La colina octogenaria
La Residencia de Estudiantes quiere ser un 'hotel' para sabios y artistas
![Elsa Fern¨¢ndez-Santos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F246d361a-fc4f-4a39-bbae-200ab7dc5f41.png?auth=6c749f9dfcb5883ad1fcb15fc1aa13b4da9db4874474cde93770f1ccd60015e4&width=100&height=100&smart=true)
Entre 1910, a?o en que se fund¨®, y 1936, la Residencia de Estudiantes fue el centro cultural m¨¢s prestigioso de Madrid. Hoy, 80 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, y tras un largo periodo de lento abandono, quiere volver a ser un importante foco cultural, recuperar el tiempo perdido y convertirse en el centro de reuni¨®n de los principales escritores, artistas y cient¨ªficos espa?oles y extranjeros que pasen por la ciudad.
Situada en una colina entre las calles de Serrano, Mar¨ªa de Molina y Vitruvio, la Residencia, que entre 1910 y 1915 ocup¨® un hotel de la calle de Fortuny, forma parte de uno de los conjuntos urban¨ªsticos m¨¢s peculiares y hermosos de Madrid.Los tres pabellones principales fueron construidos por el arquitecto Antonio Fl¨®rez Urdapilleta, y los dos restantes, por Francisco Javier Luque. Para el a?o 1992, durante el cual Madrid ser¨¢ la capital europea de la cultura, se proyecta rehabilitar uno de los pabellones abandonados para instalar la biblioteca y el archivo de la Residencia, en fase de catalogaci¨®n, y crear as¨ª un centro de documentaci¨®n sobre la historia intelectual espa?ola del primer tercio de siglo.
La reforma se extender¨ªa a aquellos pabellones dedicados desde su construcci¨®n a hospedaje, que, a pesar de estar en buen estado, necesitan ser mejorados. En la Residencia, que dirige Jos¨¦ Garc¨ªa Velasco, pueden alojarse hasta 100 personas al precio de 5.200 pesetas diarias, pensi¨®n completa. "Aproximadamente 20 plazas son para residentes fijos, que acceden por concurso de m¨¦ritos. Las 80 restantes est¨¢n. a disposici¨®n de personas que est¨¦n de paso", comenta Carlos Alberdi, subdirector de estudios de la Residencia. "La condici¨®n principal es que los residentes sean estudiantes que est¨¦n preparando su tesis o artistas, escritores y cient¨ªficos. Queremos que esto sea una especie de hotel para sabios. Este a?o tenemos 13 residentes fijos, ocho con beca completa, que no han de pagar nada, y cinco con una ayuda que tambi¨¦n concede el Ayuntamiento de Madrid, por lo que s¨®lo pagan 45.000 pesetas al mes".
Los 13 residentes fijos son j¨®venes posgraduados, con proyectos de investigaci¨®n en marcha. Entre ellos se encuentran dos juristas, una investigadora en resonancia nuclear, dos bi¨®logos nucleares, un m¨²sico, un escritor, un pintor y un estudioso de Plutarco.
Pero el proyecto m¨¢s ambicioso de esta instituci¨®n es dar un sentido unitario a la colina, donde tambi¨¦n est¨¢n el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y el antiguo Instituto Escuela, cerrar al tr¨¢fico todo el recinto y ense?ar la riqueza urban¨ªstica de la zona. Para ello ya cuentan con el apoyo del CSIC, del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid.
Los chopos de Juan Ram¨®n
Juan Ram¨®n Jim¨¦nez plant¨® en 1926 algunos de los chopos y las adelfas que adornan la Residencia y bautiz¨® con el nombre de La colina de los chopos este singular paraje, sobre el que escribi¨®: "?Qu¨¦ gozo ya esta gran promesa de verdor, de oro, de esbeltez, de luz, de p¨¢jaros, en esta colina yerma ayer, pedazo del planeta que nos corresponde, y donde estamos poniendo al ponerlos ( ... ) nuestro verdor, nuestro ardor, nuestra dureza y nuestra llamarada".Al nombre de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez se unen al recordar el pasado de la Residencia los de Unamuno, Antonio Machado, Ortega, Men¨¦ndez Pidal, Ram¨®n y Cajal, Valle-Incl¨¢n, D'Ors, Garc¨ªa Lorca, Coss¨ªo, Bu?uel, Dal¨ª, Alberti, Salinas, Celaya.
Aqu¨ª se leyeron los primeros versos de la generaci¨®n del 27. Y adem¨¢s dieron cursos y conferencias Einstein, madame Curie, Stravinski, Ravel. Un pasado glorioso del que la Residencia no quiere ni puede desprenderse en el nuevo camino que pretende iniciar.
"No podemos renunciar al pasado. A mucha gente lo que le gusta de este lugar es ese aire lleno de presencias que se perciben por todas partes", afirma Alberdi. "Ahora tenemos una nueva vida, aqu¨ª conviven hombres y mujeres, y queremos que por unos d¨ªas o por meses lo hagan lo mejor de la cultura espa?ola y mundial".
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