Ben Bella afirma que el pueblo argelino est¨¢ con Irak

Todo el pueblo argelino est¨¢ a favor de Irak, y Sadam Husein se ha convertido en un argumento de unidad nacional, asegur¨® ayer el ex presidente Ahmed Ben Bella en el transcurso de una conferencia de prensa realizada en el hotel m¨¢s lujoso de Argel. Centenares de periodistas de todo el mundo, simpatizantes, militantes y tambi¨¦n detractores llenaron ayer a mediod¨ªa la sala del hotel Aurassi donde se realiz¨® la primera conferencia de prensa oficial de Ahmed Ben Bella.

El ex presidente abri¨® sus declaraciones con una minuciosa matizaci¨®n de la soflama pronunciada 24 horas antes en el puerto de Argel cuando descendi¨® del buque Hoggar y reclam¨® la formaci¨®n de un ej¨¦rcito de voluntarios para defender a Irak de la agresi¨®n occidental. Ayer, Ben Bella matiz¨® el tema. Asegur¨® que ¨¦l no hab¨ªa hecho una llamada a la guerra santa, sino una llamada de "movilizaci¨®n" de todos los argelinos a favor de los pa¨ªses ¨¢rabes amenazados.Asegur¨® que los pa¨ªses ¨¢rabes deb¨ªan defenderse de la "cruzada occidental" y de su "agresi¨®n total". Ben Bella, sin abandonar un solo instante su ret¨®rica demag¨®gica, pregunt¨® al p¨²blico: "Si ellos se organizan y movilizan, ?por qu¨¦ no podemos hacerlo nosotros?".

La muchedumbre de seguidores prorrumpi¨® en gritos de alegr¨ªa y aplausos. Los militantes m¨¢s circunspectos asent¨ªan con la cabeza y los periodistas occidentales se miraban con un gesto de incredulidad.

El ex l¨ªder de la revoluci¨®n argelina continu¨® interrogando a la multitud en el transcurso de la conferencia de prensa. "Que levanten la mano quienes est¨¦n de acuerdo con la pol¨ªtica de reformas del primer ministro Hamruch". Nadie os¨® levantar la mano. Ben Bella volvi¨® a hacer la pregunta a la inversa. Desde el fondo de la sala empezaron a levantarse los brazos. Fue una farsa de plebiscito. Una f¨®rmula coloquial con la que atraer la atenci¨®n del p¨²blico. Ben Bella demostr¨® ayer que segu¨ªa conectando con las masas. Con determinadas masas.

Con esta ¨²ltima pregunta, el ex presidente argelino trataba de descalificar la pol¨ªtica del actual primer ministro, solicitar la disoluci¨®n del Gobierno y la formaci¨®n de uno nuevo de unidad nacional que se enfrentara a las elecciones generales de la primavera de 1991.

"No soy un Hitler ni un Mussolini. Soy Ben Bella", a?adi¨® en otro momento de su discurso, respondiendo a un periodista cr¨ªtico. Cerr¨® la respuesta con un ataque frontal al periodista: "( ... ) y vosotros sois como esos bomberos que extienden el fuego en vez de apagarlo". M¨¢s aplausos.

El discurso de Ben Bella prosigui¨® durante m¨¢s de dos horas. No eludi¨® ni una sola pregunta. Afirm¨® que los fondos de la ayuda nacional aportados por todos los argelinos despu¨¦s de la independencia hab¨ªan ido a parar al banco central y no a su bolsillo. Habl¨® de la econom¨ªa, del islamismo y del berberismo. Se mostr¨® incansable.

Vestido de gris, como siempre, Ben Bella permaneci¨® solo en el centro de la sala. Detr¨¢s, una enorme cortina roja y dos banderas de Argelia. Saltaba del franc¨¦s al ¨¢rabe con una facilidad inquietante que provocaba el despiste de los traductores. Fue como en los viejos tiempos, como cuando Ahmed Ben Bella jugaba de centrocampista en el equipo de f¨²tbol de su regi¨®n o en el Atl¨¦tico de Marsella. Pero ahora, con 50 a?os m¨¢s. Sus movimientos en algunos momentos son demasiado torpes.

Para los pr¨®ximos d¨ªas, Ben Bella tiene preparada una apretada jornada de trabajo. Viajar¨¢ por todo el pa¨ªs. Empezar¨¢ por Annabas, una de las ciudades que m¨¢s firmemente se opusieron al colonialismo franc¨¦s. Continuar¨¢ por la regi¨®n de Or¨¢n y, sin lugar a dudas, visitar¨¢ su ciudad natal. Es posible que este periplo se vea interrumpido por un nuevo viaje a Oriente Pr¨®ximo, para visitar a su reciente amigo, Sadam Husein.