Castigar al mar
EL FIN de las dictaduras es siempre menos limpio de lo que requerir¨ªa la libertad recuperada. Tal es el caso chileno. Los militares, que usurparon el poder durante a?os, se resisten a cederlo y siguen actuando, meses despu¨¦s de su derrota, como si a¨²n fueran vencedores, dispuestos a castigar en todo momento a quienes consideran les ofenden. Como de costumbre, confunden la: mentira que propugnan con la verdad que acab¨® con ellos. La experiencia ense?a, adem¨¢s, que el desmantelamiento de la excepcional jurisdicci¨®n castrense se suele retrasar innecesariamente, en parte por la inercia del paso del tiempo, y en parte por el miedo que sienten las nuevas autoridades a las consecuencias de sus actos democr¨¢ticos.Los recipiendarios usuales de tama?as iras son periodistas. Cuando su actividad se desarrolla en los campos de batalla de las guerras civiles, como en El Salvador, se juegan la vida y son asesinados. Cuando el pa¨ªs ha empezado a recuperar la paz, como es el caso de Chile, son reprimidos por unas instancias militares que bordean lo esperp¨¦ntico. El director y el editor de An¨¢lisis, y el director y un comentarista de El Siglo, dos prestigiosas publicaciones de Santiago de Chile, han sido perseguidos y detenidos tres de los cuatro -uno est¨¢ huido- por orden de los militares, por m¨¢s que s¨®lo el primero haya sido procesado. Los periodistas molestan, critican, a veces se exceden, pero son consecuencia y garant¨ªa de la libertad. Perseguirlos es tan est¨²pido y est¨¦ril como el castigo de bastonazos que el rey Canuto impuso al mar por desobedecer sus ¨®rdenes de que no subiera la marea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Amenazas
- Opini¨®n
- Dictadura Pinochet
- Libertad expresi¨®n
- Periodistas
- Derechos autor
- Libertad prensa
- Personas desaparecidas
- Chile
- Casos sin resolver
- Periodismo
- Derechos humanos
- Propiedad intelectual
- Dictadura militar
- Prensa
- Propiedad
- Legislaci¨®n cultural
- Casos judiciales
- Dictadura
- Gobierno
- Defensa
- Pol¨ªtica cultural
- Sucesos
- Derecho
- Gente