El general A¨²n usa el populismo para romper su cerco
Michel A¨²n, el general liban¨¦s que contesta la legitimidad del presidente El¨ªas Haraui, ha vuelto a recurrir al populismo para hacer frente a la presi¨®n del bloqueo que le ha impuesto el Gobierno de su pa¨ªs. Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en el Meten, la regi¨®n bajo su control, para expresarle su apoyo. Los participantes, que se dirigieron hasta el destruido palacio de Baabda, donde reside, hicieron gala del mismo entusiasmo que hace casi un a?o cuando Haraui, reci¨¦n elegido jefe del Estado, amenaz¨® acabar con el general.
En esta ocasi¨®n, el presidente liban¨¦s se plantea una estrategia de eliminaci¨®n pac¨ªfica Ocho mil hombres del sector del Ej¨¦rcito que lidera el general ?mile Lahud, leal a Haraui, rodean desde el pasado viernes los 300 kil¨®metros cuadrados del Meten, controlados por las cinco brigadas fieles a A¨²n.El objetivo de la operaci¨®n es cortar toda comunicaci¨®n de ese feudo con el exterior, hasta que el general no tenga m¨¢s remedio que rendirse. De momento, ha quedado prohibida la entrada de veh¨ªculos, lo que privar¨¢ a cerca de medio mill¨®n de personas de alimentos, carburantes y otros bienes.
"Las reservas de alimentos son suficientes y nos permitir¨¢n aguantar m¨¢s de lo que se imaginan", ha declarado el general de brigada Isam Abu Yamra, uno de los ministros de A¨²n.
Sin embargo, el pasado fin de semana se viv¨ªan en el Meten las primeras dificultades de abastecimiento y atascos en los puntos de cruce entre sectores.
Esa regi¨®n, que se extiende desde Beirut hacia el Noroeste, carece de acceso comercial al mar, por lo que su dependencia de los puertos de otras zonas del pa¨ªs para su suministro es muy alta.
Bloqueo
En un principio, se ha permitido tanto la salida de coches como el tr¨¢nsito de peatones, pero en los pr¨®ximos d¨ªas el bloqueo se va a endurecer, hasta llegar al cierre total de la circulaci¨®n en los siete pasos entre el Meten y el resto de L¨ªbano.
Haraui espera as¨ª hacer perder a A¨²n el apoyo popular que le queda, debilitar su potencial militar y provocar una oleada de deserciones en sus filas.
La tarea resulta arriesgada, y ese hombre sencillo de la Bekaa que es Haraui sabe que se juega su credibilidad en el intento. El presidente liban¨¦s fue elegido en noviembre de 1989, fruto del llamado Acuerdo de Taif, un compromiso interliban¨¦s apadrinado por la Liga ?rabe para poner fin a medio a?o de intensos combates.
Desde entonces ha intentado sin ¨¦xito extender su autoridad a todas las regiones del pa¨ªs, incluido el Meten, donde se ha atrincherado A¨²n.
El rechazo de ¨¦ste hacia Siria, a la que la Liga reconoci¨® en Taif un cierto patronazgo de L¨ªbano, impide cualquier soluci¨®n.
El general rebelde, como le califica la Administraci¨®n de Haraui, insiste en que prefiere la derrota a ceder ante Taif.
Jugar todas las cartas
"La nuestra es una lucha por la soberan¨ªa de L¨ªbano, contra un Gobierno que representa la voluntad extranjera", proclam¨® ayer ante la multitud. "Por nuestra sangre, por nuestra alma, te defenderemos, general", le respondieron sus seguidores.
Consciente de la testarudez de su rival, Haraui ha decidido jugar todas sus cartas. Si la v¨ªa pac¨ªfica fallara, est¨¢ prevista la opci¨®n militar.
El presidente liban¨¦s, Haraui viaj¨® el pasado s¨¢bado a Damasco para optener luz verde ante tal eventualidad. Despu¨¦s de casi cuatro horas de discusiones, el l¨ªder sirio, Hafez el Asad, asegur¨® su apoyo a "todas las medidas que tomen las autoridades legales para imponer la autoridad del Estado sobre todo el territorio liban¨¦s". El general rebelde liban¨¦s conf¨ªa por su parte en que Siria, al estar principalmente ocupada con la crisis del Golfo y fomentando el enfrentamiento contra Irak, no actuar¨¢ militarmente contra ¨¦l.
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