Las noches de Kiki
La vida desenfrenada de los artistas y sus modelos en el Par¨ªs de los a?os veinte
Los ecos de las risas de Montparnasse siguen resonando hoy, y ni las tragedias ni la guerra lograron empa?ar la fama que alcanzaron los caf¨¦s y bailes parisienses de los a?os veinte. Si hubo en ese ombligo del mundo un ombligo -por decirlo as¨ª- que fuera a su vez el centro de ese estilo de vida, ¨¦ste fue el de Kiki de Montparnasse. La vida de la medio cantante, medio pintora, modelo de todos los artistas y profunda vividora de su tiempo es el delgado hilo que cose el relato de estas tres d¨¦cadas en el libro El Par¨ªs de Kiki (artistas y amantes, 1900-1930) publicado por Tusquets.
Aunque en nuestros d¨ªas el tiempo para el ocio es cada vez mayor y mayores son tambi¨¦n las ofertas de pasatiempos, espect¨¢culos y diversiones, el Par¨ªs de los primeros 30 a?os de este siglo sigue constituyendo la mejor referencia de c¨®mo los artistas de entonces convirtieron un barrio en el centro del mundo.Se ha escrito mucho sobre esta ¨¦poca y en muchas ocasiones fueron los propios artistas y escritores los que se encargaron de reunir los recuerdos de su experiencia en Par¨ªs en sus libros y cuadros. El trabajo que presentan Billy Kl¨¹ver y Julie Martin es, en ese sentido, como un resumen de datos concretos. En un principio se trat¨® de recoger informaci¨®n para una serie de televisi¨®n, pero la abundancia de material que reunieron les ha permitido editar un libro que incluye 700 ilustraciones y 12 mapas. Los aficionados a esta ¨¦poca pueden hacer con ello y con las informaciones, escuetas pero bien articuladas, sobre los h¨¢bitos y personalidades de gran cantidad de estos artistas, un recorrido minucioso por el Montparnasse de entonces. Las direcciones de las casas y estudios de los artistas, las galer¨ªas, los caf¨¦s, restaurantes y clubes nocturnos que estuvieron de moda en esa ¨¦poca figuran en esta publicaci¨®n, que se convierte por eso en una especie de gu¨ªa para fetichistas.
Mont Parnasse era originariamente una peque?a colina a la que acud¨ªan los alumnos de la Universidad de La Sorbona (fundada en 1275) para declamar sus poemas. La ciudad fue creciendo y los centros de estudios se segu¨ªan agrupando en la orilla izquierda del Sena. El Estado franc¨¦s hab¨ªa establecido un amplio sistema de ense?anza para artistas a lo largo del siglo XIX, y las academias parisienses atra¨ªan a j¨®venes de todo el mundo. Los salones de oto?o eran la catapulta hacia la fama y hacia fines del XIX se calculaba en unos 6.000 los artistas residentes en Par¨ªs, de los que 1.500 viv¨ªan en Montparnasse.
Modelos
A principios de siglo exist¨ªa incluso un mercado de modelos, los lunes por la ma?ana, en el que familias enteras esperaban ser escogidas para posar para los estudiantes a cambio de unas monedas. Las modelos de los artistas fueron las acompa?antes de las interminables tertulias de caf¨¦. Entre ellas se encontraban muchas extranjeras que, lejos de sus familias y la rigidez de sus costumbres, actuaban de forma desinhibida y libre. Marcel Duchamp dir¨ªa a?os despu¨¦s que entonces tuvieron "la primera colonia de artistas verdaderamente internacional". Una colonia que produjo muchas de las mejores obras de arte de la historia.K¨ªki fue el personaje central de la vida art¨ªstica de Montparnase. Su larga relaci¨®n amorosa con Man Ray -que contribuy¨® notablemente a su fama con im¨¢genes como la del Violon d'Ingres, uno de los m¨¢s importantes s¨ªmbolos surrealistas- y su trabajo como modelo con artistas como Kisling, Fujita y Per Krohg han dejado numerosos recuerdos de su rostro y su expresi¨®n desenfadada. Rara vez aparece vestida.El Par¨ªs de Kik¨ª dej¨® de existir cuando las hordas de turistas empezaron a llegar directamente a Montparnasse en busca de los artistas que se refugiaban en los caf¨¦s de moda. La ola invasora dura hasta hoy. Kiki se perdi¨® en los brazos de un hombre, un recaudador de impuestos, que dej¨® su trabajo para seguirla por los cafetines, pero con el que termin¨® apart¨¢ndose de la vida que hasta entonces llevaba.
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