en encubridor."Yo le tocaba las palmas y Duce se pon¨ªa a bailar"
Sus amigos le llaman Viri, y el comisario Alberto El¨ªas, m¨¢ximo responsable de la investigaci¨®n del caso Muguruza, elogia su valor. Es ante todo un polic¨ªa corajudo, amante de la democracia y de la ley, que piensa que todos debemos dar "un empujoncito" para contribuir a la convivencia en paz de todos los espa?oles. ?l, que en esta entrevista se ha reservado datos de la investigaci¨®n porque todav¨ªa no ha declarado ante el juez, ya ha dado el suyo.
Pregunta. ?Qui¨¦n le encarg¨® a usted la misi¨®n de investigar a Duce?
Respuesta. Me lo encargu¨¦ yo mismo.
P. ?C¨®mo fue eso?
R. Yo estaba destinado en las patrullas de barrio en la comisar¨ªa de Chamber¨ª y Duce en el servicio de coches patrulla. Un d¨ªa, poco antes del atentado del hotel Alcal¨¢, coincidimos en un pub y le vi que llevaba una pistola grande, una Llama del calibre 9 mil¨ªmetros largo. Le pregunt¨¦ por ella y me dijo que era suya.
P. ?Antes del atentado?
R. S¨ª, aunque entonces no le di importancia. Dos d¨ªas despu¨¦s del atentado me cont¨® que ¨¦l hab¨ªa matado a Muguruza porque no quer¨ªa que los de Herri Batasuna llegaran al Parlamento. Creo que me quer¨ªa implicar porque ¨¦l sab¨ªa que hab¨ªa visto su pistola.
P. ?Qu¨¦ hizo usted?
R. No me lo cre¨ª, porque Duce cuenta muchas cosas, y no todas son verdad. Pero m¨¢s tarde me dio nuevos datos que me hicieron sospechar que podr¨ªa estar realmente implicado. Entonces los puse en conocimiento de la polic¨ªa judicial a trav¨¦s de mis superiores.
P. ?Eso cu¨¢ndo fue?
R. Aproximadamente un mes despu¨¦s de los hechos.
Escr¨²pulosP. ?Entonces usted no fue colocado expresamente all¨ª?
R. No, yo ya estaba en la comisar¨ªa de Chamber¨ª. ¨²nicamente me cambiaron el horario para coincidir con el de Duce, aunque a m¨ª me destinaron a seguridad del edificio y ¨¦l segu¨ªa en los coches radiopatrulla. No ¨¦ramos compa?eros de coche como se ha dicho, pero coincid¨ªamos varias veces al d¨ªa. Fue cuando empec¨¦ a trabajar 20 horas al d¨ªa.
P. ?Le pagaron las horas extras?
R. Evidentemente, no.
P. ?Qu¨¦ dificultades se le presentaron en su misi¨®n?
R. De entrada, escr¨²pulos y problemas econ¨®micos.
P. ?Escr¨²pulos?
R. Tenga usted en cuenta que en un principio no se ten¨ªa la seguridad de que fuera culpable. A lo mejor estaba metiendo a un compa?ero en un l¨ªo donde no deb¨ªa de meterle. Despu¨¦s no, porque yo soy un polic¨ªa y ¨¦sa era mi obligaci¨®n. Hubiese preferido que no fuera compa?ero, pero es inevitable.
P. ?Y los problemas econ¨®micos?
R. Mi situaci¨®n personal y familiar hace que no me quede mucho dinero para m¨ª, y Duce manejaba mucho dinero. No pod¨ªa seguir su ritmo, tomar copas, etc¨¦tera. En alguna ocasi¨®n tuve que pedir dinero a los superiores para poder alternar con ¨¦l.
P. ?C¨®mo es Duce?
R. Es una persona nerviosa y muy fantasiosa. Contaba muchas cosas, pero hab¨ªa que separar el grano de la paja.
P. ?Qu¨¦ le dec¨ªa usted para animarle a que le contara sus acciones?
R. Nada, yo le tocaba las palmas y ¨¦l se pon¨ªa a bailar.
P. ?Cu¨¢ndo se percat¨® de que ¨¦l era uno de los autores del atentado?
R. Pas¨® un tiempo. Una vez ¨¦l coment¨® que la prensa se equivocaba al decir que hab¨ªa habido 12 o 13 disparos, porque ¨¦l se hab¨ªa quedado con cuatro proyectiles en la rec¨¢mara. Total, que cinco del rev¨®lver y cuatro de la pistola, eran nueve. Tambi¨¦n me lo confirm¨® el ver que ten¨ªa una caja de munici¨®n del a?o 76. Todo unido dejaba poco lugar a las dudas.
P. ?Y S¨¢enz de Ynestrillas?
R. Me lo present¨® Duce, y colabor¨® con ¨¦l en diversos actos entre mayo y junio de este a?o.
P. ?Intervino en el asesinato de Muguruza?
R. Duce me lo confirm¨® varias veces.
P. ?No le habl¨® de ninguna otra persona en el caso Muguruza?
R. No.
P. ?Duce traficaba con coca¨ªna?
R. La vend¨ªa. Se la prestaban a cuenta y pagaba despu¨¦s.
P. Se ha escrito que usted tuvo que comprar peque?as cantidades de coca¨ªna a Duce para no despertar sus sospechas.
R. No es cierto.
P. ?Su misi¨®n era sacarle toda la informaci¨®n?
R. Y vigilarle. Porque cuando estaba conmigo, Duce no pod¨ªa hacer nada. Yo era un polic¨ªa; ¨¦l, no s¨¦, vest¨ªa de polic¨ªa. Pero sab¨ªa que en mi presencia no pod¨ªa hacer atentados.
P. ?Lo sab¨ªa?
R. Mire, el abogado Fernando Salas no corri¨® ning¨²n peligro como se ha dicho. Mientras Duce estaba conmigo, yo le hubiera impedido cualquier acci¨®n contra cualquier persona, y cuando no estaba conmigo estaba permanentemente vigilado. Yo informaba a la Brigada de Interior de las horas en las que iba a estar con ¨¦l, y, por otro lado, S¨¢enz de Ynestrillas, como sospechoso, estuvo controlado desde el d¨ªa del atentado.
P. ?Qu¨¦ ocurri¨® despu¨¦s de la detenci¨®n de Duce?
R. Yo segu¨ª trabajando, y cuando me toc¨®, a los dos d¨ªas, me fui de vacaciones.
P. ?Cu¨¢ndo se enteraron en su comisar¨ªa del tipo de servicio que usted ha prestado?
R. Cuando ya estaba de vacaciones.
P. ?Y no ha hablado despu¨¦s con sus compa?eros?
R. S¨ª, con dos de ellos. Me felicitaron y me dijeron que hay alguno que hace comentarios, supongo que por ignorancia. La verdad es que fue Duce quien me implic¨® al contarme un delito, y si yo no lo llego a denunciar hubiera sido un encubridor de un asesinato.
P. ?Se siente respaldado?
R. Nadie me ha dado la espalda en ning¨²n momento y me siento apoyado. He hecho una labor de polic¨ªa que espero que sirva de est¨ªmulo para mis compa?eros. ?ste es un ejemplo de que cualquiera puede hacer un servicio importante, y que tan polic¨ªa es el que est¨¢ de custodia de un edificio como el que est¨¢ de patrulla o en los puestos de mayor riesgo.
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