La perdici¨®n

'Yo soy ¨¦sa'Producci¨®n: Ion Films. Gui¨®n y direcci¨®n: Luis Sanz. Productor ejecutivo: Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez. Im¨¢genes: Juan Amor¨®s. Decorados: Julio Esteban. Montaje: Carmen Fr¨ªas. Sonido: Gilles Ortion. Int¨¦rpretes: Isabel Pantoja, Jos¨¦ Coronado, Loles Le¨®n, Mag¨²i Mira, Alberto Alonso, Juan Echanove. Estreno: Carlos III, Lope de Vega, Novedades.

Yo soy ¨¦sa es una pel¨ªcula h¨¢bil e ir¨®nica que intenta recuperar el cine folcl¨®rico andaluz de los a?os 50, sin avergonzarse, y, al tiempo es una apuesta paralela a la que promovi¨® Luis Bu?uel, en la productora Film¨®fono, antes de la guerra civil espa?ola, como productor ejecutivo y ocasional director si se terciaba. En un momento muy especial, cuando la llegada del sonoro permit¨ªa hacer experimentos para atraerse al p¨²blico, abandon¨® sus veleidades vanguardistas y se plante¨® varias producciones populares, a las que no les faltaba un cierto sentido cr¨ªtico, y que funcionaron muy bien de cara al p¨²blico.

En nuestra ¨¦poca la situaci¨®n es muy distinta, pero tambi¨¦n ahora subsiste el problema de hacer un cine de calidad que atraiga al espectador normal. El intento de V¨ªctor Manuel, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez y Luis Sanz se apoya en la enorme popularidad de la cantante Isabel Pantoja y en una producci¨®n que no teme reunir los t¨®picos m¨¢s desaforados, al l¨ªmite de una caricatura despiadada para presentar a un personaje que vibra delante de la c¨¢mara, aunque est¨¦ hecho y alimentado por los estereotipos m¨¢s tremendos.La audacia del intento lo convierte en algo simp¨¢tico y casi convincente. En lugar de caer en la tentaci¨®n de convertir a la cantaora en una actriz aut¨¦ntica, el filme la presenta cantando y bailando en el escenario, aprovechando sus mejores cualidades para recrear un retrato nost¨¢lgico y hecho de humor subterr¨¢neo de la Espa?a de los 40, con una doble ruptura narrativa en la que, por un lado, encontramos una historia contempor¨¢nea desgarrada y bronca -marcada por las desavenencias del matrimonio imposible de dos actores-, y en la otra, gracias al c¨®modo artificio del cine dentro del cine, encontramos una narraci¨®n folcl¨®rica llevada al paroxismo, donde el exceso es la norma.El conjunto queda desequilibrado, por supuesto, porque hay demasiadas canciones, pero de eso se trataba, porque contratar a la Pantoja y no explotar ese inagotable torrente de voz que Dios le dio ser¨ªa un puro disparate. Luis Sanz, en su deb¨² como director, aprovecha su enorme experiencia teatral y cinematogr¨¢fica para convertir a cada canci¨®n aislada en una historia particular (apasionada, excesiva, histri¨®nica) que se une perfectamente a la historia general de una imposible virgen andaluza enamorada de un chulo. La Pantoja se entrega, en cuerpo y alma, en cada una de sus intervenciones, lo que est¨¢ muy bien, aunque eso convierte al producto final en apto para fan¨¢ticos y espectadores tolerantes. Los exquisitos, ser¨¢ mejor que se abstengan.

Yo soy ¨¦sa es un trabajo muy bien elaborado, dirigido Con diab¨®lica inteligencia a los amantes del g¨¦nero folcl¨®r¨ªco, en su modalidad andaluza. Los que busquen sutileza, iron¨ªa y mensajes y gui?os, se contentar¨¢n con algunas perlas aisladas, mientras los aficionados a un cine exigente y cr¨ªtico, si abren bien los ojos y los o¨ªdos, podr¨¢n encontrar un inteligente y duro retrato de la Espa?a de charanga y pandereta en el marco de los a?os 40.

Luis Sanz se ha arriesgado mucho y ha conseguido un resultado bastante satisfactorio, gracias a la ayuda como colaborador t¨¦cnico y productor ejecutivo de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez. Algunas soluciones coreogr¨¢ficas, as¨ª como la escenificaci¨®n de Yo soy ¨¦sa, la canci¨®n que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula, son muy buenos hallazgos. Sanz no ha seguido en esta ocasi¨®n la l¨ªnea que desarroll¨®, junto a Jaime Ch¨¢varri, en Las cosas del querer, una historia m¨¢s realista, de la que estaba ausente, casi por completo, la iron¨ªa, sino que ha hecho otra cosa, dirigirla directamente a la taquilla y que el espectador m¨¢s exigente tambi¨¦n podr¨¢ aceptar si entra de buena gana en el juego.